A los riesgos que ya distinguían y afectaban a los profesionales de la comunicación se suma la pandemia de la Covid-19 devenida el más importante asunto noticioso y la principal fuente de coberturas a nivel mundial.
Los periodistas, camarógrafos, sonidistas y otros trabajadores de los llamados medios ahora son los corresponsales de la guerra contra la enfermedad que ha cobrado millones de contagios y vidas, incluidos en el personal de la prensa.
Al menos 735 de ellos fallecieron a causa del coronavirus en los últimos 11 meses en el planeta, según datos preliminares de la organización Press Emblem Campaing (PEC), con sede en Ginebra, Suiza.
“De los 735 periodistas que han muerto a causa de la Covid-19, desde el 1 de marzo de 2020 hasta la fecha, la mayoría, 375 víctimas, se produjo en América Latina. Le sigue Asia con 148 muertos, por delante de Europa (137), América del Norte (39) y África (36)”, dice el comunicado.
Hace un mes la organización suiza afirmó que Brasil ocupaba el segundo lugar mundial en la mortalidad entre los periodistas con 55 víctimas. Entonces le seguía la India con 53 muertos, México 45, Ecuador 42 y Bangladesh con 41.
PEC recabó datos de 63 países y constató un aumento del número de muertes en este sector profesional.
Según su estudio, solo en el primer mes de este año perdieron la vida 133 profesionales de la comunicación. La mitad tenía más de 60 años.
A nivel global Perú registró el mayor número de periodistas muertos por la enfermedad con 95 decesos. Italia encabeza la lista luctuosa en Europa con 44 colegas fallecidos. Estados Unidos reportó 38 casos fatales, Reino Unido 22 y Rusia 12.
Las estadísticas de Press Emblem Campaign indican que en promedio perdieron la vida por igual causa 60 profesionales de la prensa al mes, o dos al día.
“Debido a su profesión, los periodistas que van al terreno a hacer cubrimientos están particularmente expuestos al virus”, señaló la ONG.
“Algunos de ellos, especialmente los freelancers y los fotógrafos, no pueden trabajar desde casa”, explicó el secretario general de la PEC, Blaise Lempen.
La organización también cree que los trabajadores de los medios de comunicación que cubren a quienes padecen COVID-19 deberían tener acceso prioritario a la inmunización cuando lo soliciten.
Durante los últimos 25 años cerca de tres mil trabajadores de la comunicación fallecieron en el ejercicio de la profesión.
La mayoría perdió la vida cubriendo conflictos armados como en Afganistán, Siria e Irak, pero una buena parte ocurrió en países que no están en guerra, entre ellos México donde más de un comunicador desaparecido está por encontrar en fosas clandestinas.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), con fecha 23 de diciembre, 59 periodistas fueron asesinados en 2020, cuatro de ellos mujeres.
La propia fuente afirma que en la última década 888 trabajadores de medios fallecieron de forma violenta. En el 87 por ciento de los casos no hubo justicia.
Habría que agregar las amenazas, chantajes y agresiones que sufren los comunicadores, como ocurrió durante las manifestaciones de protesta en Chile o en el caso de las movilizaciones de Black Live Matter en Estados Unidos, repetidas contra los que reportaron el asalto al Capitolio de Washington el 6 de enero.
En estos tiempos el personal de salud resulta en mayor peligro por el contagio a la Covid-19. Pero junto a ellos los comunicadores también están en zona de especial vulnerabilidad.
Tomado de Cuba en Resumen