Desde un periodismo comprometido y revolucionario, los profesionales de la prensa cubana afrontan hoy los desafíos de ejercer su labor cotidiana en un nuevo y complejo escenario infocomunicacional.
Con una vasta y reconocida trayectoria dentro del sector, y sobre todo en la revista Bohemia, la doctora en Ciencias de la Comunicación Caridad Carrobello, ofrece a Cubaperiodistas algunas consideraciones relacionadas con la práctica periodística y su alcance social en el manejo de las problemáticas que en la actualidad cruzan la vida nacional.
Profesora titular en la Facultad de Comunicación (FCOM) de La Habana durante varios años, Carrobello explicó que “sería demasiado pretencioso de dar un criterio sobre el alcance social del periodismo cubano actualmente, o el impacto que logra, sin la existencia de estudios verdaderamente científicos, serios y representativos sobre estos asuntos.
“En nuestro país faltan, precisamente, dichas investigaciones, desde enfoques no solo periodísticos sino también socio-psicológicos. Conozco que se hacen aproximaciones de este tipo en dos medios nacionales, y hay intentos esporádicos en otros, pero en mi opinión no poseen suficiente sistematicidad.
“Habría que realizarlos teniendo en cuenta que las diferencias de edades, regiones, ocupaciones, creencias, afiliaciones políticas y a grupos sociales de variado tipo (religiosos, ambientalistas, animalistas, sexuales, etcétera), marcan la apreciación sobre las problemáticas que transversalizan la sociedad cubana”.
Al ampliar sobre el tema, la experta en periodismo económico y de investigación, argumenta que “la realidad es una construcción social. Y la diversidad en la formación, educación, conocimientos, información, y hasta la influencia de los medios —con mucha fuerza en las redes sociales— inclinan las balanzas en las apreciaciones y juicios sobre el presente y el futuro.
“De vuelta a la necesaria indagación del impacto mediático en los públicos, es muy importante que estos trabajos consideren los resultados obtenidos por centros de investigaciones del país.
“A priori muchos colegas nuestros han dado criterios y criterios sobre este asunto; a unos los apoyo en lo dicho y a otros simplemente los respeto, pero difiero. Hay quienes incluso dan un realce ‘generacional’ al mejor periodismo que se hace actualmente”.
A partir de su propia práctica docente, Carrobello desenhebra las percepciones que tiene sobre el ejercicio cotidiano de hacer periodismo en Cuba.
“Vayamos por partes. Como profesora que fui de dos asignaturas básicas en la FCOM (Periodismo de Investigación y la optativa Periodismo Económico), puedo afirmar que los periodistas jóvenes están muy bien preparados, son intrépidos, no andan con medias tintas para decir las cosas como son. Hay buenos trabajos de algunos colegas jóvenes, que han merecido premios en los concursos periodísticos nacionales.
“Pero igual hay materiales trillados, repetitivos, triunfalistas, realizados tanto por los viejos como por los nuevos exponentes de nuestra prensa. Obsérvense una parte de los espacios informativos actuales sobre agricultura, ganadería, recursos hidráulicos, salud, educación, vialidad y tránsito, turismo, cultura, deporte… ¿Dónde está el enfoque abarcador de país para trascender la noticia puntual en cada sector?
“Y si no se relaciona lo dicho con la mejoría de las condiciones de vida y de trabajo del cubano en el presente, seguimos a espaldas de las personas que nos leen, ven, o escuchan.
“Es decir, el problema de lograr una mejor prensa tiene otras mediaciones; por ejemplo, si al llegar a los medios esa nueva hornada de periodistas no cuenta con el suficiente respaldo o apoyo editorial, no avanza.
“Por lo tanto, considero más medular en los resultados, el valor que otorgan los directivos de prensa a la investigación, al análisis, a la opinión abierta y franca, sin tanta autorregulación. Solo voy a añadir lo dicho por nuestro presidente de la Upec, Ricardo Ronquillo, invitado hace tiempo a una de mis clases: ‘cada medio se parece al director que tiene…’
“Buenos ejemplos de colectivos que logran el periodismo anhelado hay en el periódico Invasor (de Ciego de Ávila), Escambray (de Sancti Spíritus), y algunos otros. Pero todavía no logramos levantar parejo en el resto del sistema de medios del país”.
En la agenda editorial de los medios, la especialización de los periodistas en determinados temas juega un papel primordial en la calidad del producto comunicacional final. Una preponderancia afín tiene, asimismo, el periodismo de investigación.
Consagrada experta en estas dos áreas, Caridad Carrobello se dedicó por décadas a la práctica de esas técnicas desde la redacción de Nacionales en Bohemia y de la famosa sección En Cuba. En el presente encabeza el equipo de “Investigación y Análisis de dicha publicación, para el estudio de los receptores, el tratamiento de distintas temáticas en la revista, y la observación de los contenidos más sobresalientes en otros medios impresos y digitales”.
De ahí que sus apreciaciones le otorguen jerarquía a la especialización periodística como “la vía para conocer a fondo, ‘madurar’ la información e ir logrando la cultura profesional adecuada en aras de emitir criterios sólidos sobre si lo que acontece está mejor o peor que antes.
“Hay que tratar de especializarse incluso para ejercer el llamado ‘diarismo informativo’. No se puede hablar de todo, pues quien habla hoy de precios al consumidor, mañana de la visita de una delegación parlamentaria, y pasado mañana sale a cazar una noticia sobre un derrumbe en Centro Habana, no tiene tiempo suficiente para la preparación documental, la interpretación de datos, ni el acceso a las diversas y variadas fuentes informativas existentes.
“Lo más común —y esto sí lo puedo afirmar por mis estudios sobre los contenidos mediáticos— es acudir a fuentes oficiales y no a las de otra índole (como la población).
“La sección En Cuba me enseñó esto y más. Fui especializándome en varios tópicos de la Economía, que es un sector bien amplio; sin embargo, eso no me limitó para abordar temas sociales, dándoles el debido respeto profesional.
“En el plano de la rutina productiva, los En Cuba me demostraron la importancia del trabajo en equipo para enriquecer los materiales con diversos criterios, poder abarcar varias regiones del país, y posibilitar la aplicación de técnicas investigativas como los sondeos de opinión, entrevistas grupales, grupos de discusión y algunas más”.
Amparada en todos sus años de gran experticia Carrobello advierte que “varios medios, en la actualidad, hacen periodismo investigativo de distinta manera, a modo de cazador solitario”
Y aunque no los critica, sí recomienda que “la experiencia de Bohemia bien vale tenerla en cuenta”.