Desde hace unos meses Cuba comenzó a exportar sus vacunas para apoyar las campañas de vacunación contra la COVID-19 en otros países. Los primeros en beneficiarse fueron Venezuela y Vietnam seguido de Nicaragua. La Mayor de las Antillas ya ha asegurado las dosis necesarias para vacunar a su población. No obstante, su objetivo, además de garantizar que los cubanos pudieran vacunarse, está el ser una solución y apoyo a los países de América Latina y el Caribe y de bajos ingresos ante la alta disparidad y distribución para nada equitativa de los diferentes fármacos que existen y se comercializan en el mundo en el enfrentamiento a la pandemia.
Irán fue uno de los países que desde el proceso de desarrollo de las vacunas, específicamente de Soberana 02, entabló acuerdos con nuestro país a través del Instituto Pasteur con el productor de este fármaco, el Insituto Finlay de Vacuna, para producir, distribuir y comercializar este en su territorio. Así mismo, México y Argentina, quienes además desarrollan procesos en conjunto para la producción y distribución de la vacuna AstraZeneca en Latinoamérica, han mostrado un interés por las vacunas cubanas y en llegar a acuerdos con las instituciones productoras.
Aunque las vacunas cubanas esperan por el visto bueno de la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo cual abriría las puertas para entablar acuerdos con naciones de otras regiones como Europa, esto no impide que los países puedan hacerlo directamente. Además, los médicos y científicos cubanos poseen un prestigio a nivel mundial que ofrecen garantías de antemano frente a su quehacer.
Según informó por Granma, se espera este mes realizar la primera reunión oficial con la OMS para incluir a las vacunas cubanas contra la COVID-19 en el listado de uso en emergencia de esta organización. Además, y de cara a cumplir de manera más satisfactoria los acuerdos firmados, recientemente fue inaugurado el Complejo Industrial Biotecnológico CIGB-Mariel, el primer proyecto de alta tecnología establecido en la Zona Especial de Desarrollo Mariel, para donde se ha trasladado la tecnología para producir la vacuna Abdala y otros fármacos posteriormente y que servirá para someter a la precalificación de la OMS.
Las tres vacunas con que hoy cuenta Cuba ya fueron aprobadas por la Autoridad Reguladora de Medicamentos y Vacunas, Cecmed. El autorizo de uso de emergencia del esquema de dos dosis de Soberana 02 y una de refuerzo de Soberana Plus fue emitido el 20 de agosto del presente año tras demostrar una eficacia frente a la enfermedad sintomática del 91,2%, mientras que el esquema de tres dosis de Abdala lo recibió desde el 9 de julio con una eficacia del 92,28%, lo que la convirtió en la primera vacuna contra la COVID-19 de la región latinoamericana y caribeña.
Después de vivir el peor escenario de la pandemia en el país, la vacunación ha comenzado a dar sus frutos desde finales del mes de agosto y a lo largo de los meses de septiembre y octubre. Actualmente y al cierre del 7 de noviembre se han administrado 26 423 596 dosis donde el 89% de la población ha recibido al menos una dosis, mientras que el 69,5% ya posee el esquema de vacunación completo.
(Tomado de Cubahora)