¿Cuál sería la misión y visión del Centro de Información para la Prensa (CIP) en el contexto de la transformación del modelo de prensa cubano? A pensar esa interrogante, llamó Ricardo Ronquillo Bello, presidente de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), durante la asamblea de la delegación de base del CIP previa al XI Congreso de la organización.
Livia Reyes, directora del CIP, explicó que la institución está compuesta por tres grupos de trabajo: Gestión de Información, Desarrollo Tecnológico y Editorial, al cual pertenece la revista digital Cubahora.
Pese a la existencia de esos grupos, al CIP – precisó Livia – lo distingue su interoperabilidad, es decir, la capacidad para trabajar en base a la convergencia de especializaciones.
La manera en la cual se concibe Cubahora es también una prueba de esa articulación. Publicar diariamente siete entradas con contenido exclusivo para la página web, actualizar los perfiles en redes sociales, producir infografías estáticas y animadas, armar reportajes hipermediales y ejecutar un periodismo de datos con calidad son tareas posibles gracias a la unión entre periodistas, cientistas de la información, diseñadores, comunicadores y cibernéticos.
A ese carácter interdisciplinar se refirió Arisdalia Gómez, editora jefa de Cubahora, quien comentó que la alianza lograda por el equipo ha permitido que dos periodistas, un diseñador, un asistente de redacción y ella, como comunicadora, realicen un trabajo similar al de un medio con una plantilla más nutrida.
Tras el propósito de “contar a Cuba desde la redacción de la revista”, Haroldo Luis Castro, presidente de la delegación, habló sobre la importancia de analizar las estadísticas detrás de los contenidos publicados.
De ahí que, cada lunes, el equipo se reúna y evalúe cada material producido y construya la agenda temática para la semana.
Daniel de la Osa Camacho, subdirector del Departamento de Gestión de la Información, también destacó como una fortaleza la red de colaboradores de todo el país que tributa contenido para la página.
Luego, esos materiales acompañados por otros recursos hipermediales como las infografías y los podcast, se planifican, de acuerdo a sus temáticas, para ser publicados en distintos días de la semana.
Por ejemplo, una de las secciones recientes que ha tenido un impacto significativo en el número de lecturas de la página dominical, ha sido KaraZusia, definida como “un blog para contar y sentir Cuba más allá de la epidermis y para ver qué hay detrás del superficial polvo en un rostro”.
De la Osa resaltó que muchas de las estrategias editoriales y económicas que exige la transformación de la prensa en el país, forman parte de la innovación periodística implementada en Cubahora, lo que falta aún – enfatizó – es unir esas acciones en un solo corpus textual para que puedan ser evaluadas como un solo proyecto.
La conexión establecida con los estudiantes de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana y de otras regiones del país, ha sido fundamental para la revista digital. Como resultado de esa articulación – señaló Livia Reyes – ya existen 22 investigaciones académicas que contribuyen, principalmente desde el punto de vista metodológico, a la praxis profesional en el medio.
Al respecto, Ronquillo Bello dijo que el adiestramiento a estudiantes tiene un impacto en su formación y a la vez, garantiza que “vean a los medios públicos como parte de un sistema moderno capaz de otorgarles crecimiento profesional y humano”.