Tocados por la magia de Huberto Llamas, el maestro que sabe tocar la sensibilidad de la gente, y conoce cómo nace y crece la vocación por la cultura, los vecinos de la Güinera volvieron a subirse al escenario como hace 32 años cuando de la mano de ese artista fueron los protagonistas de Santa Camila de La Habana Vieja, un suceso que estremeció entonces la barriada, que tuvo el privilegio de tener como espectador a Fidel.
A ese hombre legendario que según cuentan los visitó 14 veces, y fue.el principal inspirador del movimiento que transformó su entorno, dedicaron la Cantata de este 24 de noviembre, porque a cinco años de su partida física, ellos saben que su espíritu todavía los acompaña.
Allí no solo renace la belleza de los edificios, fruto de la microbrigada que él impulsó e hizo posible más de 300 viviendas, también se recuperan obras sociales y otros servicios, y se suman calles y aceras remozadas a la rehabilitación del Triángulo, la plaza multipropósito que aún sin concluir fue la sede del homenaje al Comandante en Jefe.
Esta vez entre los espectadores estaba el poeta Miguel Barnet, el ensayista Abel Prieto, presidente de Casa de las Américas y Gerardo Hernández Nordelo, Héroe de la República y coordinador nacional de los CDR, quien reconoció la entrega y fidelidad a su país de Huberto Llamas, quien reside en Panamá pero acudió de inmediato a retomar su labor en la Güinera, en momentos en que algunos reniegan de sus raíces.
En la Cantata por Fidel, artistas profesionales de la compañía de Ballet Folclórico que dirige Leonel Menéndez Murray se sumaron a los vecinos que Huberto Llamas, Premio Nacional de Cultura Comunitaria 2003, en menos de dos semanas les extrajo la vocación de artistas, pese a que no han tenido antes relación con el arte.
Una velada en la que se alzó la humildad de sus pobladores, que lo dieron todo sobre el escenario, conducidos por su maestro, e inspirados en Fidel, el invicto batallador que desplegó allí una revolución de oportunidades y cambió el rostro al barrio.
(Tomado de Bohemia)
