«Hacer y comunicar Cuba desde la esperanza» es la convicción que une a los profesionales del Instituto Cubano de Radio y Televisión (Icrt), que durante el último año han tenido un intenso bregar, marcado por un contexto donde la Covid-19 continuaba ocupando titulares, como también lo hicieron la explosión del Hotel Saratoga, el impacto del huracán Ian, la afectación del servicio eléctrico durante una parte importante del año y el bloqueo, entre otros temas de alta sensibilidad social.
Las incidencias del año concluido y los retos para 2023 fueron debatidos el sábado entre quienes laboran en espacios de la radio y la televisión, acompañados por el primer ministro, Manuel Marrero Cruz; la viceprimera ministra Inés María Chapman, y el presidente del Icrt, Alfonso Noya Martínez.
Durante 2022, relata el informe presentado, la radio incrementó su programación en vivo, en comparación con el período de la pandemia de Covid-19. Incorporó 133 nuevos proyectos, superando años anteriores, con abordajes diversos como la historia e identidad local, salud, musicales, debates, medio ambiente, así como programas de participación ciudadana con presencia de las autoridades locales y se trabaja en los espacios para el crecimiento de la crítica artística y literaria.
Asimismo, se reanudaron los encuentros con los públicos para construir las agendas de los programas radiales según sus intereses. En el caso de la televisión, crecieron las producciones de ficción, que mantuvo la secuencia de estrenos de la telenovela cubana con muy buena audiencia.
El canal Cubavisión Internacional mejoró sus capacidades productivas con la concreción de un donativo chino, lo que permitió transformar su parrilla de programación, en especial sus noticieros y contenidos multimediales. Además, logró transmitir en alta definición en similares condiciones a otros canales de distribución internacional.
La serie Calendario, ahora mismo en su segunda temporada, de la realizadora Magda González, está entre las propuestas de mayor impacto en la Televisión cubana.
Los sistemas de radio y televisión, precisa el informe, crecieron en la producción para las plataformas digitales mediante emisión multimedia, podcasts, transmisión de videos para Youtube y contenidos para las redes sociales. Durante 2022 se registraron 12 993 obras radiales y 5 366 de la televisión.
Entre las deficiencias que condicionaron el trabajo de quienes crean desde los espacios de la radio y la televisión, «persiste la desestimación y la falta de aplicación oportuna de los resultados de estudios de audiencias, investigaciones y caracterizaciones de entorno en ambos medios. Falta coherencia y articulación estratégica para analizar temas esenciales para la vida social y económica cubana.
«Predomina el discurso triunfalista, los reportajes de investigación son prácticamente inexistentes, la narrativa se anquilosa en los lugares comunes del género y el tema en cuestión limita el impacto en las audiencias. Subsisten limitaciones en el acceso a la información, la oportuna divulgación y el uso de las fuentes cuando se abordan temas de la agenda pública», abunda el texto central del debate.
Además, el público joven y adolescente no se identifica lo suficiente con la programación dirigida a ellos. Este asunto fue abordado por varios oradores, entre ellos la Doctora Zenaida Costales Pérez, profesora de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana y periodista de Radio Rebelde, quien hizo énfasis en facilitar más el acercamiento de los jóvenes a los medios para empapar de sus miradas los discursos periodísticos. «El relato debe tener dramaturgia, ser más atractivo y enamorar», enfatizó la académica.
En una línea similar ahondó la teórica de la Comunicación, la Doctora Hilda Saladrigas, quien remarcó el entendimiento de la comunicación estratégica y la necesidad de la aprobación de la Ley de Comunicación Social con toda la nueva institucionalidad que aporta al trabajo de los medios de comunicación.
Mientras, la realizadora Magda González Grau insistió en que «la ficción es una de las herramientas ideológicas más grandes, primero por el alcance y segundo porque lleva a la reflexión a partir de la emoción. Necesitamos hacer más buena ficción cubana».
Entre los asistentes al debate se insistió mucho en el tema de la creación y que esta saliera de las zonas de confort. Se conoció que 79 emisoras tienen proyectos dedicados a la crítica artística especializada.
La presencia de la crítica en los medios es uno de los retos compartidos, junto al empeño por perfeccionar el funcionamiento de la radio y la televisión elevando su eficacia, la calidad del trabajo como servidores públicos y sobre todo hacer las cosas de manera diferente, así como ampliar las relaciones con los nuevos actores económicos para la producción de programas y el uso de los encadenamientos productivos entre empresas.
Tomado de Juventud Rebelde
Foto de portada: Tomada de la cuenta en Twitter de Alfonso Noya Martínez
