UN MINUTO DE DESCANSO es un viaje en el tiempo, un guiño a Tina Modotti, fotógrafa italiana, activista y luchadora social, una de esas mujeres que se adelantaron a su tiempo.
Tina ha hecho una foto que me gustaría firmar con mi nombre, y eso no me sucede a menudo. Le escribió a un amigo el célebre fotógrafo Edward Weston, mentor y segundo gran amor de Modotti.
Hace años, indagando en la iconografía de esta singular creadora, una imagen se estampó en mi mente: Manos descansando sobre una herramienta (1927). Me impactó tanto esa fotografía -tal vez por su simbolismo- que hubiera querido, como Weston, que fuera mía.
https://i0.wp.com/oscarenfotos.com/wp-content/uploads/2014/03/tina_modotti_manos_sobre_herramienta_.jpg?fit=2732%2C1122
Una tarde, en uno de mis recorridos cámara en ristre por Guanabacoa, el destino puso ante mis ojos una escena similar. Me acerqué, enfoqué y disparé: UN MINUTO DE DESCANSO (2010), viene a ser mi homenaje en el tiempo a la mítica Tina Modotti.
El poeta y escritor Norberto Codina, quien conoce a profundidad la vida y la obra de esta legendaria mujer, nos ofrece el poema “Un minuto de descanso o el recuerdo de Tina Modotti” en el que nos trae, entre otros recuerdos, al revolucionario Julio Antonio Mella, quien fuera asesinado mientras paseaba con Tina -entonces su amante- por una calle de México.
Un minuto de descanso o el recuerdo de Tina Modotti
Tina, la discípula de Edward Weston, la amante de Julio Antonio,
ella misma modelo y cazadora de la luz impresa
revela los fantasmas de las tramas plateadas de la película
en la imagen provocadora,
entre la precisión del documento y la aprehensión de la poesía
foto insurrecta ella misma.
No importa el soporte
siempre queda el ojo escrutador del lente,
el silencioso sonido de la cámara,
las luces propias de un aparente esplendor,
pero también padece las sombras
del instante que se desvanece.
Imágenes insurgentes,
feliz destello de las formas
sea acero cromado o carne palpitante
que ahora contemplamos
en las manos sobrepuestas
en gesto firme y reflexivo a la vez
donde se adivina el ímpetu y la fatiga
para levantar paredes con estas otras manos suyas,
con talento para el oficio de albañil o la rumba de cajón
o la cadencia de la caricia en el cuerpo amado.
Tina de nuevo entre nosotros,
en la sincera evocación de este obrero
o en mi memoria cuando llamaron la atención del niño que fui
las cajas llenas de fotos y documentos sin clasificar,
descubriendo imágenes de Mella, donde este le sirvió como modelo
en un minuto de descanso
a la gran fotógrafa que fue su amiga íntima Tina Modotti.
Norberto Codina
Es ineludible la relación con la historia que guarda esta imagen. En mi caso, me lleva a la serie “Trabajadores”, de Sebastiao Salgado. Así son las inolvidables fotos que inspiran historia y grandeza.
Excelente publicación
Roberto Chile, poeta de la imagen, escultor del tiempo, testigo silencioso de la historia. El hombre pueblo que con su cámara transita por la vida, captura y comparte memorias, rostros, manos, gestos y miradas.