Hablar de lo que hay que hablar aunque moleste, aunque duela, aunque cueste
poner las cosas de este mundo en su lugar, por orden de peso y de llegada,
hacerlo también por orden de alcance y de importancia.
Sin más preámbulos empecemos,
Estados Unidos posee por mucho la mayor cantidad de armas nucleares y bases militares en el mundo. Disperso por todo el planeta, se pretende pasear por sus cielos, mares y continentes como si fuera su dueño y señor absoluto. EE.UU. se desploma peligrosamente y con él posiblemente también el mundo que habitamos (A menos que se le resista con toda la fuerza, es decir, a menos que haya una nueva revolución anticapitalista, antimperialista, internacionalista y profundamente humanista en el próximo siglo). Esta posibilidad y esperanzas nacen en la lucha dentro del real capitalismo autodestructivo, global, expansivo y predador. Es la oposición y resistencia de los pueblos a su lógica suicida, expansionista y mercenaria la única respuesta, el único antídoto. Tendrá que ser un concierto de insurrecciones y de rebeldes, con todo el instrumental y la afinación que conlleva la lucha consciente y soberana de los pueblos por su lugar en el mundo.
Dado este cuadro específico, infalible y ubicuo, ¿por qué tantos prefieren hablar de otros temas, otros peligros, otras amenazas, ni tan reales, ni tan grandes, ni tan malas? Prefieren voltear la vista sobre fantasmas y futuros terribles que no existen, revindican derechos de minorías e identidades profundamente posmodernas y fragmentadas. Mientras no se intente reivindicar la totalidad del derecho a la vida para todas y todos, así como el poder sobre el Estado profundo, cualquier renovación de imagen y escena es bienvenida. En muchas cabezas ocupa más espacio y preocupan más Rusia, China, Venezuela… preocupa y ocupa menos importancia la potente presencia del imperio norteamericano paséandose a miles de kilómetros de su territorio por las costas del Mediterráneo o el mar de China ¿Qué hacen allí? No acotarlo, no acusarlo, no atenderlo refleja el miedo a hablar y denunciar al más peligroso y grande de los poderes. Quienes caen en ese juego no confían ni apuestan por una alternativa y por su riesgo. Por eso bajan la voz y lo saben. El comportamiento moderado es clave, no enfrentar, no hablar de….o pensar en…. o apoyar a….. lo que ponga en peligro los pequeños privilegios que tenemos hoy. Es por eso que muchos prefieren hablar sobre otras cosas y moderar sus palabras, poniéndolas a tono con la moda, lo cool y lo que por todos lados se repite y amplifica en las redes de la desinformación. Si te autoengañas, es porque te conviene, punto y aparte.
Sigamos hablando en sentido opuesto, junto a los valientes que ya lo hacen,
Israel es ese engendro peligroso colonial-imperialista-fundamentalista-supremacista, equipado y subsidiado exageradamente por las potencias occidentales con armas de destrucción masiva, poblado por colonos (primero mercenarios, después fundamentalistas). Israel no es otra cosa que una entidad fanática infanticida. Es la consentida aberración que ha sido alimentada y cebada por el establishment estadounidense. Oliver Stone,…. frente al establishment no ganó Henry Wallace, ganó Truman!!! Ganaron los lobbies de la oligarquía!! no el pueblo estadounidense trabajador y luchador de la gran depresión!!! EEUU es lo que es, no lo que pudiera ser, ni lo que pudo haber sido. Israel aprendió bien de su abuela España, su madre Inglaterra y su padre Estados Unidos, aprendió bien a robar y saquear en nombre del Dios europeo.
Entonces empezemos por orden de llegada, si hablamos de fundamentalismos. Estado fundamentalista es Israel, su fundamento es el sionismo que predica sin más: “somos el pueblo elegido con su lugar en el mundo por mandato de Dios”. Así mismo conquistaron el Oeste los colonos blancos yankis, con una biblia en la mano y un fusil en la otra, la misma biblia sobre la cual hoy se juran los presidentes de ambos partidos. Su gran escuela expansionista fue el propio territorio que ocupa hoy, desde el Atlántico hasta el Pacífico. Para los que tanto critican al estado islámico y al yihad, ni son tan diferentes de los supremacistas blancos y los sionistas, ni tan poderosos. Los tres usan a Dios para justificar la matanza de civiles durante sus campañas, las tres entidades son igualmente cobardes en sus métodos de guerra, Hiroshima y Nagazaki son aún insuperables, así como el napalm y las bombas incendiarias. La tríada sionista-supremacista y sus sicarios yihadistas roban tierras a los nativos, instalan nuevos colonos y usan el terror sobre los más vulnerables para quebrar la resistencia de los habitantes originarios. Nada les da más terror a estos cobardes que enfrentarse a mujeres milicianas en el campo de batalla, nada es más humillante que los niños enfrentándolos con palos y piedras. ¿Recuerdan “Full metal jacket” de Stanley Kubrick? Frente al fundamentalismo mercenario y criminal se enfrentan hoy los que no tienen otra opción que hacerlo o desaparecer de la faz de la tierra. Es patria o muerte!
¡La alternativa por la vida empieza por condenar la matriz del colonialismo infanticida-violador-criminal-facista-cobarde-ocupante. Basta ya de condenar y no dar tregua a quienes intentan resistírsele y enfrentarlo, basta ya de criticar sin jugarte nada. Habrán sin duda riesgos, imprudencias, traiciones, desuniones y fracasos. ¡Solo basta un enemigo poderoso al que enfrentarse para equivocarse y fracasar una y otra vez! El imperialismo no tiene héroes (los cobardes no saben lo que es el heroísmo, tampoco los mercenarios, tampoco los que torturan y abusan, no dejes que te confundan y opaquen la imagen de tus héroes y tus mártires. Nuestros héroes son quienes no dieron tregua contra el colonialismo y el imperialismo ¡Nuestros héroes son quienes se sublevaron conscientes!
Sigamos poniendo cosas y temas en su lugar,
Sionismo es igual a terrorismo, terrorismo consentido y legitimado por demasiado tiempo, por muchos países y muchos medios. Recordar que son EE.UU. e Israel quienes votan siempre en contra del levantamiento del bloqueo genocida contra Cuba (EE.UU. portavoz de la democracia, los derechos humanos, fundador y financiador de las Naciones Unidas y al mismo tiempo cabeza de la OTAN). Unilateralmente el imperio viola el derecho internacional, consiente los crímenes de guerra y evade los tribunales internacionales, mientras acusa a sus enemigos con toda clase de conjuros y exorcismos. EE.UU. ha pretendido (y logrado hasta cierto punto) ser el gran dictador global con su actualizada biblia sionista y su bandera de la democracia, tan liberal como colonial. Hablar de paz y justicia en el mundo implica la disolución de esa dictadura global y su poderío militar desproporcionado e injustificado. ¿Por qué prefieres hablar de conceptos tan abstractos como “democracia”, ya ni decir “libertad”, o “libertad de expresión”? Pues es porque son los únicos derechos que reconoce el imperio, los pequeños privilegios exclusivos individuales que no ofrecen resistencia alguna a su poder. ¿Por qué no te identificas con frases y palabras como “patria es humanidad”, o “justicia , dignidad, soberanía”, o “educación y salud gratuitas”, “o derecho al trabajo” o “igualdad y libertad plenas”? Sabemos que invocar estas ideas conlleva responsabilidad y coherencia, y que la frecuente incoherencia y a veces traición puede ser desfraudante. Pero no eludas la responsabilidad que conlleva creer en estos preceptos, si otros le han fallado a esas ideas y las han traicionado, eso no te exime de tu responsabilidad por ser coherente y justo.
Vámonos ahora al cono Sur de nuestra América,
A doña Colombia, aquella patria grande tan ecuatoriana como venezolana, fundada por Bolívar, hoy se le conoce como la Israel de Latinoamérica. Tiene al menos 7 bases militares gringas, una oligarquía narco-paramilitar al servicio de los Estados Unidos y una lucrativa industria de la droga. Existe así esta otra Israel, mientras su pueblo llora y sangra viendo como los acuerdos de paz firmados en La Habana se han incumplido degeneradamente, desastrosa, y quizás previsiblemente. Que sea la amarga medicina que debía tomarse el pueblo colombiano para verse mejor en su espejo. La medicina tuvo efecto, la juventud colombiana despierta y cada vez se hace más evidente quienes son los responsables de la tragedia colombiana y sus causas estructurales. ¡Casualmente retumban hoy Colombia y Palestina ocupadas! Recuerda que cuando levantas la voz contra Venezuela o Cuba, mientras callas ante los crímenes del estado de Colombia, Israel, EE. UU. y muchos otros, haces trampa, haces daño y abandonas las causas justas; cuando decides hablar sobre lo injusto que son Cuba y Venezuela con sus pueblos, cuando hablas de sus supuestos dictadores y autoritarismos, mientras obvias y silencias la importancia y el alcance al crimen organizado, global y autoritario del imperialismo-capitalista, sencillamente sucumbes a la maquinaria de sometimiento psicológico, cultural y económico, has caído en todas sus trampas y mecanismos para desarmarte y desmovilizarte. Recuerda, este sistema operativo de sometimiento perpetuo, descerebrado y desaforado, viene con actualizaciones y últimas versiones. ¡Cuidado!
Si no pones en su lugar las cosas en el mundo es porque,
…estás sometid@, sin querer-queriendo…… sin querer-queriendo has terminado siendo un hipócrita ignorante incoherente. Te has vuelto insensible para poder vivir. Para seguir así sin esperanzas de frenar el devenir esquizofrénico de este orden mundial. Para poder vivir sin sufrirlo hay que reprimir el dolor con el opio del entertainment y sus edulcorantes, te anestesias con toda clase de píldoras, pastillas y sustancias. Aceptas limosnas del orden establecido y crees que tiene reforma, eres un criollo reformista, anexionista. Solo la pérdida injusta de un ser querido te puede despertar de una vez. Hay instalada en tu amígdala una potente fobia a la verdad, un instinto de preservarte en la fragilidad de las circumstancias que conforman tu vida, que regula tu metabolismo y tu día a día. Así estamos, confróntalo y aprende a vivir esta contradicción para curarte del virus de la incoherencia.
No hay respuestas sencillas para este cuadro, pero puedes tomar acción hoy para estar cada vez menos sometido-ida y emprender la ruta de la libertad plena, la conciencia plena ¡Estas son las cosas que podemos hacer ya!
1. No repetir ni hacer eco a la mentira de la propaganda. Por ejemplo, no vilipendiar a los débiles, a los mártires y a los que luchan, mientras callas frente a los grandes crímenes y sus perpetuadores. No ser (sin querer-queriendo), hipócrita y cobarde ya es un gran cambio. Si te vas a solidarizar con la humanidad, empieza entonces por el principio, empieza por Palestina ocupada. Si no tienes el coraje ahora de gritar y sentir: ¡Abajo el colonialismo, abajo el imperialismo!, tampoco tienes por qué ser un cobarde, mejor aún, se humilde, calla y no hagas eco del imperio.
2. Cuando llegue el salto de tu coraje, y des el grito….. ¡Abajo el colonialismo, Abajo el imperialismo! es decir ¡muerte a la injusticia! es decir ¡muerte a la muerte! ¡vida a la vida! Alza tu voz con audacia e inteligencia frente a los grandes crímenes. Apoya las grandes causas y las utopías libertarias de la humanidad, recuerda la revolución de Haití, la primera y única revolución de esclavos que venció al imperialismo por un buen rato. Acepta que aunque las grandes causas y las utopías son puras, los procesos y los caminos son tortuosos, los seres humanos incompletos e impuros. Empieza a aceptarlo, comenzando por ti.
3. Cuando ya tengas 1 y 2, estamos en lucha, y en la lucha entonces critica sin piedad desde la trinchera cualquier acto de traición a tu entrega. Solo entonces podremos andar por una misma senda y domesticar todo problema que se plantee a la humanidad en este planeta.
Se dijo lo que había que decir! Es una verdad tan grande como un templo. Nuestros egoísmos, los pequeños y mediocres privilegios arrastran ya a la “humanidad al abismo”