Mi presencia como corresponsal voluntario estuvo motivada por la carencia de periodistas que existía en Cienfuegos, durante la década de los años sesenta, setenta y los ochenta, se organizó en el territorio un fuerte movimiento de corresponsales voluntarios, agrupados en un llamado Buró Municipal de Prensa, que se ocupaban de divulgar el quehacer de las organizaciones políticas, de masas y los más importantes organismos del territorio y nutrir con sus reportes la redacción informativa.
Cuando se habla de esa etapa de la prensa local, hay que recordar con respeto y cariño a Pedro Quiñones Pozo, jefe de los corresponsales de nuestra radio y a Lutgarda Balboa Egües, integrante del Buró Provincial del PCC, quienes durante muchos años desde sus respectivas responsabilidades, estuvieron atentos al desarrollo del movimiento de “periodistas voluntarios” y la atención a sus integrantes.
Pocos años después la prensa local comenzó a nutrirse de una hornada de jóvenes que unían a su preparación académica, inteligencia, saber, dedicación y amor por una profesión, que han sabido elevar a planos superiores con la fuerza y el brillo que aportan los jóvenes y se han convertido en reconocidos y prestigiosos periodistas, que han fortalecido la UPEC en Cienfuegos.
A partir del quehacer de esos valiosos periodistas, ya no era imprescindible la colaboración de los corresponsales voluntarios y comenzó a disminuir la necesidad, y por tanto a la atención a ese bello movimiento, que prácticamente ha desaparecido.
Hoy a los 85 años desde el majestuoso edificio neoclásico, bien llamado Palacio de la Radio, ubicado frente al malecón cienfueguero que acoge los estudios de la ahora CMFL, Radio Ciudad del Mar, su actual colectivo ha sabido acrecentar el prestigio ganado y mantenerla como el vehículo ideal para conoce del progreso social, económico y político de la provincia, hasta convertirla en un referente necesario en la vida de la familia cienfueguera.
Muchas han sido las satisfacciones que en el orden personal he tenido en mis más de noventa años; pero entre ellas se destaca el privilegio de haber podido dedicar varias décadas de mi vida a colaborar activamente con nuestra emisora RCM.
A llegar a su cumpleaños 85, felicito al actual colectivo y la dirección de nuestra “joven emisora”, con la seguridad de que cada día serán mayores los éxitos alcanzados por ese valioso grupos de compañeras y compañeros.
(Tomado de Perlavisión)