Todo parece indicar que Cuba será el primer país no perteneciente al llamado “primer mundo”, en vacunar a toda su población con sus propias vacunas. A los miles de voluntarios ya vacunados, le seguirá el resto de los nacionales en los próximos meses. A decir verdad, el sistema de salud cubano razones tiene ―y de sobra― para llevar a feliz término tamaña empresa en el presente año. Pero, sin desatender esta realidad anti-epidémica, vayamos a lo nuestro, es decir, al diseño gráfico de dos de sus más notorios candidatos vacunales: Soberana 02 y Abdala.
A la importancia de ambas vacunas en el enfrentamiento a la Covid-19, suma el interés de no pasar por alto la identidad nacional de la exitosa comunidad científica que las ha producido, al hacer presente su cubanía tanto en los nombres que las identifican, como en el diseño tipográfico con que se presentan en sus respectivos envases.
En Soberana 02, la “O” en rojo con la estrella solitaria en su centro, es todo un manifiesto a favor de lo más entrañable y original de nuestra enseña nacional. Tamaño simbolismo en un espacio tipográfico tan reducido, no ha sido en modo alguno impedimento para que recordemos que fue nuestra bandera la primera tricolor del republicanismo decimonónico en hacer uso de un triángulo equilátero y una estrella sobre campo rojo; hecho este último, que iba contra las leyes de la heráldica, ya que toda estrella debía de ir sobre campo azul. Concebida en el fiel de los dos grandes procesos emancipadores de la historia moderna de América Latina, ella no solo es nuestra gloriosa enseña nacional, sino también el primer diseño de vanguardia de nuestra cultura visual. Mientras que con respecto a la segunda vacuna, Abdala, nombre que toma del héroe del primer poema dramático que escribiera en su juventud José Martí, su inicial en alta asume la forma del obelisco de la Plaza de la Revolución de La Habana, teniendo como elemento separador de los dos palos mayores de la “A”, el monumento a nuestro Héroe Nacional que lo preside.
La imagen de marca de Soberana 02 fue creada por el equipo integrado por Roberto Chávez y Eviel Ramos, profesores del Instituto Superior de Diseño de La Habana (ISDI). Mientras que la de Abdala recayó en Rogelio Carmenate, diseñador gráfico de CubaDebate y el programa televisivo Mesa redonda.
Ambos logotipos, al margen de cualquier otro criterio de carácter estético-comunicativo, son ya parte de nuestra historia gráfica, en tanto inequívocos referentes visuales a relacionar con la marca de las comentadas vacunas, en la misma medida que estas han devenido ejemplo palmario del desarrollo científico alcanzado y de los esfuerzos hechos en tal sentido por el país para bien de la salud del pueblo. Que así sea siempre…, y en todas partes, porque al decir de José Martí: “Es de pueblos fuertes el amor a la unión para el socorro mutuo”.
¡Hasta la gráfica siempre!