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Vagos… y exigentes

Los que utilizan las dificultades causadas por un ciclón, los apagones de plantas eléctricas a las que no se le ha podido dar mantenimiento por falta de recursos financieros, la irracional subida de precios de productos agrícolas y otros, para “orientar las antenas rumbo norte” y creer en los que llaman a “actuar”, porque “ahora se cae esto”, tienen el común denominador de ser vagos, o de “no trabajar para el estado”, o de esperar a que “se abra para partir”.

Para ellos la palabra bloqueo no existe y hasta se alinean con los peores postores que les orientan desde el Norte.

Esa podría ser la génesis de las tan mediáticas “protestas”, en la mayoría de los casos violatorias de la ley, cuyo objetivo mayor es el de “llamar la atención” para que los que orientan y pagan desde Miami, conozcan del tema.

Mientras, otros, con voz y rostros desagradables, y valiéndose de las tecnologías, se convierten, o al menos quieren serlos, en orientadores “desde allá”, de las acciones a realizar para “tumbar la dictadura”.

Los hay que hasta hablan de armas y de preparación militar para cuando llegue la “hora”. Otros ya se han repartido puestos para cuando “caiga” el gobierno.

Y es que allí, tal si fuera una, dentro de una especie de fauna frustrada, que teme por que se le acaben los aportes de quienes pagan por mantener “activado” el tema Cuba. Y, desgraciadamente, son los mismos que tienen secuestrada la política hacia la Isla dentro de las distintas administraciones que pasan por la Casa Blanca. Sería bueno que la televisión cubana repitiera el video de Marco Rubio, que salió en el programa Con filo, donde volvió a exigir al gobierno de Biden que apriete más las medidas para asfixiar a Cuba.

Acá en la Isla, a la que le faltan recursos económicos y financieros, pero que tiene coraje, dignidad, gobierno estable, preparación militar y armas, leyes consultadas con el pueblo y refrendadas por este, nunca se cederá ante mafiosos de Miami ni ante vagos muchas veces convertidos en mercenarios al aceptar dinero extranjero para realizar acciones contra su propio pueblo.

También tenemos dificultades que son nuestras, cometemos errores como todo ser humano, también aceptamos críticas, sugerencias y hasta colaboración de otros —no importa como piensen—en busca de construir una sociedad mejor.

Los vagos y los provocadores deben tener muy presente, los primeros que aquí hay trabajo para todos y los segundos que además de trabajo hay leyes que nos incluyen a todos, al igual que sus sanciones cuando son violadas.

El que tenga dudas que acuda a la Gaceta Oficial y busque los contenidos de leyes y también lo que le corresponde a quienes atenten contra ellas. De esa forma, ganarían tiempo a la hora de responder por sus actuaciones cuando son ilegales, atentan contra el orden público, afectan la tranquilidad ciudadana, y, por supuesto, su aplicación de acuerdo con la gravedad de los hechos y siempre con todas las garantías procesales. Pero, también, con la severidad requerida, más cuando tiene como aspecto negativo agregado, el hecho de actuar al servicio de una potencia extranjera, convertirse en mercenario de esta y otras posibles bien recogidas en los documentos en cuestión.

El carro de la Revolución continúa por el camino trazado. Los destrozos de un ciclón nos obligan a replantearnos planes ya previstos y ahora afectados. Pero, de lo que todos podemos estar convencidos es que saldremos del bache. Y los que protestan —con razón o sin ella— bien que están a tiempo de incorporarse a este carro, en el que también viajan los maestros que han formado generaciones de cubanos; los médicos que nos cuidan cada día y brindan solidaridad a otros, los eléctricos que trabajan sin desmayo para reparar las calderas de nuestras plantas eléctricas y los circuitos echados abajo por la furia de un ciclón.

Cuba somos todos y todos, unidos, saldremos una vez más de las circunstancias adversas y continuaremos perfeccionando este proyecto que es de todos y para todos.

Foto de portada: El carro de la Revolución continúa por el camino trazado. Los destrozos de un ciclón nos obligan a replantearnos planes ya previstos y ahora afectados. Foto: Cubahora

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Elson Concepción Pérez
Periodista cubano y analista de temas internacionales. Forma parte de la redacción del diario Granma.

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