La academia, los medios y la Unión de Periodistas de Cuba deben integrarse para formar un tipo de profesional acorde con el paradigma de la comunicación que necesita el país, afirmó Ricardo Ronquillo Bello, presidente de la Upec, en el cierre de un activo en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana para evaluar asuntos de las prácticas laborales interdisciplinarias.
Cuando parecía que se habían agotado las aristas recurrentes del tema entre profesores, estudiantes, directivos y reporteros de los medios, el presidente de los periodistas apuntó a la novedad: necesitamos introducir en la carrera nuevos contenidos relativos a las estrategias de comunicación y de gestión editorial y económica que emprende la nación.
Según recordó, un grupo intergubernamental y cuatro subgrupos, en permanente coordinación con los medios, elaboran propuestas para cambiar los modelos de gestión y, con ellos, los resultados tanto en los titulares como en la realidad material del ecosistema mediático.
Esa idea terrenal —que partió de admitir que incluso algunos cuadros del sector, marcados por la laxitud de viejas prácticas económicas, no demuestran estar preparados al respecto— fue complementada por su observación de que recibir, en un medio, a estudiantes de práctica siempre «debe ser una fiesta», y por el recordatorio de que la cubana, que es «la revolución de la ilusión» requiere que cultivemos en ellos ese ángel para soñar.
En la misma línea de ideas había intervenido el Ariel Terrero, vicepresidente de la Upec, quien refirió que en la Casa de la Prensa ya fueron recibidos los jóvenes del Colegio de periodismo, de duodécimo grado, y que se hará lo mismo con estudiantes de primer año de la carrera, bajo la premisa de que la Upec se asume como puente entre los mejores profesionales y esos estudiantes que serán su relevo.
La discusión mostró coincidencias en la necesidad de que los vínculos entre los universitarios de FCOM y los profesionales de las redacciones rebasen el período de práctica —cuya frecuencia y, sobre todo, concentración temporal y mental habrá que seguir ajustando— para erigirse en abrazo cotidiano.
Yoerky Sánchez, director de Juventud Rebelde, invitó a fortalecer la comunicación para que, conscientes en cada parte de las posibilidades y necesidades tanto propias como del otro, los trabajos de investigación y formación conduzcan a mejores resultados integrales.
Dos de los estudiantes presentes comentaron que el conocimiento personalizado que el claustro tiene de la matrícula le permitiría dirigir con mayor precisión las ubicaciones, considerando igualmente las demandas de medios que, de paso, deben disponer de un plan certero para recibir y ocupar al universitario.
Sería muy conveniente, como propuso Joel García, subdirector de Trabajadores, que las evaluaciones de las prácticas no esperen a encuentros como este, sino que se hagan en caliente, una vez culminado el período, de modo que tanto el medio como la academia sepan, de boca de los involucrados, qué cosas hay que celebrar, criticar, eliminar, repetir y/o agregar.
La Doctora Maribel Acosta Damas, jefa de la carrera de Periodismo, insistió en que se debe hacer un esfuerzo en la planificación de ese recibimiento de práctica y en la conveniencia de que los receptores consideren las coyunturas muy particulares en que esta carrera, como todas, han desarrollado su labor en los dos cursos más recientes. No obstante, dijo, debemos fomentar en los estudiantes esa ilusión por el periodismo, por la vida y el país.
En el inicio del activo, la Doctora Dagmar Herrera, jefa del departamento de Periodismo, ofreció una detallada explicación del funcionamiento del Plan E, por el cual se rige actualmente la carrera.
Cinco de las 12 disciplinas básicas que contempla están vinculadas a la especialización periodística. Una de ellas es la Práctica laboral interdisciplinaria, orientada a mensurar, fomentar y fortalecer las competencias de los alumnos en correspondencia con el año y el momento que viven.
Para cumplir esos objetivos, señaló la profesora, el tutor designado debe disponer de competencias de interacción y formación y el medio donde trabaje debe asumirse, también, como escuela, porque esta asignatura, precisó, «involucra el claustro más grande», en tanto suma a la facultad con el órgano de prensa. Una buena inserción genera, entonces, disímiles productos comunicativos.
En su espacio a mitad del encuentro, la Doctora Miriam Rodríguez Ojeda, jefa de la disciplina Práctica laboral interdisciplinaria, mostró algunos ejemplos de cómo estudiantes de segundo, tercer y cuarto años evaluaron sus prácticas en varios medios.
En general, las fortalezas que ubican se refieren al ambiente de trabajo favorable, la buena acogida, la libertad en la elección de temas y géneros para trabajar, la labor sin límite de horario y la participación de coberturas en la calle.
Las sugerencias contemplan mejorar la planificación y ajustar los propósitos al tiempo realmente disponible, conceder crédito público a los trabajos de los jóvenes, fortalecer las tutorías en coberturas y trabajos de campo, garantizar credenciales identificativas para la labor y considerar que a menudo se trabaja en redes con recursos económicos personales.
Con la delicadeza que presupone, durante el activo se insistió en la importancia de que los profesionales ya curtidos se proyecten con el mayor esmero ético frente a los alumnos, en tanto moldean con su actitud, más que con sus manos, la arcilla de jóvenes periodistas.
Entre los medios más reconocidos por los estudiantes de periodismo de la U.H. por la atención recibida durante las prácticas laborales se encuentran Radio Rebelde, Radio Taíno, Alma Mater, Cubavisión Internacional, Tele Pinar, Islavisión, Cubadebate, Muchacha y El Caimán Barbudo.
