El mismo día que el presidente Joe Biden aseguraba ante la Asamblea General de la ONU el supuesto deseo de Estados Unidos de “gestionar de forma responsable” la competencia con China, este país confirmaba los “ataques sistemáticos” a su gigante de las comunicaciones, Huawei, por parte de la oficina de espionaje de EE.UU., y que fueron revelados hace diez años por Edward Snowden.
La operación, cuyo nombre en código es Shotgiant, intentó explotar la tecnología de Huawei para que los equipos vendidos —tanto a aliados de EE.UU. como naciones a que evitan comprar productos estadounidenses—pudieran dar a la Agencia de Seguridad Nacional del país del norte acceso a redes informáticas y telefónicas, recordó Rusia Today.
Según un reporte del Ministerio de Seguridad del Estado de China, la NSA (Oficina de Seguridad Nacional estadounidense), a través de su Oficina de Operaciones de Acceso Personalizado (TAO, por sus siglas en inglés), “llevó a cabo repetidamente ataques sistemáticos y basados en plataformas” contra el país asiático en un intento de robar sus “importantes recursos de datos”.
“En 2009, [la TAO] comenzó a piratear servidores en la sede de Huawei y continuó monitoreándolos”, detalla el informe al que tuvo acceso South China Morning Post.
La agencia también buscaba vínculos entre la compañía tecnológica y el Ejército chino, pero los documentos no ofrecían respuestas claras sobre esta supuesta relación.
Según los documentos de Snowden, el ataque de la NSA a la sede del gigante chino se realizó con la intención de obtener información sobre el funcionamiento de los enrutadores y conmutadores digitales de la compañía, así como de monitorear las comunicaciones de los altos ejecutivos.
La guerra entre Huawei y Washington por el mercado global del 5G
Asimismo, en el informe de las autoridades chinas se da cuenta de que la NSA había construido un “poderoso arsenal de ciberataques” para vigilar y robar secretos de varios países. Entre las armas de ataque estadounidense se menciona el código malicioso Bvp47 de la Operación Telescreen, Quantum, FoxAcid y Hive, que se habían utilizado durante más de diez años contra China, Rusia y otros 45 países.
En este sentido, el ministerio acusó al gobierno estadounidense de utilizar la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera para obligar a las compañías a abrir “puertas traseras” en sus sistemas, citando afirmaciones realizadas en 2020 de que la empresa de datos de ubicación X-Mode Social estaba vendiendo información a partes con estrechos vínculos con las agencias militares y de inteligencia del país norteamericano.
Vigilancia masiva de EE.UU.
El alcance de la vigilancia electrónica de Washington fue destapado en 2013 por el exempleado de la CIA y de la NSA Edward Snowden, quien reveló, entre otras cosas, que el gobierno estadounidense recopilaba información sobre las llamadas y mensajes de millones de ciudadanos, espiaba a los líderes mundiales y recogía datos de comunicaciones de Internet de varias compañías como Microsoft, Google, Yahoo! y Apple.
En 2017 WikiLeaks filtró una serie de miles de documentos denominada Vault 7, que expuso el arsenal de hackeo de la CIA. La organización publicó casi 9 000 archivos que describían la capacidad de la agencia para realizar vigilancia a través de dispositivos electrónicos y de aprovechar las vulnerabilidades de las plataformas Android, iOS y Windows, señaló RT.
Más recientemente, Washington ha aplicado restricciones y sanciones contra el desarrollo tecnológico del país asiático y concretamente contra Huawei, pasando por la industria de los semiconductores, que han sido respondidas con contramedidas por Beijing y calificadas por observadores como una guerra tecnológica entre ambas naciones.
(Con información de RT)