El del 13 de abril de 2002 es un triunfo de toda América Latina y el Caribe y más allá, afirmó en un panel de expertos el embajador de la República Bolivariana de Venezuela en Cuba, Adán Chávez Frías, en la conmemoración en La Habana de los 20 años de la victoria popular que ese año, frente al golpe imperialista ejecutado por vendepatrias criollos, permitió preservar la vida y restaurar la posición del presidente Hugo Chávez.
Bajo el nombre «20 años de la retoma del poder», el coloquio, celebrado en la Casa de las Américas, contó además entre los ponentes al presidente de esa institución, Abel Prieto Jiménez; a la Premio Nacional de Literatura, Nancy Morejón, y al vicepresidente de la Unión de Periodistas de Cuba (Upec), Jorge Legañoa Alonso, quienes aportaron valiosos ángulos de un hecho histórico que no deja de aportar lecciones.
Representantes del cuerpo diplomático acreditado en Cuba y, en particular, de la embajada venezolana, escucharon los análisis del panel, que pasaron inevitablemente por el respaldo incondicional de Cuba al propio Chávez y a su pueblo, aún en los momentos del golpe. Fue mencionada varias veces la colosal importancia que tuvo en ese momento la exigencia de Fidel al líder que consideraba su hijo: «¡No te puedes inmolar!».
En lo que fue considerado un ensayo poético —¿cómo si no lo haría?—, Nancy Morejón destacó a Chávez como el pilar de esa República cuyo apellido él inscribió como nadie: Bolivariana, y dibujó la estirpe del barinés como las venas por las que corren las aguas cristalinas del Orinoco rumbo al Caribe. «Jamás hubo un sudamericano más caribeño, excepto El Libertador», afirmó la poetisa.
Morejón evocó la estampa del guía bolivariano en Mar de Plata, «cavando la tumba del ALCA» y describió su corazón, que custodia el Cuartel de la Montaña, como «un filántropo de los Andes que ahora gira sobre todo el planeta».
El periodista Jorge Legañoa elogió que el 13 de abril se haya convertido en el Día de la Dignidad Nacional en Venezuela y se detuvo en asuntos que demuestran que ya en 2002 el imperialismo ensayó allí, en caliente y en serio, ese golpe comunicacional tan corriente en los tiempos actuales.
Legañoa relató las trampas y mentiras de los canales privados de televisión como armas esenciales del golpe y apuntó que sus ejecutores y sus «cerebros» se encontraron, además de la fortaleza interna del pueblo venezolano, con el gran estratega de la comunicación latinoamericana: Fidel Castro, quien defendió al chavismo y a su líder aún en el complejo terreno de la comunicación.
Aún sigue vigente, comentó el vicepresidente de la Upec, la idea de Chávez de que vendrían nuevos golpes y de que el 13 de abril es todos los días.
Enjundiosa, como siempre, la intervención de Abel Prieto estuvo precedida por el estudio de varios textos acerca del golpe, en particular de libros del periodista y ministro venezolano Ernesto Villegas, de la comunicóloga argentina Estela Calloni y del diplomático cubano —que fuera por mucho tiempo embajador en Caracas— Germán Sánchez Otero.
De tal modo, Prieto Jiménez refirió que la victoria de la revolución amiga se explica también en que su guía había ejecutado ya una labor análoga a la que, en materia de cultura, educación y valores patrios regionales ejecuta Casa de las Américas. Sus bases estaban listas.
El reconocido intelectual cubano repudió que la oligarquía venezolana, un sector traidor del Ejército, la jerarquía católica y los medios privados no solo ejecutaron el golpe sino que, en algunos casos, asumieron abiertamente —con la bandera de las barras y las estrellas— el símbolo del mayor enemigo que tiene América Latina.
Prieto Jiménez mencionó, entre las razones por las que Chávez se convirtió rápidamente en blanco a eliminar del imperialismo, sus cuestionamientos a la democracia representativa burguesa, su postura acerca del combate sincero al terrorismo, sin raseros engañosos, el rechazo al proyecto imperial del ALCA, el liderazgo en la OPEP y su probada amistad con Cuba en la lucha por un mundo multipolar.
El presidente de Casa de las Américas elogió además el papel de Adán Chávez Frías no solo en la construcción de una nueva Venezuela sino también en la formación de su hermano Hugo.
En su amplia disertación, el embajador bolivariano en Cuba denunció el cada vez más claro rol de la Casa Blanca en la planificación del golpe, pero acotó que aún debe seguirse estudiando el hecho para aplicar las enseñanzas que deja.
Contra la «sentencia» dictada por el imperialismo, Adán Chávez señaló que Cuba, Venezuela y Nicaragua forman el eje del bien en América Latina. «Somos, con los pueblos de la región, el camino de la resistencia y la victoria», concluyó.