Los contagios por la variante covid Ómicron han llegado a alcanzar máximos históricos en los últimos meses. Su propagación se ha disparado en todo el mundo y, ante la elevada prevalencia de esta cepa, un grupo de investigadores de Japón ha concluido que su resistencia puede deberse a que Ómicron sobrevive por más tiempo en superficies como el plástico o la piel en comparación con sus antecesoras en la pandemia del Covid-19.
Según un reciente estudio recogido por Medscape y que no ha sido revisado por pares, la variante Ómicron es la cepa del coronavirus que tiene una estabilidad ambiental más alta. Por lo tanto, ésta podría ser la razón por la cual ha reemplazado a su antecesora Delta y, además, ha conseguido extenderse más rápidamente.
Como detallan los expertos en el informe, Ómicron tiene mayor tiempo de viabilidad en plástico y piel que otras variantes del SARS-CoV-2. Concretamente, ésta perdura en nuestra piel un promedio de 21,1 horas. Un tiempo muy superior con respecto a la variante original, que tan solo aguantaba 8,6 horas en la piel. Supone el doble en relación con la cepa Gamma, la cual resistía por 11 horas en la epidermis. Mientras, los periodos de tiempo son de 19,6 horas para Alfa; 19,1 horas para Beta y, en el caso de la variante Delta, éste asciende hasta las 16,8 horas.
En cuanto a su resistencia en plásticos, Ómicron puede aguantar en este tipo de superficies más de una semana. De hecho, su supervivencia se extiende durante 193,5 horas (poco más de ocho días). Lo que significa que resiste más del triple que la primera variante del Covid-19, que únicamente persistía 56 horas. Igualmente, se encuentra por delante de la cepa Alfa (191,3 horas); la Beta (156,6 horas), la Gamma (59,3 horas) y la Delta (114 horas).
“Todas las variantes tenían más resistencia al etanol que la cepa original del SARS-CoV-2”, informan los investigadores. No obstante, subrayan que “todas las muestras” del virus se inactivaron después de estar expuestas a geles desinfectantes hidroalcohólicos durante 15 segundos. Por ello, insisten “enfáticamente” en que la población debe continuar cumpliendo con las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y cuidar la higiene de manos.
Para esta investigación, se tomaron muestras de diferentes variantes en piezas de plástico y piel humana recolectada de autopsias y se consideró que una variante era viable hasta que ya no podía ser detectada en la superficie por más tiempo.