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AJEHÉROES: Ramón Labañino (X)

Cubaperiodistas publica el libro inédito AJEHÉROES: Los héroes cubanos y el ajedrez, el cual consta de 11 capítulos dedicados a héroes cubanos que han tenido relación con el noble juego. El orden en el que aparecen las personalidades es sencillamente cronológico

                                                          El ajedrez es la ciencia de la vida.

                                                                    Ramón Labañino Salazar

El 29 de diciembre de 2001 les fue conferido el título honorífico de Héroe de la República de Cuba a cinco integrantes de la Red Avispa, que estaban presos en cárceles de los Estados Unidos, donde realizaban labores de inteligencia para detectar agresiones contra nuestro país. Ellos son Gerardo Hernández Nordelo, Fernando González Llort, Ramón Labañino Salazar, René González Sehwerert y Antonio Guerrero Rodríguez.

Al ver en la televisión un reportaje de una partida por correspondencia que jugaba Gerardo con un vecino, tuve la idea de organizar partidas con los 5, auspiciadas por el Instituto Superior Latinoamericano de Ajedrez (Isla), donde laboraba entonces. La idea fue bien acogida, pero en busca de la perfección, demoraba mucho en cuajar.

Estábamos en ese proceso cuando en uno de los Plenos de la UPEC, como siempre presididos por Fidel, y de los cuales yo era delegado, contacté con Adriana Pérez O’Connor, esposa de Gerardo y le expuse la idea. Adriana, muy amable, me explicó que quien jugaba con un vecino era un cubano prisionero común, que le había pedido a Gerardo disputar una partida de esa manera.

Me dijo Adriana:-Muchacho, si Gerardo no juega ajedrez. A él lo que le gusta es el dominó. Tú organizas un campeonato de dominó y él es el primero que se apunta. Mira, los dos fanáticos totales del ajedrez son Ramón y Tony.

Ramón y Tony frente al tablero.

Con esa información, propuse y fue aceptado, efectuar partidas entre ellos y los niños de la Escuela formadora de talentos del Isla. Las primeras resultaron partidas públicas, porque las jugadas se decían en el Programa de los Cinco, que trasmitía Radio Rebelde los domingos entre 10:30 y 12:00 de la noche, conducido por Arleen Rodríguez Derivet. En su edición siguiente, Juventud Rebelde publicaba las jugadas.

Anuncio de la primera partida.

Con quien primero pudimos contactar fue con Ramón Labañino, y el domingo 19 de septiembre de 2004 llevé al programa, que se grababa el propio domingo al mediodía, un peón blanco y otro negro para sortear las piezas en la partida con Ramón, representado por su esposa Elizabeth Palmeiro, quien señaló la mano en la cual tenía escondido el peón negro.

Antonio Guerrero oyó desde la prisión esa ceremonia, y llamó de inmediato a su mamá, Mirta Rodríguez, quien me localizó y de forma simpática oí de su voz: -Dice Tony que no lo dejen fuera. Al domingo siguiente, 26 de septiembre, comenzó el cotejo con Ramón y el tres de octubre el encuentro ajedrecístico con Antonio.

En las llamadas telefónicas de Ramón con Elizabeth y de Tony con Mirta, viajaban en una y otra dirección las jugadas. Yo coordinaba las de sus rivales, mediante la profesora Eumelia León. Los 36 niños del Isla en ese momento eran los contendientes, pero no significa que jugaban todos al mismo tiempo. Una vez que la profesora tenía la jugada rival, la sometía a la consideración del grupo de turno, porque esos 36 chicos estaban repartidos en tres grupos.

Esta es la partida pública que jugó Ramón desde la cárcel con los alumnos del Isla:

Blancas: Niños talentos del Isla

Negras: Ramón Labañino

 1.e4 e5  2.Cf3 Cc6  3.Ac4 Ac5  4.c3 De7  5.0-0 Cf6  6.d4 Ab6  7.Ag5 d6  8.h3 h6  9.Ah4 g5  10.Ag3 Cxe4  11.Ah2 g4  12.hxg4 Axg4  13.Ae2 0-0-0  14.Cxe5 dxe5  15.Axg4+ Rb8  16.d5 Dh4  17.Df3 Cxf2 18.Txf2 Axf2+  19.Dxf2 Dxg4  20.c4 Dxc4  21.Cc3 Cb4  22.Axe5 Cd3  23.Dd4 Dxd4  24.Axd4 Thg8  25.Tf1 Tg4  26.Ce2 Tdg8  27.g3 Te4  28.Td1 Cxb2  29.Td2 Cc4 y las blancas abandonan.

Luego de las victorias de Antonio Guerrero y Ramón Labañino en las primeras partidas con los niños talentos del Isla, concluidas en diciembre de 2004, se prepararon topes revancha en 2005 y para ello se conformaron dos equipos entre los más avezados alumnos (de 11 a 15 años) para rivalizar con cada uno.

Copa 5 Héroes.

En el caso de Ramón solo se pudieron hacer 10 jugadas, que son las siguientes:

Blancas: Ramón Labañino

Negras: Niños talentos del Isla

1.Cf3 d5 2.d4 Cf6 3.Ag5 e6 4.e3 Ae7 5.c4 0-0, 6.cxd5 exd5 7.Ad3 Cbd7 8.0-0 Te8 9.Dc2 h6 10.Af4 (sellada).

La Federación Cubana de Ajedrez le confirió en 2005, tanto a Tony como a Ramón, el título de Maestro Nacional Honoris Causa, y a los cinco la condición de miembros de la FCA.

Entrevista desde la cárcel

Como respuesta a una carta mía con diversas preguntas, recibí este texto de Ramón, fechado el 6 de octubre de 2004 en Beaumont, Texas.

Mis primeros conocimientos acerca del deporte ciencia fueron alrededor de los 13-14 años, viendo a otros jugar. Entonces no pude leer un libro, cosa que lamento, pues me hubiera gustado profundizar desde más joven. Mi primer libro de ajedrez lo tuve ya estando en prisión en Miami, en el año 2000, y al darse el traslado hacia esta prisión de Beaumont, no me lo permitieron conservar. Claro siempre leí la prensa y la notas de ajedrez.

 Al principio jugaba con mis compañeros de clases en la secundaria, en el preuniversitario y después algo en la Universidad. También con familiares y amigos.

 En mi primer viaje fuera de Cuba, lo primero que obtuve fue un juego de ajedrez de bolsillo, después compré una pequeña computadora de ajedrez, con la que aprendí mucho y que aún conservo en casa, como uno de mis más preciados tesoros.

 Sin embargo, cuando más me pude dedicar a estudiar algo más profundo y prolongado acerca del ajedrez es en la prisión, ya que aquí es donde he estado más tiempo para leer y jugar con un fabuloso contrincante: Antonio Guerrero, mi hermano de batallas. Tony es un excelente jugador y con él aprendí mucho.

 Recuerdo que en los primeros 17 meses en solitario, cuando estábamos en celdas separadas y aislados, nos hicimos unos tableritos de papel, con piezas de cartón dibujadas, y a plenos gritos, decíamos las jugadas,  que escribíamos en papel. Hubiera sido muy bonito haber conservado algunas de aquellas partidas, ya que, debido a los constantes chequeos de celdas en que botaban de todo lo que ellos querían, y los frecuentes cambios de celdas, al menos yo no pude conservar ninguna.

El autor recibió la visita de Tony y Ramón el 17 de julio de 2016.

 Cuando tuvimos la dicha de estar juntos en la misma celda, dedicábamos a veces días enteros a jugar. Quizás mi querido flaco conserve algunas partidas escritas.

 En el año 2000, después de aquellos 17 meses de infamia, que finalmente nos pusieron con la población general, sí pudimos disfrutar más de algunas partidas, pues había mesas en el medio del salón con tableros de ajedrez pintado y piezas que se podían pedir prestadas para jugar. Allí pude debatir más con Tony, y también con Fernando y René. A Gerardo le gusta más el dominó. Me da mucha risa recordar a Gerardo apurando a Tony en una partida de dominó: “Juega Capablanca, juega”, solía decirle.

 Desde que llegué a Beaumont he continuado profundizando en el estudio del ajedrez. Juego casi diariamente, y cabe señalar que hay muy buenos jugadores aquí.

 En marzo 10 de 2004 me hice miembro de la “U.S. Chess Federation” (“Federación de Ajedrez de E.U.”), pagando una membresía anual de $10.00, con lo cual tengo acceso a libros, revistas, juegos, computadoras, accesorios de ajedrez, etc. Así fue que pude adquirir dos libros de nuestro Capablanca, revistas “Chess Life” (mensual), y he solicitado repetidamente poder realizar algunas partidas por correo: pero aún no se ha concretado nada. Estas son las limitaciones propias de la prisión, ya que las personas temen jugar con presos.

 Admiro profundamente al genial Capablanca, del cual he aprendido mucho, en especial con algunos libros en inglés que pude obtener aquí en prisión. Admiración singular siento por los inmortales mártires y héroes ajedrecistas como Céspedes, Perucho Figueredo, Francisco Maceo, Vicente Aguilera, nuestro genial Martí, Che, Fidel.

 También con mucho orgullo he seguido a nuestros campeones Eleazar Jiménez, María Teresa Mora, Silvino García, Nogueiras, Vilela, Bruzón, Leinier y nuestras exquisitas damas Maritza Arribas, Vivian Ramón, Acela de Armas, Sulennis Piña y todos los que no alcanzo aquí a mencionar. En la arena internacional, Petrosian, Spasski, Fischer, Karpov, Kasparov y el virtuoso Ponomariov, cuyas partidas he seguido alguna que otra vez.

 El ajedrez es la ciencia de la vida. Es el deporte que por excelencia permite desarrollar, perfeccionar y activar en su desempeño más sublime la inteligencia, la capacidad de análisis y la toma de decisiones.

 Al aprender a jugar ajedrez, aprendemos también a vivir, a enfrentar obstáculos y vencerlos, a calcular nuestras fuerzas, energías y tiempo ante todo adversario o adversidad, y elegir la mejor opción. En todo esto es que radica su gran importancia.

Esas son las respuestas que me ofreció desde la cárcel Ramón Labañino Salazar, nacido el 9 de junio de 1963 en Marianao, hijo de Olmes Labañino y Nereyda Salazar. En 1986 se graduó en la especialidad de Economía con Diploma de Oro, en la Universidad de La Habana. Regresó a la Patria el 17 de diciembre de 2014.

Foto de portada: El General de Ejército Raúl Castro impone el título de Héroe de la República de Cuba a Ramón Labañino Salazar

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Jesús G. Bayolo
Es periodista e historiador del ajedrez, toda una autoridad del tema en Cuba.

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