Aun cuando la presente edición XXIII de la Bienal Internacional del Humor fue el pretexto para “dibujar” el homenaje, lo cierto es que Manuel Hernández Valdés —o simplemente Manuel— y su prolífera obra validan cualquier oportunidad para el reconocimiento más excelso.
Así ocurrió en la tarde de este lunes de abril en la Galería 23 y 12. En esa célebre esquina de El Vedado, en La Habana, se encontraron amigos, colegas y admiradores del matancero caricaturista para acompañar la inauguración de la exposición personal con que se le rindió tributo a sus 80 años de vida.
En las paredes de ese espacio de arte, 40 caricaturas apenas intentan recorrer la fecunda labor que Manuel dejó plasmada en el Dedeté, —suplemento humorístico del periódico Juventud Rebelde—, y otros medios de prensa como Granma, Bohemia, Palante.
Con el título “Manuel es un manual”, la muestra recoge creaciones cargadas con el fino y sarcástico humor gráfico que siempre definió su quehacer y lo convirtió en el artista notorio que hoy es dentro y fuera de Cuba. De hecho, aunque los textos de las caricaturas reflejan situaciones de décadas pasadas, mantienen su frescura y una impresionante actualidad.
Nacido en Limonar, Matanzas, en 1943, recibió en 2001 el Premio Nacional de Periodismo José Martí y el Premio Nacional de Humor, en 2006. A lo largo de su carrera ha alternado con la pintura y la cerámica, disciplinas que desarrolla a tiempo completo en estos momentos.
Al intervenir en la apertura de la exposición, Alpidio Alonso, ministro cubano de Cultura, describió la extraordinaria importancia que ha tenido la sátira dentro del periodismo con una línea humorística que fue registrando los principales momentos vividos en el país.
El humor tiene un papel indiscutible en la historia de la cultura y la formación de la conciencia nacional, sobre todo Manuel y un grupo de humoristas gráficos están entre los máximos exponentes. Ellos acompañaron la construcción de esa sociedad nueva. Los humoristas mantienen un activismo que sigue siendo de particular valía, y el periodismo está marcado por ese accionar, resaltó Alonso.
Sin dudas Manuel representa un ícono del tipo de humor que provoca el análisis y hace pensar desde la risa. Y aunque él no es dado a los homenajes, “agradezco mucho este porque me percato que mi trabajo no fue en vano, que soy útil. Tuve un hijo, sembré un árbol y tengo un libro, como dijera José Martí. Es como un sueño mirar hacia atrás y ver que con cada uno de estos dibujos puse mi granito de arena en ayudar a la sociedad, que fui consecuente con lo que pienso y siento”.
En tanto, Adán Iglesias —caricaturista editorial de Juventud Rebelde y quien seleccionó las obras— manifestó en las palabras de presentación que “mucho se ha hablado del dibujo humorístico de Manuel, pero hay otro aspecto digno de resaltar… Como buen caricaturista, y por ende buen observador, al conversar con él se percibe la preparación de una respuesta que siempre estará aderezada con ocurrencia y buen humor”.
La muestra personal estará abierta al público hasta el próximo mes de mayo. En su apertura estuvieron presentes, además, Ricardo Ronquillo, presidente de la Unión de Periodista de Cuba (Upec), Jorge Legañoa, vicepresidente de la Upec, Arturo Valdés, director general del Fondo Cubano de Bienes Culturales y destacados humoristas gráficos del Dedeté, Palante y Melaíto.
Al decir de Adán Iglesias “tanto hay que decir y apreciar de la obra de Manuel Hernández que siempre nos quedaremos cortos” Frente a esta certeza, quedó para todos la definición que de él hiciera la doctora Adelaida de Juan:
“Manuel… nos ha dado obras imborrables que nos hacen sonreír, reír, nos placen y, al mismo tiempo, nos hacen pensar”.
Foto de portada: Omara García / Cubaperiodistas
Felicitaciones a mi querido Manuel, desde Chile celebramos este nuevo reconocimiento. Manuel es un artista excepcional y una persona maravillosa, me jacto en mi país, Chile, de este amigo que hice en el paseo Narváez.
En noviembre pasaré por Matanzas a saludar a mi amigo y llevaré de regalo un buen vino Chileno.
Gracias Manuel por tu ejemplo