COVID-19

Las bacterias, la microbioma y el nuevo coronavirus

En el mundo de los microorganismos, las bacterias son las formas de vida más numerosas y antiguas que existen; tienen apariencias muy diferentes, están compuestas por una única célula sin núcleo y pueden llevar a cabo todas sus funciones vitales. Su existencia data del propio surgimiento de la vida, hace unos 3 500 millones de años, y su acción perjudicial o beneficiosa ha estado presente en todos los seres vivos.

La transformación de la materia orgánica en mineral no sería posible sin estos microbios. Tampoco la degradación de sustancias en el intestino de numerosos animales —incluidos los humanos— para luego ser incorporadas como nutrientes.

Pero al mismo tiempo, un número relativamente pequeño de bacterias patógenas son responsables de buena parte de las enfermedades infecciosas, al punto de que pueden ser capaces de devastar poblaciones o exterminar especies.

Las bacterias se multiplican al adherirse a los tejidos. Unas colonizan el lugar y lo destruyen; otras liberan toxinas dañinas como hace el Vibrio cholerae, causante del cólera. Sus posibilidades de provocar la enfermedad están condicionadas por el nivel de invasión que alcancen.

Sometidas a sucesivas generaciones de antibióticos las bacterias han aprendido a defenderse de ese enemigo implacable. Millones de toneladas de estos medicamentos han sido vertidos al medio ambiente a través de su uso en la medicina humana, aplicación veterinaria y agrícola, pero también de muchos microbios que han conseguido salir airosos.

Las bacterias buenas

De acuerdo con un artículo publicado en The Conversation, la microbioma o comunidad de bacterias que vive dentro y sobre nosotros se asemeja a una empresa, en la que cada especie de microbio realiza trabajos especializados, pero todos laboran para mantenernos saludables.

Equilibrar la respuesta de nuestro sistema inmune contra otras bacterias y virus que causan enfermedad es una de las tareas que tienen las bacterias en el intestino humano. Ellas entrenan al sistema inmune y aseguran que la respuesta sea efectiva contra patógenos, pero no tan violenta como para causar daños colaterales al huésped, señala la fuente.

“Las bacterias de nuestro intestino pueden provocar una respuesta inmunitaria eficaz contra virus que no solo infectan el intestino, sino también a los pulmones, como el virus influenza, causante de la gripe”.

Los microbios intestinales —añade el texto— hacen este trabajo enviando señales químicas a las células del sistema inmune para que produzcan potentes proteínas antivirales que finalmente eliminan la infección.

En relación al Sars-CoV-2, Ana Maldonado-Contreras, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Massachusetts, Estados Unidos, y autora del texto, señala que sus investigaciones más recientes se basan en hallar el vínculo entre nuestro microbioma y la gravedad en la COVID-19.

Su objetivo —afirma— es descubrir cómo podemos mejorar el microbioma intestinal con terapias nutricionales para evocar una respuesta inmune competente, no solo para eliminar al nuevo coronavirus, sino también otros patógenos y enfermedades que afectan al sistema inmunitario.

En este sentido, un preprint publicado por Medrxiv afirma que los microbiomas intestinales y orales son predictores sólidos de la severidad de la Covid-19, el principal predictor de la fatalidad relacionada con la enfermedad a través del estudio de la bacteria Enterococcus faecalis que ya se puede cultivar fácilmente en laboratorios clínicos.

Imagen de portada. Los microbios que viven dentro de ti son esenciales para combatir las amenazas, incluido el virus que causa COVID-19. Tomada de The Conversation

(Tomado de Cuba en Resumen)

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Flor de Paz
Periodista y Editora.

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