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De la historieta a los superhéroes, con gran parada en el cine

La conexión entre la historieta y los audiovisuales, conceptualmente hablando, radica en la narración de una historia por medio de imágenes y textos, y en ambos géneros los dos elementos son preponderantes.

Remontarnos al principio de este complejo y apasionante viaje nos ayuda a entender ¿qué pasó, de dónde viene cada uno o quiénes fueron los pioneros?

Diversas publicaciones se refieren a que la historieta inicial pertenece al británico Thomas Rowlandson con Los viajes del Doctor Syntax, del año 1809, considerado el inventor de los cómics o aventuras seriadas de la historia.

Sin embargo, se dice que el primero fue The Yellow King, (El Rey de Amarillo), publicado en 1895.

Este último es un libro de cuentos de terror sobrenatural del escritor estadounidense Robert W. Chambers, con texto que lleva el nombre de una obra de teatro ficticia del mismo título, mencionado repetidamente en algunas de las historias.

Otro pionero fue el caricaturista suizo Rodolphe Töpffer, también pedagogo, escritor y pintor, estimado el padre de la historieta moderna.

Sorprende cómo el mundo de los cómics influenció en la cultura popular actual. Las formas, los estilos y los códigos cambian, por ello, también el motor de búsqueda de Google busca las oportunidades y crea condiciones.

Un recorrido ahora nos lleva por una exposición en línea titulada El Palacio de Versalles en el cómic, a través de la cual se viaja por técnicas creativas con “los Códigos en los Cómics”.

Uno de los grandes artistas, a quien se le atribuye el título de padre de muchos superhéroes, es Stan Lee, creador de un fantástico mundo de superhombres, con superpoderes, que luchan contra el crimen y el mal, pero con virtudes y defectos humanos.

Lee es la mente creativa detrás de algunos personajes emblemáticos como Spiderman, los X-Men, Hulk y Capitán América, entre otros.

De la historieta a los superhéroes, pasando por la caricatura (retrato exagerado o distorsionado de la apariencia física de una o varias personas), hasta hacer una extensa parada en el cine, el gran descubrimiento de los audiovisuales. Ese fue el desafío.

El cinematógrafo —con un material de 46 segundos de los hermanos Lumiere— fue la revelación del año (1895) que provocó una gran interrelación hasta nuestros días, con elementos en común y diferencias también a la hora de la realización.

Durante una entrevista exclusiva con Prensa Latina, las respuestas a muchas inquietudes sobre el mundo de la historieta y los audiovisuales las obtuvimos del periodista, diseñador gráfico, dibujante, guionista y director de dibujos animados, Ernesto Padrón.

Parece que es una cuestión de genes y se lleva en la sangre. Se trata de un talento de familia, pues su hermano Juan Padrón (1947-2020) fue el reconocido caricaturista cubano, creador de Elpidio Valdés, su más célebre personaje animado, y también el realizador del largometraje Vampiros en La Habana (1985).

Interrelación historieta-audiovisual

Acerca de la interacción entre la historieta y los audiovisuales, Padrón explicó que conceptualmente es la narración de una historia por medio de imágenes y textos, lo cual las conecta de manera directa.

Mi hermano Juan dijo en una ocasión: “Lo que más se parece al cine es la historieta. Prácticamente te enfrentas a los mismos problemas artísticos: encuadre, diálogo, ruidos, ¿cómo caracterizar a los personajes?, ¿qué edito?”

En ambos géneros, al decir de Ernesto, la imagen es predominante, sin embargo, al texto se le considera asimismo un complemento importante; es por ello que los creadores de ambas formas expresivas deben tener, además de talento, conocimientos de dibujo, fotografía y diseño.

Es básico poder establecer con eficacia los parámetros de la escena en cada cuadro de la historieta o en cada plano del audiovisual, aseguró.

De igual forma, todo el que se desempeñe en el campo de la historieta, la caricatura, el dibujo animado y el fantástico mundo del diseño artístico debe tener conocimientos literarios.

Ese es, igualmente, un universo de diálogos, en los cuales la síntesis y la funcionabilidad dramática son fundamentales, zona no siempre fácil para dibujantes o directores.

No es fortuito que una parte de los creadores del cine de animación primero se hayan desarrollado como historietistas.

¿Dónde están las diferencias?

Para Ernesto Padrón, las diferencias entre la historieta y el audiovisual están dadas por la concepción de trabajo y sus soportes materiales y comunicativos.

La historieta, por lo general, se realiza en solitario y con los productos clásicos de cartulina y tintas, o digitalmente, en estos casos, cuando no hay un equipo que se divida guion, dibujo, globos de textos y color, precisó el realizador.

En este género, la impresión, como parte final del proceso, iguala, mejora o merma todo el trabajo invertido en dependencia de la máquina, del papel, las tintas y la profesionalidad de los operarios; y en tiempos de crisis escasean todos esos recursos, analizó el creador de la primera serie de animación cubana computarizada.

Afortunadamente, el consumo digital —no todos tienen condiciones para hacerlo— ayuda un poco a suplir esa falta de libros y revistas dedicadas a este género en Cuba.

Mientras, la forma de trabajar los audiovisuales es diferente al tratarse de un arte notablemente colectivo.

Hasta los guiones, en muchos casos, se le consultan al equipo,  al sumársele talento en todos los procesos de producción, incluido un boceto animado de la obra —Animatic, StoryReel o Tira Leica— que se confrontan igualmente con el público para validar su efectividad, detalló.

Creatividad vs procesos artísticos deprimidos

La evolución de todos esos procesos artísticos y tecnológicos —de lo analógico a lo digital—, viabilizó una mayor libertad en la producción, en la variedad de formas y técnicas expresivas, y en las posibilidades de insertar las obras en el cine, la televisión o las redes sociales.

Ambos géneros requieren de un presupuesto para remunerar a los creadores y para reproducir sus obras de manera masiva.

Sin embargo, en aquellos períodos cuando ese presupuesto se deprime, también lo hace todo el mecanismo que mantiene a los artistas consagrados, manifestó Padrón.

Todo el sistema de formación que les dará continuidad a otros autores, sustenta y desarrolla la tecnología para masificar las obras, apuntó.

Supervivencia de la historieta hasta nuestros días

El cómic ha sobrevivido hasta nuestros días por su expresividad y su manera de trasmitir ideas y valores, consideró.

Las historietas, al igual que los cuentos ilustrados o los dibujos animados, son medios expresivos ideales para contar fábulas, leyendas, en especial para niños y adolescentes.

A ellos las buenas historias los han hecho reír o llorar, o ambas cosas; con estas obras han tenido experiencias plenas y satisfactorias, y una vez acabadas, sentirán que han aprendido algo sobre la vida o acerca de ellos mismos, apuntó al referirse a la supervivencia del cómic.

Narrar con imágenes y textos, explicó, ayuda enormemente a lograr ese objetivo; la historieta cautiva por esa propia combinación e interacción de imágenes, sonidos y otros efectos.

Al leer un libro, por ejemplo, uno imagina las escenas y los personajes, y es buenísimo desarrollar la fantasía en los niños y adolescentes por esa vía.

Pero fíjate, agregó el artista, cuando el libro tiene calidad y posee buenas cubiertas e ilustraciones interiores se adiciona un importante complemento visual, el cual ayuda a capturar la atención del lector y a retenerla hasta la página final.

No olvido una colección de libros de autores clásicos para el público infantil y adolescente; esta intercalaba las páginas de texto con las de historietas, pero el hábito por la lectura necesita ser rescatado, y las historietas y los animados pueden ser unos excelentes rescatadores, aparte de cumplir su papel como arte.

Balanza inclinada a una relación cómic-cine

A la hora de crear se le presta mayor y especial atención al estudio de la relación entre el cómic y el cine, y apenas se conoce esa interrelación con otros medios.

Ello sucede precisamente por sus semejanzas en la narración de historias  mediante imágenes fijas o en movimiento, reafirmó el entrevistado, quien agregó que la utilización de globos de textos o bandas sonoras son apoyos.

También ocurre porque a través de ese puente conceptual muchos personajes de historietas pasaron a formar parte del cine de ficción o de animación, o viceversa.

Entre los más famosos están los ejemplos clásicos de los protagonistas de Marvel, la saga de películas creadas por Marvel Studios, representadas por los superhéroes de los cómics de Stan Lee.

Quicksilver (X-Men) es uno de los personajes más poderosos del Multiverso cinematográfico de Marvel, así como, Deadpool, Hulk, Capitán América, IronMan y Dr. Strange.

No obstante, en este top y conteo regresivo para subir al podio y saber quiénes se llevan las tres preseas, Thor —Hijo de Odín y con el título de Dios del Trueno nórdico— se cuelga la medalla de bronce.

La Bruja Escarlata, al decir del Multiverso cinematográfico de Marvel, obtiene la plata, y es que ella demostró su valía y poder adquiridos de la gema de la mente.

En el puesto más alto del pedestal para ganar el oro está la heroína más poderosa de todo este mundo, al menos por el momento, y ese sitio lo ocupa, según esta lista, la Capitana Marvel, una Superman del multiverso.

Cuba también aporta sus personajes, comentó el realizador Padrón, y todos en el país conocemos que el lugar en el medio del podio pertenece a Elpidio Valdés.

El animado representa a un mambí que lucha en las guerras de independencia de la nación caribeña contra el colonialismo español.

Pero, además, están El Capitán Plín, cuyo creador es el periodista, director de cine de animación e historietista, Jorge Oliver; y Yeyín, una pionera exploradora de un Cosmopalacio Intergaláctico, obra de Padrón.

Entre las relaciones del mundo animado, otra es la que tienen la historieta con los videojuegos, señaló.

La industria del entretenimiento en las naciones desarrolladas busca diversificarse por todos los medios posibles; haciendo arte, pero sobre todo, en función del mercado.

De ahí que si una idea o un personaje tienen éxito, por ejemplo, en una historieta, enseguida lo adaptan para animados, juegos, discos de música, libros, incluso, hasta obras de teatro, amén del resto de toda la mercadotecnia, precisó.

Por otra parte, es conocida la estrecha relación que, desde finales del siglo XIX, comenzó entre el cómic y el cine, debido a circunstancias históricas, sociales y a su desarrollo en el entorno político.

Fueron franceses los que inventaron y desarrollaron la fotografía, las Pantomimas Luminosas, el cinematógrafo, los primeros experimentos para el control de los fotogramas para realizar trucos animados (George Méliês) y hasta el primer dibujo animado (Emile Cohl Courtet), pero la Primera Guerra Mundial destruyó todo ese enorme progreso, explicó.

De forma paralela a este acontecimiento de la contienda, en Estados Unidos se produjo un boom industrial y de los medios de comunicación que dio lugar a un florecimiento de las tiras cómicas (comics cartoons) y luego a la utilización del dibujo animado como complemento de ese popular género (tiras) en los diarios, concluyó Padrón.

Tomado de Prensa Latina.

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