Luego los jurados se sumaron, y enseguida colegas, amigos, artistas…. y yo casi sin palabras. Gracias por ese aplauso en medio del Festival y por la amabilidad de Yori Andino, como portavoz de él en dicha transmisión.
TENGO TANTO QUE AGRADECER y a tanta gente que no alcanzaría este espacio y no quiero abrumar. En primer lugar, a la Casa del Caribe y a su director Orlando Vergés Martínez, por creer en lo que hacemos, por la propuesta. Al prestigioso jurado que conformaron Pedro de la Hoz, Joaquín Borges Triana, Andrés Machado Conte, Yenys Laura Prieto, Vicente González y Omar Valiño. ¡Tres signos de admiración para ellos!
Se lo dedico, por supuesto, a todos mis colegas, porque vivo ese esfuerzo cotidiano hará pronto 30 años, y a la labor de los intelectuales y artistas, que desde Santiago de Cuba (este pedazo de isla musical y rebelde) y desde muchos rincones del archipiélago, tal vez menos visibles, menos mediáticos, siguen mostrándonos la luz. A todos los espacios, los medios, la gente que alguna vez me han abierto la puerta.
Poco a poco uno va aprendiendo que la cultura es un espíritu, una llama, y por eso he seguido, en la medida de mis posibilidades, dando voz y aliento a los creadores que engrandecen esta nación desde su trabajo, desde el más consagrado hasta el más modesto. Importan las jerarquías, no las geografías.
Hoy es un día triste, muy triste para mí. Justo un 18 de marzo de 2012 falleció mi madre en mis brazos. Quiero pensar que no es casualidad que un galardón como este haya llegado un día como hoy, seguramente para aliviarlo. A ella se lo quiero dedicar, muy especialmente.
Un premio solo vale la pena, cuando la gente comparte esa alegría.
MIL GRACIAS.
(Tomado del perfil de Facebook de Reinaldo Cedeño)
