“Una mano que cerrada en forma de puño puede dar las dimensiones del corazón del dueño, ofrece a quien observe múltiples revelaciones, y si son manos que parecen tener vida propia como las de Fidel, entonces son como mapas cristalinos del alma”.
Para la periodista Alina Perera, el misterio de esa cartografía está en las manos del Comandante: “abiertas y tendidas a incontables seres humanos…manos que sabían posarse con especial ternura en la cabeza de un niño…manos que acomodaron micrófonos en discursos inolvidables, que sabían y tocaban las mejillas del dueño en una gestualidad única”.
Como parte de un resumen posible, podría decirse “manos ejemplo”, sintagma que nombra también a la exposición fotográfica inaugurada, en la sede de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), en la mañana de este 24 de noviembre.
El homenaje —a solo un día de cumplirse el séptimo aniversario de la muerte del líder histórico— presenta veinte fotografías de los artistas Alberto Korda, Raúl Corrales, Osvaldo Salas, Roberto Salas, Liborio Noval, Raúl Abreu, Ismael Francisco, Roberto Chile y Alex Castro quienes captaron momentos de la vida de Fidel en las que sus manos expresivas conversan con el mundo y lo cambian para siempre; unas veces desde la acción, otras desde el silencio inquieto.
“Guayasamín —agregó Alina, en la presentación de la expo— no pudo resistirse y las recreó con su pincel. Dio a las manos de Fidel vida propia, como si fuesen dos criaturas autónomas, que juntas obraban la maravilla de expresar todo tipo de sentimiento”.
La muestra, con la curaduría de Enith Alerm, directora del Memorial José Martí, y de Roberto Chile, narra el bregar de Fidel desde los primeros años de la Revolución con la autenticidad de otros detalles: “manos con un dedo acusador que sirvieron para señalar caminos y que supieron servir de visera para que su dueño mirase mejor a lo lejos, oteara horizontes más humanos y emancipadores (…) manos que ayudaron a levantar un país, que pusieron a ese país en el mapa del mundo”.
Durante la inauguración, se presentó el audiovisual “Fidel y los periodistas”, una
A decir verdad —concluyó Alina— una mano cerrada de Fidel en forma de puño jamás hubiera dado las medidas de su corazón; porque su corazón de humanista —a no dudarlo— era insondable, sin límites o parangón alguno.
Foto de portada: Abrazo. Roberto Chile (2012).