Coincidentemente este 20 de julio de 2021, el gobierno del presidente Joe Biden puso en libertad a Abdul Latif Nasir, de 56 años, quien fue apresado en 2001 bajo sospecha de tener vínculos con los talibanes y luchar contra el Ejército estadounidense en Afganistán. Latif Nasir se encontraba detenido en la ilegal base de Guantánamo desde 2002 y como muchos otros reclusos de esa prisión, nunca fue acusado oficialmente de un delito, según relata el diario The New York Times, citado por RT.
En Guantánamo todavía permanecen 39 reclusos, de los cuales 28 no han sido imputados por algún delito durante las casi dos décadas que han estado retenidos en esa prisión, agrega el citado diario estadounidense.
La evidencia pone al desnudo una «justicia» aplicada en el país que acusa a otros, sin apego a la más mínima verdad, por tratarse de mentiras fabricadas sobre «detenciones arbitrarias» o de «personas desaparecidas» en Cuba.
Y es que este 21 de julio, desde Miami, Estados Unidos, la agencia EFE se montaba en el mismo tren de las fake news y daba crédito a que «Congresistas de EE.UU. solicitaron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA investigar las denuncias de miles de desapariciones forzadas y violaciones por parte del régimen cubano durante las protestas que comenzaron el pasado 11 de julio».
Fijémonos bien en la redacción del despacho: …«denuncias de miles de desapariciones forzadas y violaciones». No hay ni un ápice de lo que establece cualquier manual de redacción o código de ética de un medio de prensa y un periodista, que establece comprobar siempre y con varias fuentes, antes de emitir juicios que como este caso no son ciertos y pueden constituir un descrédito para el redactor y el medio al que pertenece.
Pero, sin lugar a dudas, ya es una costumbre este tipo de uso de palabras y opiniones fabricadas, como en este caso, en el mundo de las mentiras.
La otra parte del contenido corresponde a esos congresistas que, no por casualidad, representan a distritos de la Florida —¡dónde si no!— y que instan a la citada comisión de la OEA —vergüenza debía darles— a «iniciar una investigación inmediata sobre las violaciones del régimen a los derechos humanos del pueblo cubano».
Recomendación que se les puede dar: el acudir a la desprestigiada OEA para sus no menos desprestigiados fines, solo agrega lodo a una institución que para Cuba no tiene crédito alguno.
Y para los personajillos del chanchullo político anidado en Miami, una ciudad estadounidense que todavía hoy alberga a connotados asesinos y terroristas, quizás algún día haya un gobierno en ese país que no tenga compromiso alguno con políticos cuya historia no es otra que la de abultarse los bolsillos de dólares, obtenidos de la industria de la contrarrevolución.
El despacho noticioso de EFE estaría incompleto si no acudiera a otra cita de la que, por supuesto se hace eco: «Según el senador cubano-estadounidense Marco Rubio, el régimen de Miguel Díaz-Canel ha detenido y desaparecido a miles de cubanos por participar en estas protestas pacíficas».
Y finalmente otra recomendación a periodistas y agencias que llenan sus despachos con este tipo de noticias falsas: valdría la pena una investigación seria de lo sucedido en la ilegal cárcel o centro de torturas instaladas por Estados Unidos en Guantánamo, un pedazo arrebatado a Cuba, donde los detenidos por más de 20 años, ni siquiera saben el porqué los llevaron hasta allí.
Es posible entonces encontrar en la propia casa imperial la explicación de lo que es una detención arbitraria y una desaparición forzosa.
¿No les parece?
Imagen de portada: Aldo Cruces.