Desde el 7 de octubre, la Franja de Gaza, única tierra palestina liberada a través de la lucha armada, ocupa titulares tras el lanzamiento por su resistencia de la operación Diluvio de Al-Aqsa y las continuas masacres de Israel.
En medio de una campaña mediática y propagandística de Occidente y Estados Unidos para demonizar a la resistencia, la confrontación actual va más allá de la soberanía de Palestina, es la lucha contra los planes de dominación colonial, enfatizó el secretario general del Partido Democrático Popular de Líbano, Mohammad Hachicho.
Para el dirigente político, “no había otra vía que las armas”, mientras Israel persistía en su proyecto de judaizar la tierra, exterminar a la población y ocupar a los países árabes circundantes a Palestina.
En diálogo con Prensa Latina, el luchador de izquierda enfatizó que la verdadera esencia del conflicto es de naturaleza nacional y de liberación, frente a una entidad colonial de asentamientos, expansionista, racial y fascista.
De acuerdo con el ideólogo, la batalla en curso de la resistencia palestina tiene objetivos específicos: liberar territorios, erosionar la autoridad y reputación de Israel y humillar a su ejército, que es la columna vertebral del Estado sionista.
Gaza, bastión de la resistencia
La Franja de Gaza es parte de la Palestina histórica y cayó bajo la ocupación en 1967, sin embargo, constituyó una pesadilla para las fuerzas israelíes durante todo su periodo de conquista, y le infligió pérdidas significativas, apuntó.
El movimiento Hamas tomó el poder del enclave costero en 2017 y constituye una pieza integral del llamado Eje de Resistencia en la región, aseguró el militante, quien aclaró que sus miembros no están en el mismo plano en términos del trasfondo ideológico, visión política del conflicto, y programa de confrontación y liberación.
No obstante, el líder partidista subrayó que el costo de la resistencia palestina (Hamas, Yihad Islámica, Frente Democrático y Popular de Liberación) es mucho menor que el de la rendición a las ambiciones coloniales.
En este sentido, consideró que la decisión de emprender la operación Diluvio de Al-Aqsa respondió a la preparación actual de la resistencia palestina y a la situación política, económica y militar israelí, tras el rechazo popular a las reformas judiciales y la negativa de algunos reservistas a unirse al ejército.
Al mismo tiempo, Hachicho precisó que la entrada del Eje de Resistencia en la actual confrontación será inevitable en caso de una invasión terrestre a Gaza, la ejecución de desalojos masivos y la intervención militar directa de Washington.
Los frentes están preparados y listos para ingresar en la batalla cuando sea necesario, desde Líbano, Siria, Iraq y Yemen, con una profundidad estratégica respaldada por Irán, aseguró.
En opinión del nacionalista esta unidad de los frentes no es casual, en la historia del conflicto árabe-israelí, las masacres contra civiles palestinos y árabes nunca cesaron, incluso cuando la resistencia no tenía la fuerza y eficacia de hoy.
¿Comunidad Internacional?
Según comentó a Prensa Latina, desde el establecimiento del Estado de Israel en la tierra palestina en 1948, la narrativa de la superioridad sionista es respaldada por el imperialismo mundial, patrocinador de la entidad debido al apoyo militar, económico, tecnológico y político ilimitado.
A propósito, Hachicho rechazó la protección constante a Tel Aviv en los foros internacionales, para atemorizar a sus enemigos, desalentar a los resistentes y justificar la complicidad del sistema oficial árabe.
En este sentido, la noción de doble rasero y la selectividad de los estándares son erróneas. “Hay un solo estándar que el imperialismo aplica: o estás con nosotros o estás en contra”, agregó.
Desde esta perspectiva, el experto consideró que la postura estadounidense y occidental y la comunidad internacional etiqueta como violencia y terrorismo las guerras de liberación, la defensa de la soberanía, la resistencia contra la ocupación y la erradicación de los restos del colonialismo.
Al mismo tiempo, resaltó que luego de la firma del Acuerdo de Oslo en 1993 y el alto precio que el pueblo pagó por ello, la inmensa mayoría de los palestinos optaron por la opción de la resistencia popular y la lucha armada, amparados en la Resolución 3070 de la Asamblea General de Naciones Unidas.
Hasta el día de hoy, Tel Aviv ignoró el derecho palestino, estableció la impunidad como carta de presentación y burló el Tercer Convenio de Ginebra sobre Prisioneros de Guerra y el Cuarto Convenio de protección a civiles en territorios ocupados.
A su vez, el gobierno israelí violó el Pacto Internacional de Derechos Civiles, la Declaración Universal de Derechos Humanos y más de 78 resoluciones del Consejo de Seguridad.
Fragilidad de Israel
En medio del abrumador apoyo de Estados Unidos y Occidente, el jefe del Partido Democrático resaltó que la ruptura de la posición de fuerza de Israel comenzó hace muchos años, en especial después de la retirada forzada de su ejército de Líbano en el año 2000, sin condiciones ni restricciones.
Al respecto, ejemplificó los resultados de la guerra de julio de 2006 en suelo libanés que dejaron caer el prestigio y la reputación de los uniformados israelíes y la entidad suplicó después de 33 días de lucha un alto al fuego; además de los enfrentamientos con la resistencia palestina en la Franja de Gaza en 2008, 2014, 2021 y 2022.
En el presente, apuntó que la batalla Diluvio de Al-Aqsa socavó la moral de los soldados israelíes, tras unos pocos cientos de combatientes en una zona sitiada desde los cuatro lados, liberaran más de 600 kilómetros cuadrados en pocas horas y penetraran las fortificaciones, la pared electrónica y los sensores del ejército.
Asimismo, las milicias causaron más de mil 500 muertos y capturaron cifra superior a los 200 prisioneros, además de deambular por las calles de los asentamientos durante 48 horas.
El apresuramiento de Estados Unidos al enviar parte de su flota al Mar Mediterráneo confirma la derrota del régimen sionista, ya que esta entidad tenía la responsabilidad de proteger y asegurar los intereses imperialistas en la región, valoró.
De acuerdo con el político libanés, Washington sabe que el Eje de la Resistencia no permanecerá inactivo y posee capacidades y recursos que pueden dañar los intereses y su presencia en el área, e incluso fuera de Medio Oriente.
Los misiles y drones yemeníes pueden alcanzar las bases estadounidenses en los países del Golfo, el Mar Rojo y el Estrecho de Bab el-Mandeb, comentó.
En paralelo, Hachicho destacó que la resistencia de Iraq tiene la capacidad de atacar las bases norteamericanas en la frontera con Siria; en tanto, Hizbulah de Líbano y las fuerzas sirias pueden llegar a cualquier punto de la histórica Palestina.
Por lo tanto, consideró que la estrategia de respuesta se centra en mantener al enemigo ocupado, ponerlo en un estado de alerta agotadora en el frente libanés, y así obstaculizar su capacidad de transferir fuerzas desde el norte de Palestina hacia el sur en preparación de la invasión terrestre.
A pesar del alto costo y los sacrificios, Hachicho resaltó que la batalla por la liberación de las tierras y la emancipación de Palestina continuará con un liderazgo sólido y una firme voluntad entre los resistentes, respaldados por el regazo popular.