La Asociación Cubana de Comunicadores Sociales cumple 30 años. Entre los principales logros de la institución destaca la concientización en los trabajadores, sobre la importancia de la comunicación institucional que requiere ser sólida, participativa, consciente y comunitaria.
La organización científica tiene sede en todas las provincias del país y en gran número de municipios, con más de 5000 miembros: técnicos, profesionales y directivos. “Nosotros no somos una agencia publicitaria. Estas tienen un encargo de otra magnitud, con otras prácticas, con otras rutinas productivas en función del cliente. Aquí, los interesados piden un producto comunicativo y nosotros lo representamos sobre las bases de la realidad. Por tanto, se hacen los encargos a partir de objetos sociales y necesidades del país”, destaca Rosa María Pérez Gutiérrez, presidenta de la ACCS.
La directora argumenta que la asociación tiene bases científicas con la responsabilidad en la producción de comunicativa, posicionamiento en el mercado según el significado en la economía del país, en relación con la comunicación de carácter político.
En este sentido, puntualiza: “nuestro objeto social es reflejar la realidad cubana, el mundo tiene que saber que Estados Unidos ocasiona un debilitamiento del sistema-país, es nuestra realidad”.
El principal reto de la ACCS en el presente año, es la homologación de la práctica y la caracterización de la fuerza profesional de la Comunicación en Cuba. Con un instrumento científico elaborado por la misma asociación para caracterizar a los comunicadores y a partir de ahí elaborar un plan de superación.
Toda persona interesada tiene derecho de solicitar el ingreso. La primera condición es estar en desempeño de la comunicación. Por ejemplo, el comunicador social de la academia, que es graduado y no se desempeña, entra como colaborador, pero no como miembro.
La organización surgió en 1991, con el nombre de Asociación Cubana Publicitaria y Propagandística. El país había suprimido la mercadotecnia y la publicidad, pero la situación económica reclamó volver a ellos.
“Empezó entonces un proceso de mercadotecnia y publicidad para promover en el exterior el tabaco, el ron, etc., grupos que hoy en día aun trabajan con nuestros servicios”, explica Pérez Gutiérrez.