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Irán: un accidente envuelto en misterio

La muerte el pasado domingo 19 de mayo del presidente iraní, Ebrahim Raisí, cuando el helicóptero en el que viajaba se estrelló en una zona montañosa del país persa, ha dado lugar a la aparición de varias hipótesis sobre las causas del suceso.

Tras dejar inauguradas dos represas en la provincia iraní de Azerbaiyán Oriental, el mandatario y seis colaboradores, entre ellos su ministro de Asuntos Exteriores, Hossein Amir-Abdollahian, tomaron la aeronave con rumbo a la ciudad Tabirz, situada al norte de la cordillera de Sahand, a 1400 metros sobre el nivel del mar.

Se dice que las malas condiciones meteorológicas existentes en un tramo de la ruta seguida por las tres aeronaves que conformaban el convoy presidencial, dan sustento al primero de los argumentos sobre la catástrofe.

La espesa niebla y la tormenta proveniente del noroeste de Irán, probablemente dificultaron el vuelo del piloto, y podrían haber contribuido al accidente.

Se suma que la zona del siniestro es muy boscosa y con empinadas montañas invisibilizadas por la tempestad. Esa situación complicó las acciones de rescate, informaron también las agencias internacionales de noticias en sus primeros despachos noticiosos.

La segunda versión del accidente toma por centro el helicóptero donde viajaba el presidente: un Bell 212, de fabricación estadounidense, cuya versión inicial viene desde la guerra de Vietnam.

Expertos dijeron que la nave, de más de cuarenta años de antigüedad y sin una debida modernización, se construyó para volar en condiciones de vuelo visual; por lo tanto, el piloto debía confiar únicamente en su capacidad para observar el terreno desde su asiento. Es decir, el aparato en la noche o en condiciones de baja visibilidad, se hacía virtualmente inoperable.

La notoria vejez del helicóptero presidencial carente de las más modernas tecnologías en materia de navegación, comunicaciones y seguridad entre otras prestaciones, da mucho que pensar. De ello rendirán cuenta los servicios de custodia de una de las personalidades políticas mundiales más amenazadas en la actualidad.

Además de posibles problemas técnicos y meteorológicos, se estudia la versión de que el accidente del mandatario iraní, podría ser el resultado de un sabotaje, indicó Gholam Hosein Esmaili, jefe de gabinete del finado Raisí.

Las condiciones meteorológicas en el momento del accidente de helicóptero, no eran para preocuparse, indicó Esmaili, publicó la agencia de noticias rusa Sputnik. “El tiempo estaba despejado, no había ninguna condición meteorológica de la que preocuparse. Después de media hora de estar en el aire, había una pequeña mancha de nubes”, acotó el alto funcionario en declaraciones a la agencia de prensa oficial iraní IRNA.

El convoy incluía tres helicópteros, dos llegaron a su destino, abundó el funcionario, quien estaba a bordo de una de las dos sobrevivientes. A la pregunta de si había niebla, respondió que “No del todo. Solo sobre el suelo”.

Conflicto de larga data

La República Islámica de Irán surgió tras el derrocamiento del gobierno monárquico del sha Mohammad Reza Pahleví (aliado estratégico de Estados Unidos e Inglaterra en la región) por la Revolución iraní, el 11 de febrero de 1979.

La nación persa es el octavo país más grande del mundo. Su capital es Teherán como más de 14 millones de habitantes, El país se localiza en Asia Central, en la zona del golfo Pérsico, cuenta con una población de 88 millones de habitantes, el subsuelo guarda una gran riqueza petrolera y está considerada una potencia mundial emergente miembro de los BRICS, con fuertes lazos con China y Rusia.

Limita al norte con Rusia, el mar Caspio y Turkmenistán; al sur con el golfo Pérsico; al oeste con Iraq y Turquía, y al este con Afganistán y la República Islámica de Pakistán. Asiento de una cultura milenaria que data del Imperio Persa, el país desde tiempos inmemoriales devino una de las zonas geoestratégica más importantes del planeta.

En la estructura de poder, el presidente Ebrahim Raisi (desde el cinco de agosto del 2021), era la segunda persona más importante del país, tras el Ayatolah Alí Hoseiní Jamenei, líder supremo de Irán desde 1989.

Raisi, quien nació el 14 de diciembre de 1960, desempeñó varios cargos en el sistema judicial de Irán, como fiscal general entre 2014 y 2016, vicepresidente de la Corte Suprema entre 2004 y 2016 y presidente de la Corte Suprema entre 2019 y 2021.​ También fue miembro de la Asamblea de los Expertos desde 2007.​

Considerado un hombre de la “línea dura, fue fiscal y fiscal adjunto de Teherán durante las décadas de 1980 y 1990. Durante esa etapa, el número de muertos del bando opositor estuvo en el orden de los cinco mil como resultado de las detenciones, afirmó Amnistía Internacional.

Triángulo de fuego: Estados Unidos- Irán- Israel

La muerte del presidente Raisi se da en medio de una situación regional altamente explosiva dada, principalmente, por el genocidio israelí en Gaza contra Palestina con la cual Irán tiene estrechas relaciones.

Pero las relaciones entre EE.UU. Israel e Irán forman un triángulo de fuego de larga data.

En el 2002, la revelación de la actividad nuclear iraní introdujo un signo de preocupación en la comunidad internacional, dada la situación siempre explosiva imperante en la región medioriental. Desde entonces, Estados Unidos ha utilizado el tema para aumentar su hostilidad hacia Irán, aplicar sanciones unilaterales e impulsar acciones en organismos internacionales.

Al respecto, “Washington no descarta el uso de la fuerza para detener el programa nuclear iraní”, afirmó el 14 de julio de 2022 el presidente Joe Biden durante su paso por Israel.

Entre los momentos de tensión figura también el asesinato en Iraq del general iraní Qassen Soleimani, en enero del 2020, mediante una operación militar relámpago de alta precisión de Estados Unidos. El militar iraní era considerado un héroe en vida y EE.UU. lo acusaba de la muerte de “cientos” de sus ciudadanos. La respuesta iraní no se hizo esperar mediante un ataque con misiles a dos bases de estadounidense en Irak con pocos resultados.

Otro foco de gran tensión estalló con el bombardeo israelí al consulado de Irán en Damasco, el primero de abril pasado. Allí murieron 13 personas, entre ellos, el general Mohammad Reza Zahedi, quien dirigió la Fuerza Quds de la Guarda Revolucionaria iraní en el Líbano y Siria hasta 2016, cuyos destacamentos están especializados en la guerra no convencional y en inteligencia militar operando fuera de las fronteras de iraníes.

Pocos días después, en respuesta, Teherán lanzó 300 drones y misiles contra una base militar en Israel, rechazado con la Cúpula de Hierro, su sistema de defensa antimisiles, y el apoyo de países aliados como EE.UU., Reino Unido y Jordania, informaron medios internacionales.

No obstante, la operación fue calificada como exitosa y “en ejercicio del derecho de legítima defensa que demuestra el enfoque responsable de Irán hacia la paz y la seguridad regionales e internacionales”, afirmó el entonces ministro iraní de Exteriores, Hossein Amir-Abdoulahian.

Luego, el 19 de abril, Israel lanzó un “ataque limitado” contra objetivos militares en Ia provincia iraní de Isfahán. Allí está enclavada una gran base aérea, un importante complejo de producción de drones y misiles; además, varios sitios del programa nuclear iraní, entre ellos la central de Natanz, donde se realiza el proceso de enriquecimiento del uranio.

Sobre esa agresión, las autoridades persas no reportaron víctimas ni daños de consideración. Analistas valoran la acción como de “advertencia” para evitar una escalada del conflicto entre ambos países y las muy graves consecuencias que podría conllevar.

A la vuelta de la esquina está la decimocuarta elección presidencial en la República Islámica que será anticipada para el próximo viernes 28 de junio, tras la muerte del presidente Ebrahim Raisi.

Ahora queda esperar qué pasará en este nuevo contexto bajo un clima impactado por la sospechosa muerte del mandatario, las tensiones entre el gobierno y la oposición interna, y al giro impredecible que pudieran dar las irreconciliables relaciones entre Teherán, Washington y Tel Aviv. (FIN)

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Roger Ricardo Luis
DrC. Roger Ricardo Luis. Profesor Titular de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana. Jefe de la Disciplina de Periodismo Impreso y Agencias. Dos veces Premio Latinoamericano de Periodismo José Martí.

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