«Fue mi maestro, el primero en presentarnos a Ryszard Kapuscinski, pero en realidad nos narraba su propia vida, porque él es nuestro Kapuscinski», dijo del periodista cubano Hugo Rius la vicepresidenta primera de la Upec, Rosa Miriam Elizalde, en el homenaje que la organización, junto con la agencia Prensa Latina, hicieron este lunes en la Casa de la Prensa por el fallecimiento del respetado colega, el 26 de agosto pasado.
«Hugo Rius fue parte de nuestro descubrimiento de esta profesión que es una aventura. Todos queríamos ser corresponsales… y ser como Hugo», relató Elizalde —Premio Nacional de Periodismo «José Martí», por la obra de la vida— antes de agregar que las clases de Rius eran algo así como escuchar el Ulises de Homero.
Además, la vicepresidenta primera de la Upec comentó cómo Hugo Rius asumió, a la muerte de Guillermo Cabrera, la difícil misión de escribir la sección La Coletilla, requerida de cultura y síntesis extraordinarias. «Era el gran periodista, el educador, el hombre humilde de las grandes crónicas y las agudas coletillas», que hizo mucho por la dignificación de los colegas.
Antes de que Rosa Miriam Elizalde bocetara ese retrato, otros amigos hicieron los suyos y la joven Luisa María González, vicepresidenta primera de Prensa Latina, entregó a María del Carmen Marín, viuda de Hugo, una fotografía de él, pleno en una sonrisa que siempre le distinguía.
Pedro Martínez Pírez, Premio Nacional de Periodismo «José Martí», por la obra de la vida, afirmó que Rius —quien ganó esa distinción, en 2008— honra el periodismo cubano: «Hizo una gran contribución, marcada por una personalidad de estilo propio».
El periodista Roberto Molina, de Prensa Latina, exaltó el conocimiento que Hugo siempre mostró de los países donde laboraba y se detuvo en Vietnam, donde su opinión era tenida en cuenta incluso por los diplomáticos cubanos. «Dejó una huella no solo en sus compañeros, también en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, donde algún espacio debería llevar su nombre», señaló.
También Premio «José Martí», la colega Juana Carrasco, de Juventud Rebelde, recordó la afinidad cercana que el grupo de reporteros de temas internaciones —donde coincidió con el homenajeado— crearon en su momento. «Allí —evocó—, una de sus enseñanzas primordiales fue la ética».
La profesora de la Facultad de Comunicación María de los Ángeles González contó cómo Hugo sabía enamorar de la carrera a los alumnos, don que le nacía del inmenso compromiso con la docencia: «Recorríamos —comentó— el país para hacer los exámenes de ingreso; él siempre hacía un espacio para ello».
El joven reportero de Prensa Latina Diony Sanabria, alumno de Hugo, refirió la capacidad de motivación de aulas enteras con que contaba su profesor, quien ya en la primera clase los encantó motivándolos a dar la mayor cantidad de información de sí mismos en lo que duraba el fuego de una cerilla.
A la velada en la UPEC asistieron colegas de varias generaciones de Prensa Latina —que Rius representó hasta su muerte en ejercicio, como corresponsal en Uruguay— y de otros medios, encabezados por los también premios nacionales «José Martí» Irma Cáceres, Eduardo Yasel y Manuel Guerrero.
Junto a cuanto se dijo de él, el maestro Hugo Rius pudo añadir —desde el vIdeo de una entrevista— parte de esos tips profesionales que explican el homenaje y el cariño demostrado: «No basta con informar; hay que hacerlo con calidad». «Periodismo es atrapar las esencias de la vida». «Trabajamos para movilizar la inteligencia ajena». ¿Quién se atreve a decir, entonces, que cesaron sus lecciones?