Cubaperiodistas publica el libro inédito AJEHÉROES: Los héroes cubanos y el ajedrez, el cual consta de 11 capítulos dedicados a héroes cubanos que han tenido relación con el noble juego. El orden en el que aparecen las personalidades es sencillamente cronológico
Supe de la existencia de Cuba al
conocer que Capablanca era cubano.
-Ernesto Che Guevara
En 1987 el periodista italiano Gianni Miná publicó el libro Un encuentro con Fidel, en el que le dice “Su país es también patria de grandes jugadores de ajedrez”, y le pregunta: – ¿Usted jugó alguna vez ajedrez con Camilo o con Che? ¿Quién ganó?
Fidel Castro le respondió que con Camilo Cienfuegos no, pero con el Che sí, y le cuenta: “A un grupo de nosotros nos arrestaron en México, y a mí por ser el responsable principal y al Che por ser argentino y porque había tenido una disputa muy fuerte sobre cuestiones teóricas con la policía, nos dejaron presos más tiempo.
Estuvimos varias semanas solos allí, mezclados con otros presos de inmigración, y nuestro entretenimiento eran los libros y el ajedrez. Allí el Che y yo jugábamos ajedrez…”
Gianni Miná le interrumpe: ¿Y quién ganaba? La respuesta es sincera: “Bueno, el Che sabía más que yo, porque realmente había estudiado algo el ajedrez y yo jugaba más bien por intuición. Era un poco guerrillero y algunos partidos se los gané, pero él ganaba la mayor parte de las veces porque sabía más ajedrez que yo. Y realmente le gustaba el ajedrez. Aun después de la Revolución él siguió estudiando el ajedrez”.
Ernesto Guevara de la Serna nació en Rosario, Argentina, el 14 de junio de 1928, y fue asesinado en Bolivia el 9 de octubre de 1967. Conocido universalmente como Che, tuvo entre sus grandes pasiones al ajedrez y fue mediante este intelectual juego que supo de la existencia de Cuba, al conocer que Capablanca era cubano.
Ocurrió así: corría 1939 y se disputaba en Buenos Aires la VIII Olimpíada Mundial de Ajedrez, en la que José Raúl Capablanca era la gran figura y el eco de su fama llegó hasta Alta Gracia, donde vivía el Che, entonces con 11 años.
Esto lo reveló en Cuba el Comandante Guevara, en un acto en Río Cristal el sábado 24 de agosto de 1963, ocasión en que se clausuraba el campeonato de ajedrez del Ministerio de Industrias, en el cual él finalizó como subcampeón. El Che había invitado a ese acto al excampeón mundial Mijail Tal, y precisamente ante una pregunta del conocido mundialmente como Genio de Riga, hizo la singular declaración.
Además, dijo que surgirán en Cuba talentos como los de Capablanca y Tal, y agregó: “vamos a tener Grandes Maestros y eso será también obra de la Revolución”.
Mijail Tal declararía años después: –Guardo gratos recuerdos de mis visitas a Cuba en ocasión del II Memorial Capablanca y la Olimpíada. Recuerdo con agrado las simultáneas en el Ministerio de Industrias y mi partida con el Che, a quien considero un fuerte jugador, además de un gran hombre.
Palabras similares oí de Boris Spasski en un encuentro que sostuvimos en Dubai 1986. Me habló con admiración de la figura del Che Guevara: “era muy buen jugador, como aficionado”. Me aseguró que guardaba fotos con él.
El Che fue impulsor de una obra sin precedente de masificación ajedrecística. Por tal motivo la Federación Internacional de Ajedrez (Fide) le confirió en el año 2000 su más alta distinción: la Orden CABALLERO DE LA FIDE, único cubano que la ha recibido.
Rica es su vida ligada al ajedrez. Como le gustaba medir fuerza con los maestros, siempre estaba a la caza de ellos en sesiones de partidas simultáneas, en las cuales enfrentó en nuestro país a cinco Grandes Maestros, un Maestro Internacional y dos Maestros Nacionales (uno cubano, otro mexicano), con el magnífico score de dos victorias, tres tablas y dos derrotas.
La primera fue en abril de 1962, en la célebre sesión a ciegas que ofreció su amigo, el GM argentino Miguel Najdorf, al ganar el I Memorial Capablanca. Che le rechazó tablas en la primera propuesta, pero después aceptó. Quería desquitarse porque el “Viejo” Najdorf, aunque en ese momento no lo sabía, le había ganado en Argentina cuando Ernesto Guevara era estudiante de Medicina.
En junio del propio 1962 derrotó a uno de los ajedrecistas cubanos más destacados del momento, el Maestro Nacional Rogelio Ortega. Esta es la partida:
Blancas: MN Rogelio Ortega — Negras: Ernesto Guevara
Sistema Zukertort
1.Cf3 d5 2.e3 e6 3.d4 Cf6 4.Ad3 g6
4…Ae7 o 4…c5
5.0–0 Ag7 6.b3 0–0 7.Ab2 b6 8.Cbd2 Ca6!?9.Aa3
No es buena 9.De2? por 9…Cb4!
9…c5! 10.Ce5
10.dxc5 Cxc5]
10…Dc7 11.Tc1 Cd7 12.f4 Cb4! 13.Axb4
Luego de este cambio, las negras ganan la pareja de alfiles y un excelente puesto avanzado en c3.
13…cxb4 14.e4?!
Debilita irremediablemente el centro en especial el punto d4.
14…Dc3!
Magnífica jugada que pone en jaque al descoordinado ejército blanco, en especial al peón de d4.
15.Cdf3?
Un grave error que cuesta una pieza. Era mejor 15.Cef3 Axd4+ 16.Cxd4 Dxd4+ 17.Rh1 Ab7 18.Cf3 Dc3 Con ventaja evidente de las negras.
15…dxe4 16.Axe4 De3+! 17.Rh1 Dxe4
La partida está decidida.
18.Cg5 Dd5 19.c4 bxc3 20.Txc3 Ab7 21.Cgf3 Tac8 22.Td3? Aa6!
Y rinden las blancas (0–1).
Su año de gran actividad y de sorprendentes resultados en partidas simultáneas fue 1962. En agosto entabló con el GM checoslovaco Miroslav Filip. Con Mijail Tal consiguió tablas en septiembre de 1963, año en el que se vio obligado a inclinar su rey el 20 de julio frente al MI Eleazar Jiménez y el 27 de septiembre ante el GM Víctor Korchnoi.
En una sesión de simultáneas en Camaguey el Comandante Guevara venció de forma inobjetable al campeón mexicano Armando Acevedo, el 29 de mayo de 1964. El propio Acevedo ha elogiado el juego del Che en esta partida
Blancas: Armando Acevedo (México)
Negras: Ernesto Che Guevara (Cuba)
Apertura Ruy López
1.e4 e5 2.Cf3 Cc6 3.Ab5 a6 4.Axc6 dxc6 5.0–0 Ad6 6.d4 exd4 7.Dxd4 f6 8.Cc3 c5 9.De3 Ch6!? 10.e5 Cg4! 11.De4
Mejor era 11.De2 Cxe5 12.Cxe5 fxe5 (12…Axe5? 13.f4 pierde pieza.) 13.Dh5+ g6 14.Dh6 y el peón de menos está compensado por las debilidades negras en el flanco de Rey.
11…Cxe5 12.Cxe5 Axe5 13.Ae3
Ahora 13.f4 no gana pieza por 13…Dd4+!
13…De7 14.Cd5??
El caballo ataca la dama negra pero deja indefensa la propia.
14…Axh2+! 15.Rxh2 Dxe4 16.Cxc7+ Rf7 17.Cxa8 b6 18.Cxb6 Ab7
Y para defenderse del mate las blancas se ven obligadas a jugar 19.f3, lo que deja sin sostén al alfil. Las blancas abandonan.
Los comentarios técnicos en ambas partidas son del Gran Maestro Reinaldo Vera.
Su campeón del Ministerio
Ya sabemos que el 24 de agosto de 1963 se celebró en Río Cristal la entrega de premios del torneo del Ministerio de Industrias, que contó con 25 contendientes. Así rindieron los primeros cinco ubicados:
Lug Ajedrecista G T P Ptos.
- Manuel López 20 3 1 21,5
- Ernesto Che Guevara 20 2 2 21
- Sergio Sologuren 20 2 2 21
- José M. Alonso 20 1 3 20,5
- Ing. Hernández 20 1 3 20,5
Además de lograr este subcampeonato, jugó otras competencias de Cuba de 1964, comenzando por Tercera Categoría y llegando a la carácter laboral e intervino en la eliminatoria por el Campeonato de fase Regional, pero no pudo continuar, por obligaciones propias de su alto rango.
El Comandante Guevara también participó en competencias por equipos Inter-Estatales contra Hacienda, Ministerio de Relaciones Exteriores, Embajada soviética, INRA, Cuerpo de Artilleros, CMQ y otros.
Y, claro, sin ceremonias ni lides oficiales, el Che siempre estaba dispuesto a un enfrentamiento del intelecto, tablero por medio. Entre sus contendientes más habituales estaban Alberto Bayo, José Papito Serguera, José Luis Barreras, Giraldo Mazola y el entonces jovencito Silvino García, quien en 1975 fuera el primer Gran Maestro cubano y dedicara su título a la memoria del Che.
El Che animaba con su presencia cuanta competencia se efectuaba en Cuba y concibió (junto con Barreras) el torneo en homenaje Capablanca en 1962. Hoy el Memorial Capablanca constituye el torneo de mayor arraigo en América y segundo del planeta luego del Hastings, Inglaterra, que data de finales del Siglo XIX.
De su pensamiento relacionado con el ajedrez destacan estas palabras: “Desde luego que el ajedrez es un pasatiempo, pero es también un educador del raciocinio y los países que marchan a la cabeza del mundo en esferas más importantes son los que tienen también los mejores equipos de ajedrecistas”.
Tablas con Najdorf
El primer Memorial Capablanca se efectuó del 29 de abril al 31 de mayo de 1962. Al Che se le ocurrió que el ganador del torneo ofreciera una exhibición de partidas simultáneas sin ver el tablero, para darle un cierre espectacular al evento. Su director, José Luis Barreras, se lo planteó a Miguel Najdorf y este aceptó.
Se ha publicado repetidamente que fue de 10 tableros, pero Giraldo Mazola, uno de los participantes, asegura que fue de 16 y que abrió con el peón rey en ocho tableros y con el peón dama en los ocho restantes.
Todo parece indicar que estaba planificada para 10 contenientes, pues se publicó la relación el mismo 31 de mayo, pero después del acto clausura en el Salón de Embajadores del Hotel Habana Libre, a la hora de empezar la exhibición (sobre las siete de la noche) hubo otros interesados, y ahí mismo creció el número. Fue cuando entró al quite un jovencito muralista del torneo que 13 años después sería el primer GM cubano, Silvino García Martínez.
José Luis Barreras publicó en el periódico Revolución el 31 de mayo de 1962:
“La relación completa de los compañeros que hoy, en el Salón de Embajadores del Hotel Habana Libre, jugarán contra Najdorf, comenzando a las siete de la noche, inmediatamente que finalice la entrega de los Trofeos, son los siguientes:
“Competidores: Comandante Dr. Ernesto Guevara, Ministro de Industrias; Dr. Regino Boti, Ministro de Economía; capitán Osmany Cienfuegos, Ministro de Obras Públicas; capitán de Corbeta Rolando Díaz Aztaraín, Ministro de Hacienda; comandante Alberto Bayo; Álvaro García Piñera, Dirección de Proyectos del Ministerio de Industrias; Giraldo Mazola, Director del ICAP; José Pagliery, Junta Central de Planificación; Mario Zorrilla, Subsecretario del Ministerio de Industrias y comandante Dr. Jorge Serguera.”
La partida Najdorf-Che
Me cuenta Najdorf que cuando pasaron 12 movidas, le propuso tablas, y Che le contestó:
-Mire maestro, usted no se acuerda, pero en una de las partidas de 15 a ciegas que usted jugó en el hotel Provincial de Mar del Plata en 1949 yo era uno de sus adversarios; yo era un estudiante de Medicina entonces, y usted me ganó fácil, así que yo esta vez quiero desquitarme.
Ahora narra Najdorf:
–Seguimos jugando y fue tablas la partida cuando hice la misma propuesta en la jugada 16. Yo me enteré en ese momento, que ya había jugado una vez con el Che Guevara, como mismo Aliojin se enteró por mí, años más tarde del hecho, que yo le había enfrentado en una sesión de simultáneas.
He aquí el histórico cotejo:
Blancas: Najdorf — Negras: Che
Apertura Ruy López
1.e4 e5 2.Cf3 Cc6 3. Ab5 a6 4.Aa4 Cf6 5.0-0 Ae7 6.Te1 b5 7.Ab3
- c3 d6 9.h3 h6 10.d4 Te8 11.Cbd2 Af8 12.d5 Ce7 13.c4 bxc4
14.Cxc4 c6 15.dxc6 Cxc6 16.Ae3 Ae6 tablas.
¿Qué pasó en las demás partidas? José Luis Barreras realizaba las jugadas que indicaba Najdorf y le decía las de los oponentes. Cuenta Mazola que cuando solo seguía jugando Mario Zorrilla, y Barreras lo apremiaba para que jugara tan pronto él se le paraba delante, el Che se sentó al lado de Mario desde que hizo tablas y comenzó a anotarle la partida, para que dispusiera de más tiempo y en un susurro, que yo a pesar de estar más lejos oí claramente le dijo: “Si pierdes te quedas cesante”
Mario no perdió el empleo. Durante varios minutos una merecida ovación saludó al Maestro, que concluyó con 9 victorias, 5 tablas y dos derrotas. Después comenzó un intercambio de opiniones sobre las partidas que el propio Najdorf, ahora de pie y frente a los tableros, sudando más que antes, reproducía como si las tuviera escritas en la cabeza.
Con el Che presente reprodujo de memoria la partida que jugó con él hasta el momento en que le ofreció por primera vez tablas y le demostró que la mayoría de las posibles variantes conducían a tablas, aunque también examinó una eventual posibilidad de victoria con las piezas negras que llevaba el Comandante. Movía las figuras hacia delante y hacia atrás, mientras iba explicando las diferentes alternativas. El Che seguía con suma atención este sumarísimo análisis y en una breve pausa de Najdorf le espetó con picardía: “Maestro, yo había visto esa posibilidad y por eso no acepté las tablas”.
De las 16 partidas argumentadas por Mazola, el recordista mundial de la especialidad hizo rendir nueve reyes, inclinó el suyo ante Mario Zorrilla y el invitado técnico soviético V. Golochapov, en tanto de las cinco tablas consignadas, tengo cuatro registradas, con el Che, Giraldo Mazola, Osmani Cienfuegos y Silvino García.
Me contó Silvino con buen humor sobre esa partida: –Llegué a alcanzar una posición ganadora, que no pude concretar, porque de pronto Najdorf la decretó tablas.
Años más tarde, cuando ya Silvino era Maestro Internacional, jugaron una partida oficial en la Olimpíada de Siegen 1970, otra vez Najdorf con blancas, y en esa ocasión no lo decretó pero le propuso tablas en la movida 34, que aceptó el primer tablero cubano en esa cita.
Recuerdos de la amistad
Le pregunté a Miguel: –¿Existió una amistad entre el “che” Najdorf y el Che Guevara?
—El Che y yo hicimos amistad aquí en La Habana. Me invitó a su residencia particular. Le había acabado de nacer un chico y me pidió que le llevara la foto a sus padres. Yo le llevé la foto a sus padres, en la calle Arenales, en Buenos Aires. Entre los muy gratos recuerdos que guardo de mi estancia en La Habana en 1962, cuando gané el I Capablanca in Memoriam, están mis encuentros con el Che.
Supe más tarde en Buenos Aires, por gente que le conocieron de joven, que el Che frecuentaba mucho el club de ajedrez cuando era estudiante. ¡Qué amante del ajedrez! Tan amante del ajedrez como de la libertad.
(Nota: texto tomado del libro inédito Che Guevara, caballero de la FIDE, del mismo autor).
El más grande de los nuestros