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Boxeadores cubanos sobre el ring fundamental

La caída heroica de Giraldo Córdova Cardín en el asalto al Cuartel Moncada ha ocupado el espacio merecido en nuestra prensa, y ha sido cantada por poetas incluso.

¿Quién no conoce a aquel welter invicto que dejó esperando a la afición en la arena Trejo, al no concurrir a su pelea la noche del 25 de julio de 1953 mientras intercambiaba golpes con la muerte? Hasta se supo, muchos años después del acometimiento, que en realidad el apellido es así: Córdoba. “Pero con tanto amor como han escrito sobre mi hijo, me da pena pedir el cambio. El caso es que no me lo olviden”, dijo el padre en conversación privada no exenta de dolor.

No es el único púgil cubano en la primera línea de la heroicidad mayor.

Les presentamos a Rodolfo Ricardo de Arma Soto (La Habana, 18-5-1912-Morata de Tajuña, España, 23 -2-1937) apodado Trompá debido a su derecha anestesiante, campeón ligero (1929) y welter (1930) entre los aficionados. Hijo de güineros, su primer hogar fue en Cuarteles 13 en la capital. No era periodista, pero usaba sus puños, contra quienes osaran incautar el boletín La voz del estudiante, publicación del Directorio del Instituto de La Habana.

Con solo 14 años, en las manifestaciones a favor de Mella enfrascado en su huelga de hambre; en preuniversitario enfrentó a los catedráticos de dedo: le costó un año de expulsión. Sus trompadas hicieron daño al enemigo en la tángana del 30 de septiembre de 1930. Sobresalió en los grupos de acción contra el machadato y entre los rivales de la mediación yanqui. A la caída del Mocho de Camajuaní, luchó contra los elementos de derecha. Matriculó el primer año de Medicina Veterinaria (1934-1935), donde ocupó un cargo en la FEU. Se destacó en las Asambleas Depuradoras de los profesores machadistas.

Con Guiteras en la TNT y la Joven Cuba, organización surgida de aquella y conquistadora de superior alcance en lo ideológico y la acción. Del Ejército Pro Ley y Justicia se batió a tiros con los oficiales parapetados en el Hotel Nacional, contra las posteriores sublevaciones de la derecha, las fuerzas atacantes del Instituto habanero y los fascistas del ABC. Detenido por incitar a la huelga general en 1935, escapó con vida milagrosamente.

Deseaba seguir batallando contra el trío asqueroso gobernante: Mendieta- Batista- Caffery. Su jefe, Tony, lo sabía quemado y le ordenó ir al exilio. Obedeció sin estar contento. En Estados Unidos no se tranquilizó. Hasta intercambió disparos con la policía para proteger a unos obreros huelguistas. Por fin, la acción: hacia España para defender la República de la asonada franquista, apoyada por los nazis alemanes y los fachistas italianos. Como comandante de su tropa, la compañía internacionalista cubana Antonio Guiteras, cayó en la defensa de Madrid, en Morata de Tajuña, el 23 de febrero de 1937.

El historiador y periodista Mario Torres nos trae a Henry García Suárez, desde el primer encuentro: 3 de agosto de 1940 en la valla de gallo La Holguinera. Logró noquear a su oponente: Pipo González. Sería el primero de sus 109 triunfos en 112 peleas, Henry emuló con su abuelo mambí al ingresar en el movimiento 26 de Julio. Por su labor contra el batistato, lo asesinaron el 21 de agosto de 1955 luego de ser terriblemente torturado.

La familia de Holveín Quesada se mudó de Matanzas para el reparto capitalino Santa Amalia Tampoco le fue bien. El muchacho debió abandonar el colegio y emplearse en la tienda La Traviata. Subió al ring y brilló sus 30 combates en el Trejo y ganó otro nombre: El Chaparro. S

Se dio entero a batallas más importantes. Tenía 16 abriles cuando formó parte de un grupo en que disolvió un mitin politiquero en el Palacio de los Yesistas en Xifrés y Estrella. Fue herido y apresado. Lo devolvieron a sus familiares con la advertencia de que para la próxima no tendrían en cuenta su poca edad. No se amilanó. Llegó a ser jefe de acción y sabotaje de un colectivo del 26 de Julio que operaba en Arroyo Naranjo. Nombre de guerra: Pedrito.

Víctima de una delación, lo cercaron. Batido hasta que el parque se le terminó, de azotea en azotea intentó escapar. Balazo en una pierna. Cayó en el patio de una casa situada en Washington esquina Maceo en San Amalia. Esbirros al mando del capitán Brito lo remataron. Era el 14 de abril de 1958. El ultimado tenía 18 años. El Centro de Entrenamiento de la famosa finca de los boxeadores lleva su nombre.

Foto de portada: cubahora.cu

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