El gobernador que lidera a los ultra derechistas bolivianos, el hombre que encabezó el golpe cívico-militar contra Evo Morales y que fue protagonista importante de la dictadura implantada en 2019, sí, Fernando Camacho fue detenido, y lo estará por lo menos durante cuatro meses en la cárcel de Chonchocoro.
Era lo más lógico que debía suceder, e incluso se tardó demasiado para tomar una medida que el pueblo boliviano pedía con urgencia, ese pueblo de abajo, el que sufrió la represión y puso los muertos en Sacaba y Senkata. Hoy, el amo y señor de la oligarquía blanca santacruceña dormirá en prisión, esperando un juicio, que si el diablo no mete la cola, debería concluir con una condena ejemplar de muchos años tras las rejas.
Para habla de qué significancia tiene esto en la realidad boliviana, dialogamos con el ex cónsul de ese país en Argentina y militante de la izquierda rebelde de su país, Antonio Abal.
Antonio Abal:
— Como tú señalas, Bolivia ha cambiado la agenda política. Es la consecuencia inmediata, a partir de los hechos que señalas, de la detención del gobernador de Santa Cruz. Además que hay que aclarar, se trató de una detención legal, porque ya en octubre se le invitó para que vaya a declarar. En ese momento, él se negó, más bien asumió una actitud desafiante y le dijo al Ministro de Gobierno, “Si me quiere detener, venga por mí, venga y deténgame”. Desde entonces, ha estado rehuyendo las citaciones que se le han hecho, no asistió a un llamado del Parlamento para que vaya a declarar sobre la famosa huelga de más de treinta días de los llamados “cívicos” santacruceños.
Estas actitudes demuestran que no hay voluntad ni democrática ni legal de parte del gobernador para obedecer lo que señala la justicia boliviana. En ese contexto es que se ha procedido a la detención como señala la ley, utilizando los medios coercitivos, en este caso la policía. Ahora bien, esto ha derivado en la acción violenta que practica ese grupo paramilitar que es la Juventud Cruceñista repitiendo lo que hacen siempre: ir a las oficinas del estado e incendiarlas. Pero esta vez también han ido a quemar domicilios particulares, como por ejemplo el del Ministro Montaño, e incluso hubo amagues de lo mismo en los domicilios de la Ministra Prada, y también del señor Castillo.
De hecho, son varias las oficinas estatales incendiadas. Además, se ha alterado el normal desarrollo de la aeronáutica, en el aeropuerto internacional de Santa Cruz, el único que funciona a ese nivel en Bolivia, y que seguramente pagaremos las consecuencias, porque un aeropuerto no puede ser tan fácilmente intervenido, que se suban a los aviones y empiecen a registrar personas no autorizadas. Ese es el panorama que se está viviendo y Camacho ha decidido no hablar, no hacer ninguna declaración, por un derecho constitucional a guardar silencio. En ese sentido, lo que ha hecho la fiscalía es solicitar seis meses de prisión en Chonchocoro, que al final se quedaron en cuatro meses, a la espera del juicio.
— Por otro lado Antonio, también hemos visto en las redes amenazas muy serias a concejales y militantes del MAS de Santa Cruz, y la promesa de ataques de características fascistas. contra todo ciudadano afín al gobierno.
— Sí, esa es una práctica que siempre han implementado. Tienen ellos ya la lista de los que llaman “traidores a santa Cruz”, tienen ubicados los domicilios y todo lo demás. No hay que olvidar que este grupo paramilitar no es improvisado. Tienen su sistema de inteligencia, su sistema de comunicación, tienen las claves para comunicarse. En fin, desarrollan toda una actividad paramilitar. Por lo tanto esa amenaza no es tal, lo van a hacer, lo van a implementar. Contra todos los dirigentes del MAS, contra las autoridades electas, contra todo aquel que se muestre partidario del gobierno, sea masista o no sea, a los masistas ya los tienen completamente ubicados. Todavía no se han visto esas famosas manifestaciones, pero vendrán y sacarán pronunciamientos llamando a la huelga general indefinida que ya habían propuesto desde la juventud cruceñista. Son más bien actores violentos los que dominan el espectro social y político, especialmente en la ciudad de Santa Cruz, porque en el resto de las provincias no han podido consolidar este poder, salvo dos o tres ciudades intermedias que están controladas por la juventud cruceñista.
— Desde que ocurrió la detención se produjeron varios pronunciamientos de estos sectores fascistoides, y nos sorprendió uno de ellos, perteneciente a las autoridades de la universidad local. En un video, aparece el vicerrector de la universidad junto a docentes. ¿La Universidad de Santa Cruz, opera como un brazo de toda esta política de derecha anti gobierno?
— Lo que pasa es que toda esta práctica política, a partir del «comité cívico» siempre fue catalogada como grupos que no tenían mayor argumentación. Entonces qué hicieron? En las últimas movilizaciones que hicieron por el censo, incluyeron a la universidad como un actor principal (siempre lo fue pero esta vez estuvieron en primera línea) para demostrar que los argumentos que tenían (políticos, económicos) estaban producidos por intelectuales. Pero intelectuales que no tienen nivel académico. Escuchar hablar al vicerrector es terrible. Hemos visto ya que el vicerrector trató con lenguaje bastante rebuscado para encontrarle lógica a la actuación de hechos violentos en la agenda política de Santa Cruz, en la propuesta separatista, en fin, estuvo haciendo maniobras, equilibrismo verbal, para no dejar en evidencia que estaba siendo utilizado. Esa es la universidad santacruceña, y por supuesto, lo digo entre comillas, que la universidad boliviana a nivel nacional deja mucho que desear en términos académicos. Y esa no es una opinión mía solamente, está certificada en varios estudios y análisis de profesionales.
— Te hago dos preguntas en una: hay posibilidades, en el sentido de voluntad política y judicial de que esta vez Camacho se quede adentro por un largo período como debería haber estado desde un principio, y a la vez, hay posibilidad de intervenir Santa Cruz? Porque, por lo que está ocurriendo allí, con acciones intolerantes, racistas, violentas, que se repiten desde hace años, en cualquier país donde funcionen más o menos las instituciones, esa provincia ya debería haber sido intervenida por el gobierno central.
— El gobierno ha jugado una carta muy importante y con riesgos, porque ahora tiene que demostrar que realmente estamos en un estado de derecho. Y esto supone intervenciones en Santa Cruz, detenciones, juicios, todo lo demás. Una presencia estatal más fuerte. Eso en el aspecto institucional formal, pero en el hecho político, el gobierno se ha echado un fardo muy grande a la espalda, porque no puede descuidarse y dejar suelto, como ha ocurrido con el señor Calvo, a Camacho. Porque Camacho volvería, si esto ocurriese después de estos cuatro meses impuestos por el juez, como un héroe. Y sería recibido de una manera apoteósica en Santa Cruz, y esto consolidaría esta hegemonía que tiene este grupo de presión violento por lo menos en la ciudad de Santa Cruz.
Ese es el desafío político. Por otro lado, si se lleva bien el juicio, va a ser histórico, porque se va a juzgar a un civil de haber promovido un golpe militar. Son muy importante, las dimensiones políticas que implican este hecho, son muy grandes. Yo creo que el gobierno ha calculado muy bien lo que va a seguir haciendo hacia adelante. Porque si no fuera así, sumaría descrédito y desconfianza, y esta lucha interna que se estaba dando al interior del MAS se profundizaría y el gobierno perdería toda credibilidad. Entonces, lo que está ocurriendo con esta detención es un desafío enorme en términos políticos.
Tomado de Telesur
(Imagen de portada: Luis Fernando Camacho es arretado. Foto: RT)