Un gran artista es casi siempre un maestro, también en el sentido pedagógico del término. El escultor y pintor José Delarra lo sigue siendo todavía. Esta vez, mediante una entrevista que en 1994 le hicieran para la emisora cubana Radio Progreso, recuperada de un viejo casete por Alejandro García, realizador de Radio Habana Cuba.
El diálogo trae de vuelta el timbre de voz del artista, cual si la vida aun le asistiera. Habla de la pintura y la escultura con el tono del maestro que fue desde muy joven.
La pintura —dice— es el color; la escultura es la luz y las sombras.
“En la escultura —al ser monocromática generalmente, no siempre— sus relieves se destacan gracias a las luces y a las sombras.
“La pintura es el mundo fascinante de los colores primarios, secundarios, terciarios. Y como el color es infinito uno siempre encuentra un nuevo sentimiento. Lo único que une realmente a la pintura y a la escultura es el dibujo. Ese es su nexo”.
Hijo de una maestra por vocación y de un maestro por ejercicio, José Delarra asegura que el dibujo es la base de las artes plásticas. Pero, “no siempre hay que dibujar para hacer una escultura ni para hacer una pintura.
“Yo empiezo a hacer una pintura y voy dibujando y construyendo, la elaboro en el instante de la creación. No hago un dibujo previo”.
Como profesor y director de la Academia de Artes Plásticas San Alejandro, el artista se entregó al arte de la enseñanza a mediados de la década de los ’60. Fue entonces cuando comenzó a hacer práctica de esta otra vocación que anidaba en sus genes. Aunque durante toda su carrera ejerció ese don, a veces con los colegas más jóvenes, a veces con los obreros que participaron en la creación de sus grandes monumentos.
En la escultura —añade durante el diálogo con la periodista Anabel Acosta— tampoco hago un dibujo previo. “Cada contorno de una escultura es una silueta y cada silueta es un dibujo.
“Del dibujo también nos valemos los artistas plásticos cuando queremos delimitar un tono de otro, por la fuerza que tiene esa continuidad de puntos. Pero ¿sabes?, todos dibujamos cuando escribimos. Tu dices, esta obra es de Portocarrero, de Lam, de Mariano. Y la reconoces de la misma forma que identificas la letra de las personas allegadas.
“La escritura del artista plástico son sus obras de arte. Y las obras de arte de todas las personas son su escritura. Asimismo, entre la obra de arte y el artista existe una relación íntima. Cuando sale bien puede percibirse que en esa conexión estuvo una persona feliz. Cuando no, te quedas con una tristeza muy grande. Y créeme, esto último ocurre muchas veces”.
Tal vez en ese afán de enseñar lo aprendido también influyó en José Delarra otra de sus grandes pasiones: ¿Por qué su preferencia por la historia en su obra escultórica?, le pregunta la periodista.
“Porque es parte de mis sentimientos, de mi formación. Además, los personajes históricos tienen una riqueza inmensa. Yo robo de ellos su grandeza”.
El artista-maestro, el apasionado del conocimiento y de su arte, no dejó a la finitud de las emisiones radiales muchas de las crónicas que compartió durante un largo período en el programa Así, de Radio Rebelde, junto al conocido locutor Franco Carbón.
Una buena parte de ellas están recogidas en un libro, Laminario de artes plásticas, editado en la década de los ’90, cuando las escaseces no permitieron una edición como la que hubiera merecido semejante compilación.
Otra buena cantidad de estos materiales manuscritos quedaron en los archivos del escultor tras su fallecimiento, en agosto de 2003, y esperan por una mejor oportunidad para que sea editado un volumen ameno que comprenda los textos dejados por Delarra; entre ellos, apuntes históricos sobre la especialidad, técnicas y curiosidades, en un lenguaje comprensible para cualquier lector. (Tomada de Cuba en Resumen).
Gracias querida Flor por traernos a Delarra en este artículo. Supe de ese Laminario de Artes Plásticas que él realizó, pero como bien dices fue una edición muy limitada. Espero que en un día no lejano podamos tenerlo en las librerías. Honor y Gloria a ese prestigioso artista cubano.