Las primeras películas en las que participó fueron sobre la guerra. Tenía 17 años cuando se fue a México a estudiar y allí, como colaboradora de los compas salvadoreños, hizo de asistente de dirección y de editora en un equipo clandestino. Y, aunque hacer cine nunca fue una decisión muy consciente, más bien asociada la militancia en la izquierda de su familia originaria, nunca más ha podido despegarse del documental.
Pero la realizadora hondureña Katia Lara piensa que también podría hacer ficción, género en el que tiene un par de proyectos que no descarta. Por otra parte, su experiencia con el documental la ha llevado plantearse cuál es realmente la frontera entre una y otro, y es que justo en ese límite se siente cómoda. A esa certeza ha llegado, precisamente, porque su formación académica estuvo encaminada a la ficción.
Es ella, la directora del filme ¿Quién dijo miedo? Honduras de un golpe, la invitada que tuvo este miércoles 2 de febrero Octavio Fraga en su acostumbrado Diálogos en reverso. Katia es graduada de Comunicación gráfica en México y de Dirección de cine en la Escuela argentina Eliseo Subiela. Abultan su biografía la constancia de otros saberes, a la vez que responsabilidades: fundadora y Gerente general de Terco Producciones en Honduras; miembro de la red de documentalistas latinoamericanos y del Caribe Siglo XXI.
“El libro Road-book del Cine Latinoamericano (2017) del curador, crítico y profesor de cine Pedro Zurita la considera entre los 29 directores más relevantes de nuestro continente”, destaca Fraga Guerra, quien a la vez reconoce en el recorrido cinematográfico de la realizadora la prominencia del texto de denuncia como pieza para el cambio social de aliento político.
—¿Crees que esta manera de hacer cine es relevante hoy en nuestros países o te consideras una creadora solitaria de estos contenidos?
—Sigo creyendo que el sentido de la vida es luchar, mejorar nuestra sociedad, y eso es lo que inspira mi trabajo. No me podría situar en el tiempo que me tocó vivir abandonando esos ideales. Hay victorias contundentes que constatan que no somos quedados, aunque las formas de lucha cambiaron.
Katia reconoce que en Honduras hay una camada de jóvenes que están haciendo ficción con una frivolidad tremenda, pero que aun así “vamos a lograr dar la lucha”. Y, obviamente, dice, sí hay soledad. Sin embargo, anima “conversar con vos, dar los toques finales a mi película Yo soy Berta y que vaya a exhibirse en una sala de cine”.
La transcripción de este diálogo será publicada en los próximos días en Cubaperidistas.
que bueno que has tomado un acto repugnante que todos los hondureñs queremos justicia desde la rais que todos sabemos quienes son y que gosan de la mas ausoluta inpunidad por el cistema de justicia que tenemos