Entre las riquezas que atesora el pueblo cubano a lo largo de su fecunda historia, se encuentra el 11 de octubre de 1868, fecha en que el Padre de la Patria cubana, Carlos Manuel de Céspedes, libera el poblado de Yara en el primer combate del Ejército Libertador en el Oriente de Cuba.
Céspedes, quien el día anterior había dado el primer grito por la independencia de Cuba, fue homenajeado este domingo en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, y también a lo largo y ancho de todo el archipiélago cubano, como lo merece el iniciador de las luchas por la primera independencia cubana, y quien liberó a sus esclavos veinte años antes de que fuera erradicada la esclavitud en Cuba.
Y en otra dimensión los cubanos recuerdan este lunes el 62 aniversario del fallecimiento de uno de sus grandes músicos, Joseíto Fernández, creador de La Guantanamera, que muchos en el mundo consideran el segundo himno nacional de Cuba.
Y este once de octubre se cumplen también 25 años de que Cuba se conectara a la red de Internet, a pesar de las numerosas maniobras y obstáculos yanquis para que ello no ocurriera.
Cuba ha identificado desde hace años la conveniencia y necesidad de dominar e introducir en la práctica social las tecnologías de la información y las comunicaciones, en su empeño de lograr una cultura digital en la población y las instituciones, lo cual facilitaría lograr el ansiado desarrollo sostenible.
El Comandante Fidel Castro, continuador de la obra libertaria de Carlos Manuel de Céspedes, fue también pionero en el uso de las nuevas tecnologías en Cuba, al impulsar la creación en 1987 de los Joven Club de Computación y Electrónica y también en 2002 de la UCI, la Universidad de Ciencias Informáticas.
Y todo ello a pesar de que la guerra de cuarta generación que se desarrolla contra Cuba mediante la utlización de las llamadas redes sociales, que sirven de vasos comunicantes con elementos pagados dentro de Cuba para provocar disturbios, diseminar mentiras y aprovechar la crisis económica agudizada por la pandemia, a partir criminal bloqueo yanqui, el cual fue intensificado por Donald Trump y mantenido y aumentado por Joe Biden.
Pero los cambios en Cuba no se detienen. Avanza en forma acelerada la vacunación, bajan los números de enfermos y fallecidos por la pandemia y este fin de semana, con la apertura en La Habana del Zoológico y el Acuario nacionales, se dieron nuevos pasos hacia la nueva normalidad a poco más de un mes de que se abran las fronteras para el retorno, que se pronostica impetuoso, del turismo internacional, una de las fuentes importantes de ingresos económicos en el país.
Quienes desde Miami o de Washington pronosticaron hace tres meses el fin de la Revolución Cubana deben resignarse a observar los cambios, lentos pero seguros, que se dan en el perfeccionamiento de la economía y la sociedad cubanas. Sin prisa, pero sin pausa, hacia la consolidación de la independencia que tiene sus raíces en el 10 de octubre de 1868, protagonizado por Carlos Manuel de Céspedes y otros patriotas cubanos.