Este primero de diciembre se celebra en Cuba el Día del Locutor, efeméride instituida desde el año 1954 en cumplimiento de uno de los acuerdos de la reunión del Colegio Nacional de Locutores (CNL), a propuesta de sus integrantes, en recordación del joven y activo colega del gremio, Jorge Luis Nieto García, tempranamente fallecido.
La conmemoración se hizo segura tras la firma de un decreto que precisaba se realizaría, a partir de ese mismo año, en esta fecha.
Vale apuntar que siete años antes, en la ciudad de Camagüey, durante los días 25 y 26 de enero de 1947, se efectuó el primer encuentro del CNL, del que surgió su junta directiva con la presencia de profesionales de este oficio de toda la nación, quienes, entre otros acuerdos, aprobaron proponer a las autoridades la Ley del Retiro del Locutor, gestionar la creación de la Escuela Nacional de Locutores, fundar la Casa del Locutor en La Habana y en el resto de las provincias —entonces seis—, propiciar la Ley de Radio e instaurar el Día del Locutor.
Este último aspecto fue propuesto por Félix Travieso (fundador de Radio Reloj) quien era vocal del CNL, seguidamente fue secundado con frases de apoyo de varios de los presentes, entre ellos Jorge Luis Nieto, quien entonces trabajaba en RHC Cadena Azul. La idea logró aprobarse por unanimidad y se comenzaron las gestiones para tal fin.
Hacia finales del mes de noviembre del año 1953, víctima de la enfermedad de Hodgkin —cáncer del sistema linfático— y con solo 33 años de edad, Nieto falleció en la capital tras dejar una amplia hoja de servicios en la radio nacional desde que, a la edad de 12 años, se inició como locutor en la emisora CMJP, de la ciudad de Morón, entonces perteneciente a la provincia de Camagüey. En 1938 se radicó en La Habana.
Al disolverse la RHC Cadena Azul comenzó a desempeñarse en la CMQ. En sus breves años de existencia, sobresalió por ser excelente locutor y animador, con una dicción y timbre que muy pronto ganaron la simpatía de los radioescuchas. Fue ferviente defensor de la unidad del gremio y de sus demandas.
Entre el 27 y el 30 de julio de 1952, la Ciudad de México fue sede del Primer Congreso Interamericano de Locutores, organizado por los directivos del CNL y la Asociación Nacional de Locutores del país azteca. Hace diez años, Cuba propuso celebrar, cada 27 de julio, el Día del Locutor Hispanoamericano para recordar aquella reunión de profesionales de la palabra.
Fenómeno de la comunicación insular
La conmemoración del Día del Locutor en Cuba tiene sus antecedentes en el momento en que Luis Casas Romero realizó su primera transmisión radial en La Habana, el 22 de agosto de 1922. El furor de la radio devino fenómeno significativo entre la sociedad insular que presenció la pronta proliferación de numerosas plantas en toda la geografía nacional, y junto con ellas el inicio de una nueva profesión: el locutor; motivo por el cual el 20 de octubre de 1935 se instituyó en Camagüey la primera Asociación de Radio Locutores en Cuba, de la cual surgió, poco después, el CNL.
Con sólidas bases organizativas, los trabajadores de la radio encargados de trasmitir con su voz, a través del éter, disimiles sensaciones y emociones, lucharon por la unidad en el análisis de los aspectos inherentes a su labor en cada planta.
Los más diestros eran capaces de educar, movilizar y guiar a los radioescuchas que asimismo se identificaban con sus estilos y su singular manera de expresarse en los noticieros y otros espacios, entre ellos, los culturales y los deportivos. La imagen de aquella persona que persuadía a sus interlocutores a través del aparato captador de las señales radiales, era imaginada con infinidad de figuras asociadas a sus voces.
Un grupo de connotados locutores y directivos de la radio, como Goar Mestre, Ramón L. Bengochea, López del Rincón, Roberto García Serra, Eduardo Héctor Alonso e Ibrahim Urbino, participaron en el primer Congreso Interamericano de Radiodifusores celebrado en el año 1945 en Río de Janeiro, Brasil, y al que asistieron delegados de toda Latinoamérica. Dentro de los objetivos de aquella cita estuvo el de unificar a las radioemisoras del continente a través de la creación de la Asociación Interamericana de Radiodifusores.
Una voz rebelde desde la Sierra Maestra
El 24 de febrero de 1959 salió al aire, desde la Sierra Maestra, Radio Rebelde, emisora de la Revolución identificada con la voz de la inolvidable locutora Violeta del Casal Díaz, símbolo de la mujer locutora en Cuba y eximia actriz. Ella, desde el mes de agosto de 1958, comenzó a ser perseguida por sus actividades revolucionarias, motivo por el cual abandonó la escena para después de participar en la Huelga del 9 de abril y sufrir detención en La Habana, partir hacia la Sierra Maestra e inscribirse en la historia por la independencia nacional. Su voz se unió, desde la altura insurrecta, a la de los revolucionarios Ricardo Martínez, Orestes Valera, Guillermo Pérez y Jorge Enrique Mendoza.
En el silencio del hogar, la mayoría de los cubanos esperaban la potente voz con elevados matices de Violeta. Su memorable “Aquí, Radio Rebelde”, llegaba desde la montaña para informar al pueblo de los últimos acontecimientos del Ejército Rebelde.
Mujer con una admirable belleza, a inicios de la década de los años 1950 fue considerada, junto con Marisabel Sáenz y Rosa Felipe, como una de las tres mejores actrices del teatro cubano. Se graduó en la Universidad de La Habana de Doctora en Filosofía y Letras y Pedagogía, respectivamente; además de culminar estudios en la Academia de Arte Dramático. En la década de los años 60 del pasado siglo fue directora de Radio Rebelde, tarea que alternó con sus actuaciones en la radio y la televisión.
Creación del ICRT
Luego del triunfo de la Revolución Cubana, entre los días finales del año 1961 y principios de 1962, la Comisión de Orientación Revolucionaria, primera de las Organizaciones Revolucionarias Integradas —posteriormente devenida Partido Unido de la Revolución Socialista—, institucionalizó las redes de radio y televisión existentes en el país a través de la firma de la Ley 1030 que validaba la creación del Instituto Cubano de Radiodifusión, el 24 de mayo de 1962.
Trece años después, esta institución pasó a denominarse Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), con el fin de garantizar que en ambos medios se ofreciera una programación portadora de altas virtudes políticas, ideológicas, sociales, éticas y estéticas al servicio de los conocimientos, la cultura, la recreación y la defensa de los valores e intereses más sagrados de la nación y de todos sus ciudadanos, dirigida a profundizar los más elevados ideales patrióticos e internacionalistas de nuestro pueblo en la lucha por su independencia, soberanía e identidad nacional y su amor a la construcción del socialismo teniendo en cuenta las necesidades y deseos del público.
Locutores por toda Cuba
Actualmente la red de radiodifusión de Cuba está compuesta por más de 800 transmisores ubicados en 363 centros técnicos a lo largo y ancho del país. De estos, se han instalado varios para mejorar la cobertura de Norte, Centro y Sur América, así como el área del Caribe, lo que elevó también su eficiencia y confiabilidad.
La Radio Cubana ha crecido a tal punto que actualmente exhibe 99 emisoras, entre nacionales, provinciales, municipales y locales, además de la internacional Radio Habana Cuba, las cuales llegan a cubrir un 98 por ciento del territorio nacional.
En cada una de esas plantas laboran numerosos locutores, entre ellos, jóvenes que se han enriquecido con la experiencia acumulada durante varios años por otros consagrados para de tal modo identificar a estos artífices de la expresión hablada como un gran colectivo cuyo ejercicio se caracteriza por su calidad profesional, amén de su total consagración y superación.
Figuras reconocidas
Entre los locutores más destacados en Cuba se recuerdan a los singulares y carismáticos Germán Pinelli y Consuelito Vidal, así como a César Arredondo, Moraima Ruiz, Antonio Pera Quintana y Manolo Ortega. Igualmente, en este primero de diciembre, vale evocar a otros grandes de la locución como Franco Carbón, Josefa Bracero, Julio Acanda, Julio Alberto Casanova, Laritza Ulloa, Margarita Balboa, Marialina Grau, Marianita Morejón, Marino Luzardo, Miguel Navarro, Nancy González, Obelia Blanco, Orlando Castellanos, Rakel Mayedo, Rosalía Arnáez, y Marta Yabor Ballbé.
Reconocidas y queridas por el pueblo cubano, asimismo, son las figuras y voces de Agnés Becerra, Ángel Miguel Alea, Rafael Serrano, Teresita Segarra, Yolanda Pujols, Fela Jar, José Antonio Nápoles, Fernando Guardado, Eva Rodríguez, Georgina Almanza, Irma Shelton, Magdiel Pérez, Marta Velazco, Nela del Rosario, Talía González, Eddy Martin, José (Pepe) Mejías, Eduardo Rosillo, Dinorah del Real, Cepero Brito, Bárbara Sánchez Novoa, Mauricio Lomonte, Asenneh Rodríguez, Alden Knight, Floirán Arencibia, Isabel Fernández, Irela Bravo, María Victoria Gil (Viki), Pedro Martínez Arcos, Máximo Velázquez y Rodovaldo Hernández, y otros muchos que harían interminable esta lista. Algunos de ellos ya fallecidos y otros que han seguido por el camino del éxito emprendido por aquellos.
Mención aparte merece Hugo Rojas Galindo, de la CMKW (hoy Radio Mambí, en Santiago de Cuba), mártir de la locución, asesinado por los sicarios batistianos.
Obstáculos subjetivos
Por supuesto, en el giro de la locución en nuestro país existen dificultades, la mayoría de estas subjetivas, derivadas de la insuficiente formación de algunos de estos profesionales que precisan trabajar más y mejor su ejercicio como comunicador, para lo cual no basta con ejercitar una poderosa y llamativa voz, sino poseer una vasta cultura general que les permita tratar disímiles temas, sobre todo en la modernidad cuando a través de la internet las personas tienen conocimiento de los más variados asuntos relacionados con la cultura, la ciencia, el deporte… Para el locutor es de vital importancia ser creíble, culto e informado.
La Cátedra Cubana de Locución (CCL) tiene entre sus objetivos resolver estos problemas tratados, de manera recurrente, en sus eventos científicos, oportunidad en que igualmente analizan asuntos relacionados con la ética del locutor y los peligros asociados a su salud vocal, la narración oral, las tecnologías, la capacitación y desarrollo integral.
Necesidad de afianzar fuertemente el trabajo de los locutores
Guillermo Pavón, vicepresidente del ICRT, durante el Séptimo Taller Nacional “El arte de la locución” y el Quinto Encuentro Pedagógico sobre Formación y Perfeccionamiento de Locutores, enfatizó que “el ICRT tiene que afianzar fuertemente el trabajo de los locutores cubanos y ofrecerles más oportunidades profesionales”.
Durante el encuentro, que sesionó entre el 29 de noviembre y el primero de diciembre de 2018 en el Aula Magna de la Universidad Máximo Gómez Báez, en Ciego de Ávila, Pavón señaló que su organismo “tiene aún muchas deudas que saldar con estos profesionales de la comunicación; y se impone perfeccionar, junto con la academia, el modo de formación de los locutores cubanos.
“La vida de este profesional es una de las más apasionantes, y por ello debemos lograr que el locutor sea cada vez más comunicador verdadero. No puede pasar mucho tiempo sin que un grupo de locutores se reúna para discutir sus problemáticas. Y tenemos que volver a hacer reencuentros habituales con los ellos, renovar estrategias de trabajo, y no olvidar nunca las esencias fundacionales de la locución cubana”, dijo Pavón.
Trascendencia mundial
A pesar de las deficiencias, la locución cubana es paradigma en Iberoamérica, por su calidad profesional que ha trascendido al mundo a través de muchas de las emisoras que tienen alcance internacional, amén de las prestigiosas ondas cortas de Radio Habana Cuba.
La locución, una de las profesiones que más inciden en la formación cultural, educativa, ideológica e informativa de los cubanos, posee la magia de la persuasión, el poder de incentivar sentimientos y emociones a través del dominio de la palabra devenida filigrana para nuestros oídos.
Valgan estas líneas para reconocer y felicitar a estos abnegados trabajadores de la comunicación.
Tomado del periódico Trabajadores
Quedaron fuera varios grandes de la locución, voces de oro femeninas y masculinas, como Gretchen Galindo, Ana Margarita Gil, Gilberto Rosal, Felipe Romero, etc, etc…