La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que una COVID-19 que pase a ser una enfermedad endémica, no significa que el virus deje de representar un grave peligro.
La malaria es endémica y mata a cientos de miles de personas cada año, el VIH es endémico, la violencia es endémica en el centro de las ciudadesy endémico en sí mismo no significa bueno, solo significa que está aquí para siempre, precisó el director de emergencias de la OMS, Michael Ryan, en una de las sesiones virtuales del Foro Económico Mundial que sesiona en la localidad suiza de Davos.
Ryan alertó que no acabaremos este año con el virus de la COVID-19 y es posible que nunca terminemos con ese patógeno, y remarcó que los virus pandémicos terminan convirtiéndose en parte del ecosistema.
A juicio de Ryan lo que podemos hacer es poner fin a la emergencia de salud pública, y opinó que el método más efectivo para alcanzar niveles bajos de incidencia del coronavirus es la vacunación.
Ryan insistió en es posible poner fin a las olas de muertes y hospitalizaciones para fines de 2022, a través de medidas sanitarias basadas en las inmunizaciones.
Si bien casi todas las vacunas actuales contra el COVID-19 requieren dos inyecciones, Ryan planteó la posibilidad de que en algún momento se considere la aplicación de tres o cuatro dosis para un ciclo completo de vacunación y una protección duradera contra la enfermedad.
“No se llamarán refuerzos. Se verá que se necesita de tres a cuatro dosis para desarrollar esa inmunidad robusta y duradera que protege de la hospitalización y la muerte durante un período prolongado, concluyó el director de emergencias de la OMS, Michael Ryan.
La rápida propagación de la variante ómicron en todo el mundo ha desencadenado un debate sobre la posibilidad de que la COVID-19 se vuelva endémica, es decir, que no llegue a erradicarse del todo y se mantenga de forma estacionaria en la población durante un período de tiempo.
El director ejecutivo de la empresa farmacéutica estadounidense Pfizer, Albert Bourla, sugirió que el mundo podría volver a una vida normal en primavera, aunque advirtió que el coronavirus perdurará entre nosotros varios años más, porque es un virus muy difícil de erradicar.
Bourla recordó que el coronavirus se ha extendido por todo el mundo, puede infectar a la misma persona varias veces y ha tenido tantas mutaciones que hemos redes cubierto el alfabeto griego.
En sus declaraciones al diario francés Le Figaro, Bourla destacó que la cuestión no es tanto si el virus desaparecerá, como si podremos retomar una vida normal, que cree posible gracias a las herramientas a nuestra disposición.
En paralelo, Bourla constató que la aparición de la variante ómicron cambió mucho el transcurso de la pandemia, ya que antes bastaba con inocularse con tres inyecciones de la vacuna de su compañía y recibir una dosis de refuerzo anualmente.
En ese sentido, el director general de la empresa farmacéutica Pfizer precisó que la compañía está estudiando diferentes ómicron, incluyendo la posibilidad de elaborar un nuevo fármaco.
Entre tanto, se ha conocido que la vacuna rusa contra el coronavirus Sputnik V muestra una fuerte protección contra la variante ómicron, con una actividad neutralizadora del virus que supera más de dos veces a la de la farmacéutica estadounidense Pfizer.
Así lo determinó un estudio independiente dirigido por un equipo conjunto de los científicos del Instituto italiano Spallanzani y del Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya de Moscú.