La escena es patética y pretende emular, nada menos, que con otra sagrada de la Historia cubana: Yotuel, el joven artista mulato que dice haberse sentido más discriminado en la Cuba revolucionaria que en una antigua metrópoli de su tierra, pretende autoproclamarse el Perucho Figueredo del siglo XXI.
En su triste petulancia confunde una vulgar poltrona donde delira ingenuidades sobre su país con la briosa silla de montar del autor de La Bayamesa.
Confunde nada menos que al Bayamo del 20 de octubre 1868, la ciudad delirante y jubilosa en la que el pueblo pide ponerle letra a la música que recogerá para siempre su grito de libertad, con una guarida del odio recalcitrante y carnavalesca.
No ha tenido tiempo de aprender que los pueblos que se deciden por su libertad, como los de la rebelde ciudad oriental, prefieren quemarlo todo antes que entregar su dignidad.
Desconoce la grandeza de la renuncia cuando una causa honrosa lo justifica y lo merece, como aquellos patricios que calcinaron su bienestar por la riqueza mayor de su Patria, por ello pretende despojar al pueblo cubano de su Himno glorioso para ponerlo a corear una guaracha anexionista e indigna.
Tal vez así alcance un merecido pago: que el acompañante del sainete le premie con unos buenos días desde su «Rancho», sin preguntarse siquiera: ¿obtenido cómo?
Viva nuestro único canto a la Patria
¡Sí!, cantamos nuestro único Himno Nacional, gritamos ¡Viva Cuba libre y soberana, Patria o Muerte, Venceremos!, ¡Viva nuestro Héroe Nacional José Martí!, ¡Viva Fidel!, ¡Viva nuestra Revolución Socialista!.
Jorge Luis Rojo Mora, periodista jubilado pero no retirado y salvada su vida varias veces con el Sistema Único Nacional de Salud, el que nunca tuvimos antes del PRIMERO DE ENERO DE 1959.
Patria o Muerte siempre VENCEREMOS
Pretender borrar nuestra historia, nuestra conciencia de pasado es un acto totalmente inmoral, como olvidar el grito del Padre de la Patria el 10 de octubre de 1868 Libertad o Muerte”, o desconocer y tratar de tergiversar el antimperialismo martiano o las circunstancias en que nuestro Comandante en Jefe sentenció Patria o Muerte cuando llorábamos nuestras víctimas por un sabotaje de los enemigos de nuestra reciente independencia. Mi generación es privilegiada porque nació con la REVOLUCIÓN, porque además del padre biológico y de amor que nos dio la vida, sentíamos que teníamos otro padre que se preocupaba y ocupaba por todos y ese era FIDEL. Ahora nosotros somos los padres de esa generación que lamentablemente tiene algunos seres que reclaman que tienen el derecho de pensar diferente y sin embargo no se preocupan de cómo pueden ofender a sus padres de la forma en que pretenden hacerlo, afortunadamente otros luchan por la continuidad a pesar de las graves limitaciones que hoy tenemos y que también pueden estar inconformes con algunos de los cambios que se están dando, o que tal vez no tienen el acceso a la MLC para satisfacer algunas de las necesidades inmediatas de su familia, pero a pesar de ello no olvidan al igual que nosotros que es preferible hundirnos en el mar antes que olvidar la gloria que hemos vivido. A esos desagradecidos que solo ven las manchas y son capaces de apoyar incluso una invasión o pretenden desatar una guerra civil, sin importarles el costo humano de sus compatriotas les digo en este pueblo al decir del poeta todavía quedamos muchos necios que preferimos morir como vivimos, por eso también grito a viva voz Patria o Muerte siempre VENCEREMOS
María Marta Martínez Lorenzo. Profesora de Ciencias Sociales de la UC