Martí fue el alma de Patria. Amó y se consagró a atenderlo debidamente, incluso cuando debió salir de Nueva York. Sus cartas a Gonzalo de Quesada, Benjamín Guerra, Sotero Figueroa y Fermín Valdés Domínguez, que estuvieron entre sus colaboradores más cercanos en ese empeño periodístico, lo evidencian. Desde Atlanta, les aconseja en 1893 no llenar sus páginas de ligerezas, y pulir y limar los artículos, incluso los editoriales que él escribiría y que hará llegar a la redacción.
Se preocupa tanto del contenido como del estilo del periódico. Cuando estaba en la redacción lo mismo elaboraba un artículo o una nota informativa que corregía las pruebas de páginas, o se ponía a amarrar los paquetes salidos de la imprenta y él mismo los llevaba a las oficinas de correos para su distribución. Bajo una nevada lo hizo en más de una ocasión. En los primeros números de Patria, Martí no aparecía como director, pero nadie dudaba que lo era.
Mientras Martí vivió, ninguno de los números de Patria se identificó como órgano del Partido Revolucionario Cubano, aunque de hecho lo era. De tal forma, Martí impidió que se le acusara de violar la Ley de Neutralidad de Estados Unidos. En fin, no dejó jamás ni una tuerca suelta.
Mucha preocupación expresó con la sección titulada En Casa, en la cual se insertaban noticias sobre la isla. En una carta le pide a Gonzalo de Quesada que el estilo de ese espacio sea limado, “a fin de que las semillas se salven por el arte como se dicen”. También se preocupa porque en sus páginas aparezcan imágenes de lo que ha brillado y brilla en la lucha por la independencia.
Cuando está a punto de estallar la Guerra Necesaria, la del 95, aconseja embellecer y regularizar Patria: Mucha noticia ahora…Todo lo de Cuba…Y siempre con amenidad revolucionaria.
El 10 de abril de 1895, desde Cabo Haitiano, escribe a Gonzalo y Benjamín sobre las campañas mediáticas de tergiversaciones y mentiras que enfrentan los revolucionarios que ya luchan con las armas en la mano para conquistar la independencia. En esa carta nace esta sentencia, esgrimida muchas veces como arma de combate: “De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace. Ganémosla a pensamiento”, y seguidamente escribe: “Patria ha de ser ahora un periódico alto y hermoso. Antes, pudimos descuidarlo, o levantarlo a braceadas: ahora no. Ha de ser continuo, sobre las mismas líneas, afirmando con majestad lo contrario de lo que se afirma de nosotros”.
Pide a los que quedaron en Nueva York haciendo Patria que con mano firme extirpen el tono burlón o jocoso de los comentarios sobre la guerra. La guerra –les dice a Gonzalo y a Benjamín- es grave…y se espera de nosotros gravedad. Considera que hacer otra cosa quita peso a la causa independentista y revolucionaria.
Con tal ética nació y se desarrolló el periódico Patria. Y por eso fue una publicación que prontamente ganó respeto y credibilidad.
Hay algo curioso en Patria de lo cual no se ha hablado lo suficiente: la inserción de anuncios comerciales y de promoción de diferentes servicios profesionales. Gran parte de su última página era dedicada a tal publicidad. Médicos, dentistas, ingenieros, abogados, notarios, hoteles o casas de hospedajes, tiendas, restaurantes, bodegas, tabaquerías y otras manufacturas existentes en Nueva York ocupaban espacio, siempre que fuesen cubanos o puertorriqueños o cuyos propietarios los empleasen.
Ejemplos de algunos anuncios:
JULIAN MORENO, RESTAURANT CUBANO. LA COMIDA ES CUBANA, ES BUENA, ES MÓDICA. SE SIRVEN CANTINAS A DOMICILIO. 173 Spring Street, Nueva York
HOTEL AMERICA. DE PRIMER ORDEN. CUARTO SOLO. DESDE 1.00 DÓLAR. CON COMIDA: $2.50. (Este anuncio llevaba un dibujo de la portada del hotel).
MANUFACTURAS. (Emplean cubanos y puertorriqueños). Y debajo una lista extensa de estas manufacturas con su nombre y dirección.
Y no faltaba el anuncio del propio periódico Patria:
PATRIA SE PUBLICA TODOS LOS SÁBADOS. NÚMERO 5 CTS. LOS PRODUCTOS DEL PERIÓDICO SE DESTINAN A SU MANTENIMIENTO. TODAS LAS COMUNICACIONES SOBRE REDACCIÓN O SUSCRIPCIONES DEBEN DIRIGIRSE AL ADMINISTRADOR…
Cuando José Martí desembarca en Cuba no deja de preocuparse por Patria. Reclama nuevamente que sea un periódico de muchas noticias, pero a la vez pide la necesaria y adecuada discreción para evitar el descubrimiento de los planes de la dirigencia de la Revolución.
Otra constante en la estrategia de José Martí es impedir en todo momento la desunión de las fuerzas revolucionarias, y de ahí su pensamiento de que Patria nace para amar y juntar. No quiere que en la Guerra Necesaria se reediten las desavenencias y divisiones que hubo durante la Guerra de los Diez Años. “Nace este periódico, a la hora del peligro, para velar por la libertad… para evitar que el enemigo nos vuelva a vencer por nuestro desorden.
Martí se apoyó en Patria para fomentar el ánimo independentista, aunar voluntades, allegar fondos y sobre todo compulsar a hombres y mujeres a incorporarse a la lucha.
Cuando Martí cae en Dos Ríos, Patria le dedica un número especial, en el cual intelectuales de mucha valía que estaban en Nueva York escriben sus impresiones sobre este extraordinario revolucionario, escritor y periodista cubano, cuyo nombre está inscripto entre los grandes pensadores de Cuba y de América.
De Patria salieron 522 números. Ahora bien, su etapa más luminosa estuvo mientras vivió el Apóstol, su creador. Patria dejó de publicarse el 31 de diciembre de 1898. Se despidió con una nota titulada “Obra terminada”. En realidad, la obra de Martí no estaba terminada entonces, y menos aún cuando Cuba fue invadida y ocupada por las fuerzas del naciente imperialismo norteamericano.
La prensa cubana de hoy es heredera del pensamiento y acción de Patria y de otras publicaciones que le precedieron, como lo fueron los siete números de El Habanero, de Félix Varela, y El Cubano Libre, fundado por Céspedes tras el estallido del 10 de Octubre de 1868, porque como decía el Padre de la Patria, “el que no tiene periódicos está mudo: nadie lo conoce, nadie lo procura”.
Muchas lecciones nos dejaron José Martí y Patria. En las actuales condiciones de Cuba y del mundo, de forma creativa, las hemos tenido y tendremos en cuenta.
Ilustración de portada: Isis de Lázaro.