«Sentimos orgullo por los delegados de la radio y la televisión al XI Congreso de la UPEC», afirmó Alfonso Noya, presidente del Instituto de Información y Comunicación Social (IICS), en un encuentro de estos profesionales con sus directivos y líderes gremiales.
Ante Ricardo Ronquillo, presidente nacional de la UPEC, Noya comentó su satisfacción por la coincidencia entre las propuestas y elecciones de la masa y la altura profesional y humana de los colegas a la postre elegidos para la sesión final del evento, que se celebrará los días 2 y 3 de noviembre.
Dedicado a compartir información y a recoger inquietudes sobre el complejo proceso de transformación que emprende la prensa cubana, el evento comenzó con una ponencia en torno a la marcha del experimento de nuevas formas de gestión editorial, económica y tecnológica en medios de lo que hasta hace poco se denominaba ICRT.
De momento, Cubavisión Internacional, Tele Rebelde, Radio Rebelde, Radio Sancti Spíritus, Radio Florida, Tele Pinar y Solvisión están incluidos entre los 16 medios de todo el país que se aventuran por nuevos caminos de gestión para mejorar a un tiempo las condiciones laborales, los ingresos de los trabajadores y la calidad del producto comunicativo y de otros a incorporar.
La marcha de las aprobaciones reglamentarias, las acciones jurídicas y económicas y el sondeo de un cronograma de implementación plena están entre las principales preocupaciones del sector.
En la reunión se expuso el ejemplo de Cubavisión Internacional, que reconoce estar menos adelantado —como sucede a todo el proceso en el país— de lo que quisiera, pero ya consigue ingresos adicionales que emplean en función del medio, consolidan innovaciones editoriales y aprenden a «cazar» oportunidades de desarrollo profesional que antes no veían.
Ricardo Ronquillo ofreció a los colegas una detallada valoración del programa. «El experimento —explicó— responde a una necesidad insoslayable del sistema de prensa pública, en medio que una sociedad ya en red que, en lo comunicacional, no se parece a la sociedad cubana del siglo XX».
El presidente de la UPEC agregó que el acelerado incremento de los accesos a internet en Cuba —ya son más de siete millones de ciudadanos conectados— ha conducido a que los medios públicos pierdan la hegemonía de las influencias nada menos que en el momento en que los enemigos de la Revolución han creado un sistema de medios privados y laboratorios de intoxicación destinados a derrumbarla.
Convencido de que la comunicación pública es el terreno fundamental de la disputa por el país, el presidente de la UPEC resumió los propósitos del experimento: dotar a los medios de mayores autonomía y autorregulación, fortalecerlos —nunca privatizarlos, como temen algunos—, rescatar la naturaleza económica que perdieron durante décadas, y ejecutar cambios que no vinieron «de arriba» sino de las propuestas en los colectivos.
Ronquillo expuso la necesidad de vencer con ingresos la matriz de que los periodistas son los profesionales peor pagados del país, lo cual deviene dilema de sobrevivencia o extinción toda vez que ya no solo nos disputan los contenidos sino también los profesionales que formamos.
La intensa preparación de estos procesos nos debe preservar, a juicio del presidente de la UPEC, de llegar al XI Congreso con una catarsis porque, si bien es cierto que la crisis continua, el país ha cambiado las bases para avanzar en la transformación radical de su sistema de prensa.
En el encuentro también participaron, entre otras personalidades, Belkis Pérez Cruz y Jorge Legañoa, vicepresidentes del Instituto de Información y Comunicación Social.
