“Defender a Alejo Carpentier es defender nuestra cultura”, dijo Alpidio Alonso Grau, ministro de Cultura, al dejar constituida en la sede gubernamental, durante la mañana de este 14 de septiembre, la Comisión encargada de diseñar un programa conmemorativo (que se extenderá durante un año) por los 120 años del natalicio de Alejo Carpentier y el 30 de la Fundación que lleva su nombre.
El propósito —subrayó— es promover la lectura de la obra de Carpentier dentro y fuera de Cuba, por su profundo sentido descolonizador, de defensa de la cultura latinoamericana. “Fue uno de los fundadores de la renovación de la narrativa en nuestro continente.”
“Debemos ver su figura en toda su integridad. Era un adolescente cuando comenzó en el periodismo y en este terreno también su obra es monumental, por sus dimensiones y amplitud de temas”. En este sentido, destacó su trabajo en Letra y Solfa, en Venezuela.
“Fue un gran musicólogo y animador cultural”, añadió. E hizo énfasis en la destacada labor del autor en torno a la obra de los músicos Amadeo Roldán y Alejandro García Caturla. “Son un tesoro sus estudios sobre la música y su recorrido sobre el devenir de la música cubana”.
De acuerdo con Alonso Grau, Carpentier se asomó por primera vez a la vida política del país en la Protesta de los trece, y después continuó vinculado a movimientos de vanguardia. “Estuvo vinculado a la lucha por las mejores causas del pueblo cubano.”
“Más tarde, en Madrid, se incorporó al surrealismo, pero desde una perspectiva latinoamericana. Regresó a Cuba tras el triunfo de la Revolución y dirigió el movimiento editorial que condujo a la creación del Instituto Cubano del Libro.
El Ministerio de Cultura, a través de todos los consejos e instituciones del sistema de la cultura, aseguró, estará en el centro de las celebraciones por el natalicio de Carpentier, quien llegó a la vida el 26 de diciembre de 1904, y por las tres décadas de la Fundación que lleva su nombre.
Por su parte, Rafael Rodríguez Beltrán, Vicepresidente de la Fundación Alejo Carpentier, también acentuó los méritos del escritor cubano en el ejercicio del periodismo relativo a las artes, además de su obra literaria, y explicó cómo sus textos son publicados en la actualidad en ámbitos no tradicionales, en cuanto a idioma y regiones del mundo. La cultura cubana —dijo— es privilegiada con la obra de este escritor universal.
Alberto Marrero, Presidente de la Asociación de Escritores de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), abundó en relación a la maestría literaria de Carpentier. “Es un renacentista del siglo XX; leerlo, es acceder a un vasto espectro de la cultura humana. Pudo haber sido nuestro premio nobel de literatura, pero probablemente le fue vedada esta posibilidad por sus ideales políticos. Su genialidad está fuera de dudas”.
Al hablar sobre la Fundación, Alpidio Alonso recordó a Armando Hart y su labor en la creación de las fundaciones en el país, un total de siete hasta el presente. De igual manera, subrayó el importante papel de la Doctora Graziella Pogolotti al frente de la Fundación Alejo Carpentier; asimismo, el de su equipo de trabajo y el fervor casi místico con que se acercan a la obra del autor.
Representantes de otras instituciones culturales compartieron algunas ideas que pudieran formar parte de este complejo de celebraciones que propone el Mincult para recordar a Carpentier y motivar la lectura de su obra.
Tomado de Cubarte
Foto de portada: Tomada de El mundo
