LA CIENCIA DEL PERIODISMO

“Con los ojos bien abiertos”, sobre Manuel González Bello

La investigadora Elisa Beatriz Ramírez Hernández, en el año 2011, como opción al título de licenciatura en Periodismo, en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, nos acercó al periodista cubano Manuel González Bello y a su columna de los sábados, en el periódico Juventud Rebelde, surgida en 1999.

Bajo el título “Con los ojos bien abiertos. Una aproximación periodística a la columna Crónica del Sábado, de Manuel González Bello, en Juventud Rebelde de 1999 a 2000”, tutorada por el Mcs. Jesús Arencibia Lorenzo, caracterizó los rasgos de contenido y forma que tipificaron dicha columna.

La investigación relaciona teóricamente  los conceptos periodismo y literatura, en géneros como el artículo y crónica. Con la categoría análisis de contenido y con perspectiva cualitativa, Ramírez estudió las temáticas y los recursos estilísticos, las estructuras y procedimientos creativos que predominan en estos textos.

Desde esta perspectiva, la investigadora desarrolló elementos de la tradición periodístico-literaria cubana; peculiaridades de la profesión en el país después del triunfo revolucionario y en la década del noventa, en el periódico Juventud Rebelde.

El trabajo de diploma, conformado por cuatro capítulos de títulos llamativos y con corte literario, construye la personalidad, vida y obra del cronista, a través de entrevistas. Resulta un estudio documental, según las fuentes principales utilizadas, y se ubica en un nivel descriptivo en consecuencia con los objetivos trazados.

“El tono desenfadado y el compromiso moral de Bello con su público, lo hizo uno de los periodistas más leídos entonces, a diferencia de otros discursos insípidos y a veces demasiado grandilocuentes. Porque él sabía como nadie que “la vida es demasiado seria, demasiado complicada (…) y el periódico, reflejo de la vida, necesita del humor, del sano humor, como medicina, como sano contrapunto salutífero de tanta noticia trágica”, argumenta la autora en las conclusiones de la investigación.

Asimismo, agrega: “Para muchos es un espacio paradigmático que no ha vuelto a aparecer en la prensa de la nación, a una década después de su final; otros jóvenes ni siquiera lo conocen. La cátedra de humor y sentido periodístico que Manolo ejercía magistralmente ahora tal vez solo se encuentre en dramatizados u otros programas meramente humorísticos”.

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