«Si Julio García Luis fue, entre nosotros, el mejor estudioso de la profesión periodística con la Revolución y el principal impulsor de su proyección, fue Juan Antonio Borrego Díaz el más adelantado de su concreción». Con esta frase-homenaje, el presidente nacional de la UPEC, Ricardo Ronquillo Bello, enlazó las figuras, nunca desaparecidas, de los pilares del gremio que nombran respectivamente, desde esta tercera edición, el Festival Nacional de la Prensa y el Premio a la Innovación que concederá su jurado.
«Si todos los medios cubanos hubieran tenido esa energía, ese ángel aglutinador, el nuevo modelo de prensa que encaminamos hubiera mostrado su alba mucho antes. La sobrevida de Julito y Borrego va especialmente en ello, en tanto avance por ese campo en el que ambos fueron tan luminosos», remarcó Ronquillo.
El presidente de la UPEC consideró significativo que estos pilares de la profesión sean honrados con el Festival. «Es importante —dijo— que lo hagamos en la antesala del experimento a distintas escalas de sistema para cambiar los modelos de gestión y en la antesala de que el Parlamento cubano discuta y apruebe la Ley de Comunicación».
En una confirmación del optimismo en torno al tema —tras la posposición de la discusión parlamentaria sobre la Ley—, Ronquillo afirmó que ella «es para Cuba lo que el oxígeno para el ser humano», lo que argumentó en el hecho de que en el cerco mediático que sufrimos, la sociedad cubana necesita de una Ley así.
También en n reciente diálogo con estudiantes de periodismo de la Universidad de la Habana, el presidente de la UPEC constató la necesidad de transformación del sistema de prensa: «Esos jóvenes sueñan, con nosotros, esa transformación para sumarse a un sistema de prensa que contribuya a la construcción de los consensos que necesita el país en una coyuntura compleja», sentenció.
El presidente de la UPEC comentó que el Festival es una contribución a la búsqueda de un nuevo modelo de prensa publica para el socialismo. «Los proyectos apuntan, desde la primera edición, a la construcción de ese modelo, que no se levanta desde arriba sino desde la base, con el aporte de los colectivos profesionales y la participación de todos los colegas», recordó.
De igual modo, el presidente de la UPEC señaló que el Festival estuvo antecedido por las discusiones de las asambleas del XI Congreso, en las delegaciones de base del país. «Fuimos testigos —afirmó— de que, en las condiciones más difíciles, se expresa una enorme voluntad de cambio y compromiso con Cuba y su proyecto revolucionario».
En la tercera edición del Festival Nacional de la Prensa «Julio García Luis» participan 27 medios de prensa de todo el país —15 de ellos provinciales— con 29 proyectos.
El evento, nucleado desde la sede nacional de la UPEC en videoconferencia con los participantes, fue abierto —luego de las palabras del presidente— por la conferencia «Comunicación de crisis y comunicación mediática en el camino hacia un nuevo modelo de prensa en Cuba», de la Doctora Ana Teresa Badía.
La reputada académica y periodista apuntó la dificultad que entraña el tema en tanto implica teorías divergentes: «No hay posturas definidas hasta tanto sigamos investigando. Debemos insistir en que el desafío está anclado en tres mediaciones: la económica, la tecnológica y la innovación en los medios», señaló.
La Doctora Badía comentó que hay cambios importantes: nuevas pautas, hábitos de consumo en la comunicación, mayor relevancia de los mensajes persuasivos, cambió el rol de la colaboración al punto de que grandes empresas colaboran en investigar qué hay detrás de una noticia, y es otro el intercambio constante de los receptores —que no son tan solo eso— con los emisores.
En su ponencia, la especialista destacó que las noticias falsas continúan siendo una industria, por lo cual el tema requiere capacitación y hasta alfabetización para deslindar lo falso de lo verdadero.
Durante su exposición, la académica abordó el complejo entramado entre la comunicación de riesgo y la comunicación de crisis.
Tras haber investigado, a partir de artículos internacionales entre 2008 y 2017, de ambas modalidades, la Doctora insiste en que no son lo mismo, pero no debe olvidarse que la gestión de ambas modalidades sigue un ciclo de autodependencia mutua y que «las crisis surgen como consecuencia de un riesgo mal gestionado».
Lo óptimo —remarcó— es atender el carácter preventivo de la comunicación de riesgo, porque cuando se produce una crisis ésta no se puede negar. Por ello, refirió la importancia de la transparencia en las decisiones, el conocimiento de los riesgos, la creación de capacidades en la población. En todo caso, recordó que la experiencia de Cuba en la articulación ante las crisis es ejemplar.
A juicio de la ponente, los comunicadores tienen que formarse en temas relacionados con los desastres, el cambio climático, las políticas públicas, los términos científicos y la identificación de causas. Según explicó, algunas investigaciones sobre la radio cubana tras el paso del huracán Irma, en 2017, arrojan que debe consolidarse experiencias como la programación totalmente en vivo, la integración de trasmisiones profesionales con las de radioaficionados y el aprovechamiento del demostrado poder de persuasión ciudadana que tiene este medio.
Otros estudios de la Doctora, a partir de grupos focales de países miembros de la Comunidad del Caribe (Caricom) en 2018, hicieron evidente, en otros contextos, la carencia de estrategia preventiva, la combinación del uso de medios tradicionales y contenidos digitales, la urgencia de planes de comunicación e integración de los sectores, y la demanda incluso de alfabetización mediática en pos de una comunicación más proactiva.
Por otro lado, dijo, talleres sobre el tema en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí, demostraron la importancia del considerar el concepto de cultura científica y la construcción de valores que entraña como elemento transversal en esta comunicación, con la añadidura de la relevancia de las universidades en el proceso.
La Doctora Badía insistió en la condición sistémica de la comunicación organizacional y refirió otro estudio sobre la radio, en cobertura de desastres, que hizo evidente la importancia de la comunidad en estos eventos, el correcto empleo de las y otros canales de la web, el uso coordinado de la telefonía móvil y la necesidad de estrategias de comunicación contextualizadas. A propósito de esto último, señalo que debe disponerse un manual del medio con un acápite relacionado con la crisis.
La ponente recordó la necesidad de cuidar la ética y el celoso cumplimiento de su código, la relevancia de pautar las comunicaciones, tener constante acceso a las fuentes y contar con los recursos materiales y un inventario de riesgos. De igual modo, defendió la importancia de la inmediatez en la gestión.
La especialista señaló que para, elaborar las estrategias, hay que mensurar la acción antes, durante y después del desastre, trabajar mensajes en torno a la higiene y limpieza, los riesgos sanitarios y hacer la evaluación comunicacional correspondiente.
La Doctora Badía refirió las líneas estratégicas generales para el trabajo en las organizaciones mediáticas: la ética, el cuidado de los patrones de calidad periodística, el uso de la terminología correcta, el aprovechamiento de los corresponsales locales y la garantía de espacios al punto de vista de la ciudadanía.
«Además, los sitios digitales deben estar actualizados, con datos confirmados y fuentes contrastadas. Hay que evaluar las coberturas. Toca a los medios asumir un papel protagónico. Ello no implica una visión mediocéntrica, pero realmente ellos colonizan la esfera cultural de los países», comentó la ponente.
En su criterio —apuntalado por mucha investigación— se precisa tener en los manuales de gestión de la prensa un epígrafe de comunicación de crisis y trazar estrategias para el momento en que esta ocurra: «Debe tenerse pautado, desde antes, qué hacer. Se debe crear un comité de crisis, tener un directorio, nombrar un portavoz, diseñar el esquema de acciones. Los medios cubanos están en buen momento para asumir esta comunicación. La acción, las decisiones y la estrategia tienen que acompañarse de mucha ciencia», concluyó.
Presentación de proyectos
La defensa de los trabajos que compiten en el Festival comenzó con Radio Arimao, de Manicaragua, Villa Clara. Se trata de un proyecto de plataforma multimedial que parte de las condiciones geográficas del lugar, caracterizado por numerosas zonas de difícil acceso.
A continuación, el Departamento de Periodismo, Facultad de Humanidades, de la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas, presentó un proyecto basado en el desarrollo de un conjunto de investigaciones científicas dirigidas a diagnosticar el estado actual del proceso de construcción del discurso periodístico en los medios de prensa oficiales de la región central de Cuba y que además, tiene el objetivo de fundamentar una propuesta teórico-metodológica para evaluar la calidad del discurso periodístico cubano. Pretende también, despojar de empirismo o nociones prejuiciadas a la categoría científica “calidad periodística” y propiciar que los periodistas y directivos de medios cubanos cuenten con herramientas para evaluar la calidad de sus procesos en correspondencia con el contexto en el que insertan sus prácticas profesionales.
Por su parte, Radio Mambí, de Santiago de Cuba, presentó su proyecto destinado a resaltar la vida, acontecimientos y valores de los barrios, del municipio y sus instituciones. El barrio mambí, para el incremento de la participación ciudadana en la definición y ejecución de la agenda mediática.
El Telecentro Tele Turquino participa en el evento con una propuesta para la construcción de Agendas Integradas desde el sistema de medios de la provincia Santiago de Cuba, que se sustenta en la premisa de que para realizar transformaciones en la gestión económica de estos resulta necesario evolucionar en las políticas editoriales teniendo en cuenta el alcance, análisis en sus múltiples aristas a partir de la complementación y seguimiento de temas que surjan de las redacciones informativas y la Agenda Pública.
Invasor, el periódico de Ciego de Ávila, trae al Festival Comunicación de crisis (qué, cómo, cuándo y por qué), sustentado en un análisis interno del medio, hecho por los responsables del proyecto y que involucra a todo el personal periodístico. El texto detalla cómo la comunicación aplicada a situaciones de crisis no debe improvisarse y define etapas en su manejo. Subraya el consenso en relación a que la Etapa de Prevención es fundamental, en la medida en que ayude a prever posibles escenarios, y define una metodología de trabajo aplicada por Invasor.
La delegación provincial de Cienfuegos compite con dos proyectos, uno sobre la informatización del Periódico 5 de septiembre
y otro relacionado con el periodismo móvil.
Migración total a Google Drive, del periódico Girón,
y Telebandera. Telecentro Municipal de Cárdenas son los aportes de Matanzas a este Tercer Festival de la Prensa.
El Periódico 26, de Las Tunas, presentó una estrategia de comunicación para escenarios de crisis, un proyecto que tiene como objetivo caracterizar desde una perspectiva histórica, el ejercicio del periodismo tunero durante la cobertura de situaciones excepcionales y proponer una estrategia comunicacional que abarque todas las plataformas del periódico capaz de convertir las potencialidades noticiosas de estos hechos, no en un fin, sino en un medio para cumplir con su responsabilidad social.
La gestión de la producción audiovisual en telecentros fue una de las propuestas guantanameras. Se trata de una investigación aplicable a organizaciones mediáticas televisivas, particularmente a telecentros. La experiencia científica parte del estudio de caso en telecentro Solvisión.
Para la sesión de mañana jueves 15 quedó pendiente el proyecto Solvisión de cara al desarrollo local.