Alguien admirado y querido por mí se agrega a la lista de los fallecidos más reciente: Iván Colás, merecido Premio Actuar por la Obra de la Vida en televisión, radio y cine. Aunque mayor galardón es lo que han escrito varias personas al conocer su deceso. Cito a Aloida quien expresa: “… el Bala de los Comandos del Silencio llenó nuestros hogares con fuerza de huracán ¡Al cielo de los actores asciende ahora el alma generosa! Su obra se queda con nosotros”.
No se puede olvidar de Iván ese gran amor por la actuación, muy natural ella y el existir, sin juguetear ni aprovecharse con la luz de la popularidad. ¡Cómo soslayar su presencia en Los comandos del silencio! No solo lo dijo Aloida; muchos plantearon no haber olvidado aquella representación que los marcó como adolescentes y jóvenes. Era un artista pero prefirió vestir el uniforme verde olivo posteriormente, y defender la libertad de su país como alto oficial del Ministerio del Interior. Destacado en Guantánamo, en la vorágine que es la vida, dejé de verlo durante bastante tiempo.
Cuando retornó a La Habana y volvió a lo artístico en una nueva etapa, nos encontramos varias veces. Recordábamos tiempos pasados sin regodearnos con ellos, mientras intercambiábamos impulso para continuar en la batalla. Me comunicó que le gustaba escribir; según estimo, tenía que decir porque primero escribió con su vida. Me reprocho no haberle pedido alguno de sus textos para aprender de ellos y apoyarle desde mi profesionalidad. Como todo ser humano sufrió dolores, no fue la perfección hecha persona; ¿quién lo es? Acerca de ello, siempre esgrimo el poema sobre la pureza de Nicolás Guillén.
Llegó la pandemia y en esta terrible turbulencia se me perdió: estaba residiendo en Guantánamo con la familia, donde lo sorprendió la muerte, víctima de complicaciones cardiacas que lo condujeron a un paro respiratorio. Tenía 75 años. En no pocas ocasiones, mi esposa María del Carmen Mestas, amiga de él también, y yo, lo mencionábamos con afecto y hasta releíamos los trabajos que ella le dedicó para las revistas Romances y Mujeres. Lean lo escogido del que vio la luz en la primera publicación mencionada:
“Joven, alegre, dinámico. Así es Iván Colás, uno de los actores de más valía. Son muy recordadas sus actuaciones en la Ciudadela Derruida y en Sector 40. Y aquí estamos con Iván; él, con la satisfacción del deber cumplido animándole el rostro: recién acaba de regresar del corte de caña y se incorpora de nuevo a sus labores artísticas… nos cuenta que estudió en la Universidad de Oriente. Su mayor orgullo es haber subido seis veces el Pico Turquino”.
Animador entonces del gustado espacio de Radio Cordón de La Habana Qué tal, gente joven, señaló que este ofrecía, sin desdeñar la música internacional, a nuestros nuevos valores auténticos como Silvio, Nicola, Pablo, Formell… Y añadió: “El vivo interés que ha despertado en la juventud nuestro programa nos obliga a superarnos cada vez más”.
He intentado comunicarles algunos de los pasos y las opiniones del amigo, cual forma de mantener algo de lo mejor de él en lo mejor de nuestras almas. Su adiós a la existencia nos llegó muy hondo. Nunca abandonaremos tantos hermosos recuerdos.