Los estudiantes de periodismo pueden establecer en nuestra Casa de la prensa un espacio mensual, concebido por sus liderazgos, ofreció a jóvenes de primer año de la carrera Ricardo Ronquillo Bello, presidente de la Upec, durante el diálogo que restableció los encuentros habituales con el relevo del gremio.
Acompañado por los vicepresidentes Ariel Terrero y Jorge Legañoa y por los profesores de la carrera Iraida Calzadilla y Roger Ricardo Luis, el presidente brindó a estos invitados especiales una detallada explicación de toda la estructura de funcionamiento de la Upec, desde la propia sede central en la capital hasta las provincias, así como de los proyectos que avanzan en el país para el mejoramiento de la comunicación y del modelo de prensa vigente.
Ronquillo Bello refirió a los estudiantes tres planteamientos del sector que implican líneas de trabajo esenciales de la Upec en la actualidad para sus cerca de 4000 miembros, desde 201 delegaciones de base: qué tipo de organización necesitamos en el siglo XXI, cómo impulsar la transformación del modelo de prensa y qué hacer para que la política de comunicación aprobada en 2018 se cumpla realmente en la práctica social.
Los estudiantes conocieron el sistema de premios y eventos de la Upec —que desde hace tres ediciones les ha hecho espacio en el Concurso Nacional «26 de Julio»—, el perfil de la editorial Pablo de la Torriente Brau, la composición de la presidencia y del comité nacionales, la evolución del sitio Cubaperiodistas hacia contenidos multimediales y la creación del Colegio universitario para fortalecer, desde el duodécimo grado, la preparación de aspirantes a la carrera.
También fueron informados, por el propio vicepresidente Terrero, director del Instituto Internacional de Periodismo José Martí, acerca del trabajo de la institución, clave en un objetivo primario de la Upec: la superación de los profesionales.
En ese sentido, Ariel Terrero destacó que, además de las alianzas gremiales y extragremiales establecidas para robustecer la preparación integral de los reporteros, el Instituto se erige como otro espacio de socialización que estimula las buenas prácticas y aprovecha incluso la educación a distancia.
En el diálogo, los estudiantes hicieron preguntas complejas como los alcances del código de ética y el poder de la organización de intervenir en decisiones externas que impactan escenarios del sector.
Tanto el vicepresidente Legañoa como el presidente Ronquillo detallaron que en el código de ética, como en la Ley de comunicación que próximamente se discutirá y se pondrá a consideración parlamentaria integran un cuerpo de deberes y derechos para el desempeño de esta actividad en tres ámbitos: los medios, la comunicación institucional y la comunicación comunitaria.
En particular Ronquillo se detuvo en comentar a los estudiantes la sensibilidad política que requiere la carrera, refirió las funciones y límites de la Upec y afirmó que la organización respalda a los colegas y medios e interactúa, con honestidad, con quienes toman decisiones que los involucran.
Ante la pregunta de otro joven, sobre las garantías para el ejercicio del periodismo en Cuba, los miembros de la presidencia de la Upec respondieron lo mismo desde graciosas anécdotas como desde hondas reflexiones para converger en que en nuestro país el último periodista asesinado fue obra de la tiranía batistiana.
Gozamos de plena seguridad, pero ello no niega la posibilidad de tropiezos. «En esos casos nos toca, como periodistas y como ciudadanos, acudir a nuestras leyes», les dijo Terrero.
Ricardo Ronquillo comentó que siempre una revolución en construcción es un proceso complejo y más cuando se hace, como es nuestro caso, enfrentando un proyecto de desarticulación del orden interno, financiado por la mayor potencia del mundo. «Construimos un Estado socialista de derecho, pero bajo agresión», recordó.
Abundando al respecto, refirió que la Upec es una organización de periodistas revolucionarios, cuyos pilares vienen desde la obra de periodistas como Félix Varela, José Martí y Juan Gualberto Gómez. «La Upec no existe para los que se pliegan al interés extranjero de destruir la Revolución», remarcó.
De igual modo, los estudiantes de periodismo indagaron acerca de la postura de la organización sobre la pérdida de credibilidad de medios de prensa por el deficiente manejo de las agendas de comunicación.
Tras poner varios ejemplos de buen periodismo hecho en nuestros órganos, con alta credibilidad, Jorge Legañoa comentó que el asunto es parte de la campaña contra Cuba y acotó que en el mundo entero se ha producido una disminución del consumo de medios tradicionales.
«Han perdido hegemonía mediática con las nuevas tecnologías de la comunicación», dijo Legañoa antes de argumentar cómo, en su ataque al sistema político cubano, el Gobierno de Estados Unidos fue desplazando el financiamiento otorgado a medios como —las mal llamadas— radio y TV Martí a otros actores digitales que se erigieron, allá y aquí, como en todas partes, en sistema paralelo de comunicación.
«Frente al bombardeo constante contra nuestro sistema de medios públicos, lo que nos toca hacer es tener un pensamiento más crítico, de nuestra sociedad como de lo que nos llega de afuera», recomendó el vicepresidente.
Para el tema, como para el proyecto de país que sostenemos, vale apuntar como cierre la afirmación del vicepresidente Terrero a los muchachos de primer año de la carrera: «La credibilidad del medio y del periodista se gana en el ejercicio».
