“La historia de la Unión de Periodistas de Cuba es parte inseparable de las luchas del pueblo cubano, de estas nació y a estas se debe. Es imposible hablar de la historia de esta tierra, del surgimiento de una conciencia nacional, patriótica y de justicia social, sin hacerlo de la historia del periodismo y de sus más encumbrados representantes”, afirmó Ricardo Ronquillo Bello, presidente nacional de la UPEC en el acto central nacional por los 60 años de la organización.
En la ceremonia en el capitalino teatro Martí, encabezada, entre otros altos dirigentes de la Revolución, por Esteban Lazo Hernández, presidente del Consejo de Estado y de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Ronquillo señaló que la actual generación de periodistas cubanos es heredera de una tradición que comenzó por el Padre Félix Varela y continuó, en sucesión honrosa, con el Apóstol, Juan Gualberto Gómez, Julio Antonio Mella, Pablo de la Torriente Brau, Ernesto Guevara y Fidel Castro.
Junto al repaso histórico y al balance de misiones, el presidente de la UPEC reconoció ante centenares de colegas de varias generaciones, que “el periodismo nuevo que nos pusieron como dorado los fundadores es todavía una causa inconclusa contra el secretismo, la necesidad de promover la transparencia y la rendición de cuentas en la gestión pública, el debate y la crítica socialmente saneadoras, que deberían tener en el socialismo su ambiente natural”.
Entre los avances de cara al futuro, Ronquillo mencionó que, “para deshacernos de cualquier lastre contamos ahora con la Política de Comunicación del Estado y del Gobierno, con la comunicación entre los ejes estratégicos de la gestión gubernamental, con la Ley de Comunicación Social y el impulso a un experimento para cambiar los modelos de gestión editorial, económica y tecnológica de nuestros medios”.
Ante otro mundo y otro país, diferentes a aquellos cuando se creó la UPEC, el presidente nacional dijo que “lo que no puede cambiar es la energía, el arresto y la esperanza de nuestros fundadores”.
Como acto de periodistas, no podían faltarle grandes noticias. En la ceremonia, el presidente nacional de la UPEC recibió el reconocimiento que el Comité Central del Partido hace a la organización de los reporteros cubanos, esta vez entregado por Rogelio Polanco Fuentes, jefe del departamento ideológico del Comité Central de Cuba.
También la Central de Trabajadores de Cuba, representada por su secretario general, Ulises Guilarte de Nacimiento, entregó un estímulo a la UPEC, en este caso el sello Aniversario 80 de la CTC.
Teresa Amarelle Boue, secretaria General de la Federación de Mujeres Cubanas, obsequió a la UPEC el regalo más sensible: un cuadro con la imagen de la heroína Vilma Espín Guillois, en virtud de la meritoria labor de la organización en defensa de un periodismo ético en la orientación a las familias y defensa de la mujer.
El flamante Instituto de Información y Comunicación Social -una de las nuevas herramientas para transformar ese pilar en Cuba- reconoció igualmente los 60 años de la UPEC; en tanto la Radio Cubana le entregó el diploma honorífico por su centenario.
Un momento muy emocionante del acto fue la entrega a quince fundadores de la UPEC y a su Presidente de Honor, Tubal Páez Hernández, de la Moneda Conmemorativa Aniversario 60, que han recibido en todo el país colegas de honrosa trayectoria.
Acompañaron además a los periodistas en esta celebración de recuerdo y propósitos Roberto Morales Ojeda, miembro del Buró Político del Partido y secretario de Organización de su Comité Central; Inés María Chapman Waugh, vice primera ministra de la República y otros dirigentes del Partido y del Gobierno.
Por la parte de la prensa, estuvieron en el teatro Martí fundadores y dirigentes de la UPEC, premios de periodismo José Martí por la Obra de la Vida, profesionales y directivos de los medios.
(Imagen de portada: Celebración del aniversario 60 de la Upec en el Teatro Martí. Foto: Tony Hernández Mena).
Quiero trasladar una preocupación aquí a lo interno. La entrega de la Moneda 60 aniversario de la UPEC a tantos colegas valiosos que abrieron trillos en el periodismo cubano, y nos han traído hasta aquí, ha sido un acto de justicia y un estímulo a muchos veteranos y veteranas de la profesión. No estoy culpando a nadie en particular, pero no se nos pueden escapar algunos nombres que la merecen y no la obtuvieron. Al menos conozco de dos casos: Gabino Manguela, que ha desarrollado una fecunda labor reprteril en el periódico Trabajadores, con una gran lealtad a ese rotativo desde 1979, y con resultados. y a Jorge Rodríguez Hernández, periodista de la COCO por muchos años, presidente de la UPEC en la capital por muchos años, y que tanto sirvió a la organización , comentarista agudo de temas económicos, que ha prestigiado al gremio con sus ensayos, algunos de ellos premiados. Es posible que hayan otros merecedores. Sugiero: hay que revisar y revisar. Que no quede un solo colega que lo merezca sin ese estímulo. No podemos imaginarnos cuánto pesa ese olvido en los que lo han dado todo.