Rusia está dispuesta a compartir con otros países la tecnología de producción de sus vacunas contra el COVID-19, declaró el representante permanente de Rusia ante la Unión Europea (UE), Vladímir Chizhov.
«Estamos dispuestos a compartir no solo la vacuna acabada, sino también la tecnología de su producción», dijo el diplomático en una entrevista con Sputnik.
Chizhov aseguró que Rusia no impone a nadie sus desarrollos tecnológicos ni se propone promoverlos a toda costa en los mercados internacionales.
«Ningún país logrará producir él solo vacuna para todo el mundo y por eso proponemos a los países interesados lotes de prueba para testarlos, y si les gusta la vacuna entonces ya negociaríamos su producción en el territorio de esos países«, explicó Chizhov.
El 11 de agosto de 2020, Rusia registró la primera vacuna contra el COVID-19, llamada Sputnik V y desarrollada por el Centro de Epidemiología y Microbiología Nikolái Gamaleya en cooperación con el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF, por sus siglas en inglés).
El fármaco fue autorizado ya por Argentina, Argelia, Bielorrusia, Bolivia, Emiratos Árabes Unidos, Hungría, Palestina, Paraguay, Pakistán, Rusia, Serbia, Turkmenistán y Venezuela.
En septiembre de 2020, en Rusia fue registrada la segunda vacuna anticovid, EpiVacCorona, desarrollada por el Centro de Virología y Biotecnología Vector, con sede en Novosibirsk.
(Tomado de Cuba en Resumen)