Hermosa coincidencia que Antonio Moltó Martorell naciera un 22 de diciembre. Maestro es la cualidad más exacta que lo define. Su paso por el Periodismo y por la Unión que reúne a sus profesionales en Cuba, y que el año próximo cumplirá 60 años, fue una lección de magisterio.
Evangelio vivo al ejercer, al impulsar, al defender, al liderar. No hay sueño, ni tropiezo u obstáculo, en el que no aparezca su aliento, su energía y su fuerza, siempre joven y sana, alegre y cubanísima. Su Patria era el gran horizonte de sus ideas. Esa es la herencia.
Al felicitarlo a él lo hago a todos los que honraron esa condición de MAESTRO en el periodismo cubano, lo mismo desde la aulas de las escuelas de formación que desde la cátedra y la altura de un oficio desafiante. A todos nuestra reverencia y nuestro cariño.