En la simbólica fecha del 5 de agosto de 2003, recordando aquel de 1994 en que el pueblo cubano, con Fidel al frente, libró y ganó una decisiva batalla política, Cubadebate aparece en el escenario público digital, en el que la presencia cubana era todavía escasa y de alcance reducido.
En su presentación oficial aquel día, frente a la prensa cubana e internacional acreditada en el país, nuestro director definía los objetivos de la nueva publicación:
“Para combatir la mentira del poder global y de sus medios nace esta publicación electrónica de los periodistas cubanos. Para luchar contra el grosero intento de El País español de convertir a las mujeres cubanas- por obra y gracia de sus editores- en un hato de meretrices; para denunciar a The New York Times y otros grandes medios norteamericanos que han clamado por sanciones más fuertes contra Cuba, mientras silencian la injusta y cruel prisión en Estados Unidos de cinco jóvenes cubanos, arrestados por el delito de combatir a los grupos terroristas anticubanos; para enfrentar las oscuras falacias que desde la Casa Blanca pretenden presentar a Cuba como un gran laboratorio de armas biológicas o químicas.
“A tales infundios, que los grandes poderes intentan convertir en verdad por la mecánica de su repetición, combatiremos desde nuestras letras comprometidas; como lo haremos contra las mentiras que justifican ilegales guerras, contra los planes del Norte de engullirse a todo nuestro continente; contra las noticias que tildan de terrorista a todo el pueblo palestino que lucha por el derecho a su patria; contra el periodismo vendido al mejor postor que plaga los periódicos, las radios comerciales, las televisoras y no pocos sitios en internet.
“A esa batalla de la verdad contra la mentira, de la razón contra la sin razón, convocamos a todos los colegas del mundo que saben del valor de nuestro oficio para las buenas causas. Es una pelea contra los demonios en la que todas las voluntades cuentan. CubaDebate.cu nace desde hoy para el combate.”
Han pasado ya 19 años desde aquel día fundacional, en el que nos propusimos luchar Contra el Terrorismo Mediático. Ese ha sido nuestro eslogan durante todo este tiempo; dando las batallas comunicacionales y políticas contra el imperio y sus propósitos hegemónicos y frente a la maquinaria mediática anticubana que ha financiado y creado. No olvidar nunca las millonarias sumas que Estados Unidos destina para crear medios privados, construir figuras mediáticas y tratar de influir en el espacio público digital cubano con su Grupo Especial para la Internet en Cuba; sin abandonar sus fracasados proyectos de las mal llamadas Radio y TV Martí, que han despilfarrado cientos de millones de dólares del contribuyente estadounidense.
Cada día de estos años hemos dado ese combate contra la mentira y la injusticia global, contra el bloqueo genocida que asfixia a nuestro pueblo, contra los planes subversivos anticubanos. Pero también nos hemos convertido en un espacio para la más amplia y actualizada información y el análisis crítico de la realidad cubana, con sus luces y sus dificultades
Los lectores han sido la principal fortaleza de este empeño, con sus decenas de millones de visitas cada año y sus cientos de miles de comentarios.
Junto al aporte de comprometidos periodistas y prestigiosos colaboradores, las Reflexiones de Fidel honraron nuestras páginas virtuales durante estos años, con su carga de argumentos y sabiduría política. El líder de la Revolución Cubana nos privilegió en primicia con sus opiniones de dimensión universal y se convirtió en imán de lectores de diversas partes del mundo.
Su pensamiento y ejemplo nos inspira para entrar en una nueva etapa de trabajo, en la que Cubadebate, como parte de un espacio multimedial compartido con la Mesa Redonda, Fidel Soldado de las Ideas y los proyectos de Con Filo y Cuadrando la Caja (que coauspiciamos), buscará dinamizar su agenda editorial, continuar con sus proyectos innovadores, revolucionar su modelo de gestión económica y sostener su posición de vanguardia en el escenario digital cubano.
Sin abandonar nuestra batalla contra el terrorismo mediático, que sigue ahí como mandato, Cubadebate se propone cambiar su frase de cabecera, para darle su verdadera dimensión a la labor que hacemos todos los día . Por la Verdad y las Ideas será la frase que encerrará desde hoy el concepto de periodismo que queremos seguir desarrollando.
La batalla fundamental de estos tiempos sigue siendo la de las Ideas, a la que nos convocó el más comunicador de los revolucionarios cubanos. Los medios somos participantes activos de esa estratégica contienda, en la que la verdad es nuestra más revolucionaria arma.
Nos sirven de brújula dos conceptos claves de Fidel:
“La verdad en nuestros tiempos navega por mares tempestuosos, donde los medios de divulgación masiva están en manos de los que amenazan la supervivencia humana con sus inmensos recursos económicos, tecnológicos y militares. ¡Ese es el desafío de los periodistas cubanos!”, escribió en el 2008 en una reflexión dedicada a los profesionales de los medios en Cuba.
Antes, en el 2001, había definido su concepción sobre la Batalla de Ideas: “… la batalla de la verdad contra la mentira; la batalla del humanismo contra la deshumanización; la batalla de la hermandad y la fraternidad contra el más grosero egoísmo; la batalla de la libertad contra la tiranía; la batalla de la cultura contra la ignorancia; la batalla de la igualdad contra la más infame desigualdad; la batalla de la justicia contra la más brutal injusticia; la batalla por nuestro pueblo y la batalla por otros pueblos, porque si vamos a su esencia es la batalla de nuestro pequeño país y de nuestro heroico pueblo por la humanidad.”
Vamos a comenzar nuestro año 20 de incansable labor en medio de un escenario desafiante, difícil, pero lleno de oportunidades; en un mundo de posverdades y fake news, guerras reales o simbólicas, y reacomodos geoestratégicos; en un país pleno de realizaciones pero no falto de grandes adversidades, que busca renovar y profundizar su modelo económico y social de desarrollo socialista, soberano, independiente, democrático y sostenible, en medio de la más feroz guerra económica y del impacto de una profunda crisis internacional.
Como toda nuestra prensa, necesitamos crecer desde nuestra experiencia histórica, y desde la apropiación revolucionaria de las mejores experiencias del desarrollo profesional del periodismo en el mundo, para construir verdaderamente un modelo de prensa cubana socialista, genuinamente participativo, atractivo, humanista, ético, analítico, veraz; para sostener una práctica de comunicación social que propicie el diálogo creador y la participación ciudadana consciente en la vida política, económica y social del país.
Contamos con ustedes. ¡Nos vemos en los 20!
(Tomado de Cubadebate)
