Parece increíble lo apacible del amanecer en el entorno residencial de los eternos rivales que son el Gallo y el Gavilán, más cuando se pudiera tornar de algarabía y bullicio absoluto en la tierra que, año tras año, huele a pólvora y sudor, entusiasmo y belleza, responsabilidad y amor. Ilustrar el comienzo del día se le hace más cómodo a un grupo de profesionales. Ellos se han encargado, durante 20 años, de visitar, a través de las ondas hertzianas, los hogares chamberos; algo así como entrar sin pedir permiso. En materia radiofónica, tienen la palabra.
Desde el 31 de mayo de 2004, la gente de Radio Chambas es protagonista de su propia historia. Se cuenta que los pininos radiales están cifrados, como antecedentes, en el parque Martí de la localidad, en los primeros años de la Revolución, con la ubicación de una pequeña caseta llamada “Radio Base”. Desde allí se ofrecían transmisiones esporádicas mediante equipos de altavoces con una identificación propia. Todo ello evidenciaba las aspiraciones de los chamberos de contar con una emisora local.
Cuentan los fundadores de la planta radial que, al escucharse por primera vez las ondas sonoras de la 90.7 de la FM, la varilla estaba bastante elevada.
Las preferencias de los receptores se dirigían hacia la vecina provincia de Sancti Spíritus, con años de prestigio de sobra en convertir el sonido en mensaje. Pero no pasó mucho tiempo hasta que los oídos se enfocaran en su recién nacida emisora.
Las famosas cuatro esquinas pasaban de ser cuartel general del Gallo y el Gavilán a convertirse en el epicentro de la actualidad sonora chambera, con ocho horas al aire y una parrilla de programación que, cada día, se acerca más a su entorno. Programas informativos, de facilitación social, variados y musicales recrean el espectro sonoro del municipio para satisfacer los más disímiles gustos.
Miguel Ángel Cristóbal, locutor y fundador de la Voz de la Parranda, asegura que “estar 20 años en la preferencia de los oyentes es un reto; buscamos diariamente iniciativas que ellos reciben con gratitud, transmitiendo optimismo, reflexión, entretenimiento e información”.
De eso se trata, no puede haber mejor realidad que el acercamiento a los radio-escuchas, quienes, a manera de retroalimentación a través de sus llamadas telefónicas a cada uno de los programas, expresan su satisfacción de contar con un equipo de profesionales de alta valía, capaces de entregar un producto de calidad.
Al decir de Yaimer Mujica, periodista de la planta radial: “(…) Ya nos hemos ganado el cariño de los oyentes, los que, puntualmente, esperan a que sean las 12:00 meridiano para sintonizar su emisora”.
El pequeño colectivo de Radio Chambas, vive al compás de su tiempo. Allí la naturalidad, el dinamismo y la cercanía a las audiencias, mantienen la comunicación vital de la emisora comunitaria con cada corazón. Se convierte así en la voz más parrandera del centro de Cuba. (Tomada de Invasor)