ENTREVISTA

De oficio a profesión

Desde tercer año aseguró que su tesis sería sobre la primera Escuela Profesional de Periodismo Manuel Márquez Sterling. Sabía del desafío enorme ante una mayoría de fuentes directas fallecidas, entre ellas, los historiadores emblemáticos de la prensa, Juan Marrero y Ernesto Vera. Pero aún así, quería graduarse con “un librito, profe. Usted habla de dejar una huella en el paso por la carrera; esa puede ser la mía”. Entonces, en medio de las duras pruebas de la Covid 19, en un año de terrible aislamiento físico y las incertidumbres humanas vividas, Naimy Herrera Pereira defendió en el 2020 De oficio a profesión, un texto valioso con ocho episodios donde narra algunas particularidades de los inicios de estos estudios oficiales en Cuba.

“La escuela fue el cuarto centro de su tipo en América Latina, solo antecedida por las de  de Argentina, Brasil y México. Sin embargo, para mi alarma, encontré poca información al principio y me desanimé por temor de no poder juntar las piezas necesarias para conformar una tesis de pregrado, de llegar a un callejón sin salida y terminar cambiando de tema a última hora; o peor, entregar algo insustancial, simplón. Pero la pasión por el tema fue más fuerte que las dudas y decidí lanzarme, tomarlo como un reto sin dar opción al callejón sin salida. Entonces comencé a tirar de hilos, a raspar la pintura para descubrir lo de abajo”, evoca la hoy periodista de la emisora Radio Reloj.

La tesis se acoge a la variante denominada “para la producción” que incluye un cuerpo teórico y un producto comunicativo. En este último, el libro, Naimy se desenvuelve en diferentes géneros periodísticos y en cada historia desarrolla un momento significativo de la historia de la Escuela de Periodismo Manuel Márquez Sterling.

Los inicios del periodismo en Cuba, Manuel Márquez Sterling, el primer Congreso de Periodistas y sus acuerdos, Lisandro Otero Masdeu, la profesionalización del oficio, Marta Rojas y Ricardo Alarcón, son parte de los acontecimientos y personajes que presenta el libro, aún inacabado, pues otros capítulos de ese centro docente deben ser investigados, ahora sin las presiones de un ejercicio académico, con más herramientas escriturales y tiempo para continuar la investigación.

Bien sé del gran trabajo de rastreo documental que comenzó a partir del trabajo de examen de Rita Cambara, Una cantera de grandes periodistas, y continuó en los archivos de la Unión de Periodistas de Cuba, los libros publicados por personalidades del gremio, la impronta de la Biblioteca Nacional y las publicaciones de la época, porque “mientras más buscaba, más encontraba. Fue como cuando se cava un hueco en la tierra y hay con un manantial del que empieza a brotar agua sin parar. De pronto, tenía mucha información documental”.

Afirma que justo en ese momento confirmó el aporte incalculable del periodismo a la historia del hombre y se sintió orgullosa: “Las fuentes documentales estaban casi listas, había logrado recopilar importantes declaraciones de periodistas y profesores, así como imágenes de los momentos fundacionales.

“Sin embargo, necesitaba de fuentes vivas, de alumnos que contaran sus experiencias y anécdotas. Ese fue un obstáculo, por un momento creí haber entrado en la calle sin salida. Solo tenía en la lista de alumnos a Marta Rojas, pero mi tutora María de los Ángeles González me apoyó y comenzamos a investigar y preguntar por el paradero de otros antiguos estudiantes que aún vivían. Marta también me facilitó datos de egresados. Fue así como la lista a entrevistar pasó de uno a seis.

Si una característica ennoblece al gremio es abrir sus muchas puertas a los estudiantes, ayudar en esos empeños locos y divinos en que suelen enrolarse. Esta muchacha a quien le adornan las virtudes de la educación, la modestia y el respeto, dice estar agradecida de los entrevistados, quienes se mostraron cooperativos, “en ocasiones se dificultaba el diálogo porque yo les exigía mucho a su memoria y recordar cuestiones ocurridas hace más de medio siglo, pero el resultado final fue satisfactorio. Cada ex alumno tiene una visión diferente de la escuela debido al momento histórico pasado en ella, lo cual confirió mayor verosimilitud a los trabajos y mejor panorámica de lo que fue realmente”.

Cuando juntó todas las pesquisas y las entrevistas a egresados e historiadores, cartas personales y demás documentos rescatados, se sintió con una carga de responsabilidad notable: “Toda esa información había estado ahí guardada por años, tanto en la memoria de sus protagonistas como en los archivos, esperando por ser descubierta. Mi deber era sacar a la luz, hilvanar los momentos importantes referentes a la escuela, una institución que cambió la forma de ver y ejercer el periodismo en Cuba y dignificó al gremio hasta convertir al periodismo en una profesión con sus derechos y sus deberes.

“No tenía justificación para hacerlo mal y quería entregar a la Facultad un trabajo de culminación de estudio con el que se sintiera orgullosa y pudiera agradecerle por los cinco años de conocimientos, experiencias, crecimiento personal y profesional que me ofrecieron FCOM y sus profesores”.

El propósito de la tesis se cumplió, presentar un trabajo aportador a la historia del periodismo cubano: “Deseo que despierte, como en mí, el interés por seguir investigando. Debemos mirar más hacia dentro, sin egocentrismos, y destacar situaciones cumbres de la profesión. En mi opinión, se ha tratado muy poco la historia del periodismo prerrevolucionario, situación que no nos podemos seguir permitiendo.

“Es un deber rescatar las anécdotas entre quienes aún viven y fueron protagonistas. Los estudiantes de la carrera deben conocer sus raíces. Muchas veces pienso que mi investigación llegó tarde: si hubiera ocurrido unos pocos años atrás el resultado sería mejor porque contaría con muchos más testimonios de ex alumnos que ya hoy, por desgracia, no nos acompañan. En esta indagación no está todo dicho, aún quedan muchas páginas por escribir y espero se construyan pronto. La historia del periodismo cubano es bien extensa y los del gremio debemos estar orgullosos de ella”.

Foto del avatar
Iraida Calzadilla Rodriguez
Doctora en Ciencias de la Comunicación. Profesora Titular del Departamento de Periodismo de la Universidad de La Habana. Su campo de estudio abarca la periodística, la pedagogía y las relaciones entre la historia y la prensa. Editora del blog docente Isla al Sur.

4 thoughts on “De oficio a profesión

  1. Excelente trabajo de Naimy, muy importante para la historia del Periodismo cubano y las próximas generaciones de periodistas. Muy buena entrevista.

  2. La escuela es un gran precedente para los periodistas cubanos. Gracias a la profesora Iraida parte de esta historia ha sido rescatada desde la academia. Orgullosa de Naimy por haber dedicado su tesis de diploma a la cantera de referentes contemporáneos de la prensa cubana. El libro es lectura necesaria para las nuevas generaciones.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *