La conocí durante el fragor de la campaña mundial por la liberación de los Cinco (héroes cubanos presos en Estados Unidos), de la que ella era activa y aglutinadora abanderada en la sociedad norteamericana.
Como la acaba de describir su compatriota Stella Calloni, otra gran solidaria con Cuba y su Revolución, ella “luchó desde las entrañas del monstruo lo cual la engrandece más aún” y lo hacía con la sencillez de los iluminados por el convencimiento de la justeza de su causa.
Ya lo había hecho por el regreso del niño Elián González y en muchas acciones de rechazo al bloqueo estadounidense contra Cuba, una de las líneas principales en su activismo político, aunque no la única.
La primera vez que conversamos fue en una su primera visita a la agencia Prensa Latina, en 2011, junto a su compañero en la vida y excelente fotógrafo Gene Hackman y la incansable Graciela Ramírez, periodista argentina radica en la Mayor de las Antillas. Desde ese contacto inicial me percaté de la profundidad y riqueza de su compromiso en las batallas por la dignidad humana.
Luego, en otras ocasiones, participé junto a ellas en diversas actividades realizadas en favor de la causa de Los Cinco, que incluyó un concurrido encuentro en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí, en El Vedado capitalino, que contó con la participación de Ricardo Alarcón en su condición de conocedor en detalles del caso de los antiterroristas presos en Estados Unidos. Luego participamos todos en una Mesa Redonda sobre ese proceso.
Por el conocimiento de ese ser especial, colega de hecho y derecho en el batallar de las ideas, me ha causado honda pena su desaparición física, anunciada hoy en diversos medios oficiales y de prensa. Mi homenaje a su quehacer y al valor de su obra solidaria es compartir algunas de las fotos que atesoro de momentos de nuestros encuentros.
Foto de portada: Durante su visita a Prensa Latina en el 2011.
