Pendientes de cada avance de las vacunas cubanas contra la Covid-19, cualquier escenario en el país es propicio para que emerjan debates en torno al tema y sus actualidades. En tales encuentros fortuitos, muchas veces aparece un “experto” que agarra el protagonismo y narra las últimas noticias; otro que se baja el nasobuco para tomar la palabra e idear símiles explicativos de lo leído, y espectadores de la escena que arquean sus cejas en expresión de asombro.
Lo cierto es que la esperanza de la gente crece con cada frase halagüeña de los científicos, con su reafirmación de que los fármacos marchan bien en los ensayos, que son seguros, que se valora su nivel de protección, que pueden producirse en Cuba. Y aun más, cuando aseveran que la mayor parte de la población de la Isla podrá ser vacunada durante el año en curso.
Estas expectativas de los cubanos, más allá de cualquier interpretación creativa, tienen los pies bien apoyados en el suelo: la vacuna Soberana 02 ya se produce a gran escala en el Centro de Biopreparados, donde converge en este momento el trabajo de tres instituciones, el Centro de Inmunología Molecular (CIM), el Instituto Finlay de Vacunas (IFV) y el propio Biocen.
En sus plantas de parenterales, con 30 años de experiencia en producción de vacunas, son envasadas las dosis del candidato vacunal, escalado industrial al que le precedió un amplio intercambio de experiencias en cuanto a formulación, llenado, análisis químicos y microbiológicos, entre otros procesos.
Lo han explicado los científicos, a través de la televisión, la radio, la prensa escrita y digital: la industria biotecnológica cubana tiene suficiente capacidad instalada, con tecnología para elaborar más de 100.000 bulbos diarios, con volúmenes de llenado de 12.000 por hora.
Otros detalles revelan que en el CIM se fabrica la proteína o materia prima para la producción de los candidatos vacunales Soberana 01 y Soberana 02. En relación a esta última, se trata del antígeno RBD (la parte de la proteína S del virus que está involucrada en el contacto con el receptor celular humano).
Las capacidades y potencialidades productivas de esa entidad —ha dicho Eduardo Ojito, director general del CIM—, permitieron liberar hasta el momento las 340 mil dosis del candidato vacunal Soberana 02 (basado en la unión covalente del RBD con toxoide tetánico) que se requieren para la etapa venidera.
También aseguró que está cubierta la capacidad de producción del antígeno para las vacunas cubanas en sus tres dosis, pues el CIM cuenta con un biorreactor de 500 litros, lo que debe generar entre 1,5 y 2 millones de bulbos al mes y en el transcurso de un año serán entre 20 y 25 millones.
Una explicación acerca de las complejidades del proceso de formulación de una vacuna —publicada en el sitio web del Instituto Finlay, centro que generó el ingrediente activo de la vacuna— indica que este pasa de la escala piloto a un escalado industrial, etapa en la que se halla Soberana 02 y que garantizará el ensayo clínico que comenzará en marzo.
“El proceso de escalado es un reto tecnológico importante, su eficiencia está relacionada directamente con el alcance de los niveles de producción necesarios para satisfacer la demanda”.
El área de control de la calidad —indica el texto— evaluó los estándares de calidad exigidos por las buenas prácticas de producción de vacunas, dando los resultados esperados.
“Posteriormente, el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (CECMED) debe analizar y liberar cada uno de los lotes producidos. La liberación lote a lote es obligatoria para todos los lotes de vacunas y productos hemoderivados”.
La mayoría de las personas, lógicamente, no tendrían por qué aprehender tantos conceptos tecnocientíficos. Y las interpretaciones de tales detalles se tornan tan creativas como efectivas. Por eso, el frecuente uso de asociaciones y semejanzas perceptibles y perceptivas permiten comprender muchas de las materialidades que nos rodean y que de otra forma se tornarían inasibles, aun para nuestro avanzado cerebro.
Sin dichos recursos cognitivos, de poco serviría aquel dato que no alcanzamos a deducir plenamente, pero que adquiere nitidez bajo la aureola de las similitudes. De este ejercicio reflexivo no escapa siquiera nuestro propio andar, los caminos que seguimos como sapiens para llegar hasta aquí.
Foto de portada: Alejandro Azcuy Domínguez.
(Tomado de Cuba en Resumen)